| Parte III | Capítulo 3: El Último Día

141 13 0
                                    

El último día en pie. El último día abierto. El último día de Freddy Fazbear's Pizza. Había una gran cantidad de vehículos aparcados en frente del local. En su interior había una gran fiesta, llena de adultos nostálgicos y niños alegres. Esta vez, no se respiraba nada de sangre y peste a podrido, pues se habían empleado una gran cantidad de purificadores de aire para esta ocasión.

Fazbear Entertainment también se había asegurado de darle una despedida como Dios manda a Freddy y sus amigos. Por primera vez desde la apertura de la pizzería, la caja de música de Freddy había sido repuesta, la guitarra de Bonnie había sido afinada, el endoesqueleto de Chica había sido fumigado y, la gran novedad, el animatrónico Foxy había sido arreglado al fin. El cartel de fuera de servicio de la 'Pirate Cove' había desaparecido, y ahora, el pirata podía hacer sus clásicos shows cuando las cortinas se abrían. 

El ambiente general que se respiraba era de emoción. Los niños, cuyas mentes inocentes desconocían lo que había ocurrido en esos locales, disfrutaban con gran felicidad la última fiesta de la banda. Algunos padres, los cuales la gran mayoría habían tenido una juventud marcada por los animatrónicos, también veían el último show con placer.

Pero había uno que realmente estaba emocionado. En una esquina del comedor se encontraba quien había creado todo este proyecto, Henry Emily. El hombre miraba orgulloso el espectáculo de los animatrónicos. Poco tiempo tardó hasta que la puerta se volvió a abrir y entró un hombre vestido de policía.

—Clay, ahí estás —saludó Henry al recién llegado.

—Por supuesto. Te dije que vendría —contestó el oficial Burke, saludando al señor Emily con la mano—. Veo que te lo has montado muy bien.

—Quería asegurarme de que todo salía perfectamente en la última fiesta. Hasta me encargué de ambientar el lugar.

—Je. Me alegra. Hablando de olores, probablemente ya hayas oído hablar sobre eso.

—Lo sé. Indemnizaciones —contestó Henry, recordando que tendría que pagar a los familiares de los guardias de seguridad 'desaparecidos', así como del tipo del teléfono—. Son bastante grandes, pero tras vender la fábrica y acabar con la empresa, tendré dinero suficiente.

—¿Has vendido la fábrica? ¿Dónde guardarás los animatrónicos?

—No los guardaré. Se quedarán aquí —Henry se explicó—. Tras intentar encontrar alguien que comprase Fazbear Entertainment me di cuenta de dos cosas. Una, nadie quiere relacionarse de cualquier forma con FE, lo cual, sinceramente, lo entiendo. Y dos, si hay alguien que debe de decidir el fin de esta empresa, soy yo. Así que he decidido que dejaré el solar abandonado por completo a merced de lo que el destino quiera hacer con los animatrónicos, que se quedarán dentro.

—Oh, comprendo. No suena para nada mal —respondió Burke, quien aprobó la idea—. De hecho, me alegra saber que por fin ha llegado el final de todo esto. Los recuerdos, tanto de como tu hija como de mi niño, descansarán en nuestros corazones.

—Je, que así sea. Iré cerrando el local ya.

—Perfecto. Estaré fuera. Hay que celebrar esto en el bar.

—Jeje. Por supuesto.

Henry y Clay se sonrieron mientras este último abandonaba la habitación por la puerta de la calle. Henry se quedó mirando el espectáculo por última vez. Se terminaba la era de Freddy's. Y, a lo mejor, una nueva comenzaría de sus cenizas. Mientras, en el escenario, Freddy, Bonnie y Chica cantaban una de sus canciones más clásicas y que Henry conocía muy bien. 

I'll be your friend! Right til the end! Join the Party! —cantaba Freddy Fazbear, micrófono en mano y más animado que nunca.

Don't be afraid. We'll find a way. Join the Party! —cantaba esta vez Bonnie, quien tocaba su guitarra roja con emoción.

Five Nights at Freddy's - Donde las Memorias Nunca Mueren |FNAF Fanfic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora