Five Nights at Freddy's - Donde las Memorias Nunca Mueren |FNAF Fanfic|

| Parte V | Capítulo 8: Vigila Tus 6

Sonidos metálicos acompañaban a Michael en su recorrido por el ascensor, de camino al Inframundo. Las luces parpadeaban y el técnico tenía una extraña sensación de que el ventilador no estaba proporcionando el suficiente aire ahí abajo. 

Michael se encontraba agotado. Había pasado unas 24 horas enteras atrapado en las instalaciones subterráneas, sin comida, sin bebida, y probablemente sin el suficiente oxígeno. Él preferiría quedarse en su cama, durmiendo, pero aquel día realmente significaba algo importante para él; no solo porque fuese su último día en el trabajo, sino porque ese día lo iba a cambiar todo.

La amable voz de Hand-Unit, quien tanto tiempo llevaba sin hablar, sonó por los altavoces.

—Bienvenido de nuevo a su último día en el trabajo. Eso es, ¡el último día de su primera semana! Algunas de las cualidades más valoradas que nos gusta ver en los nuevos empleados son su determinación, su valentía y su desprecio genuino por la autoconversación instintiva. 

Sin duda tenía mucha razón respecto a eso último. El teclado amarillo volvió a emerger del suelo. A juzgar por la estética debía de seguir roto. 

—Ha obtenido su bono de una semana que se le entregará en forma de una canasta deliciosa de regalos, cuyo coste se deducirá de su próximo cheque de pago. Tenemos canastas de regalos que contienen frutas, nueces, flores, y, por supuesto, la cada vez más popular canasta en efectivo. Usando el teclado a continuación, ingrese las primeras siglas de la canasta de regalo que desearía recibir. 

Michael ni siquiera lo pensó, le daba igual qué recibir. Él quería hacer lo que tenía pensado hacer, incluso si sabía que probablemente le despedirían por ello. Decidido, apretó letras al azar hasta que salió el mensaje de error. 

—Parece que tuvo algunos problemas con el teclado. Veo lo que intentaba escribir, y lo autocorregiré por usted. Gracias por seleccionar: 'Exotic Butters'. 

''Mantequillas exóticas''... ¿en serio eso era una opción? ¿Cómo qué le iban a regalar una cesta con mantequillas exóticas? Y más importante, ¿cómo haces que unas mantequillas parezcan exóticas? Michael decidió que sería mejor no pensar demasiado en ello.

—Por favor tenga en cuenta que todavía hay dos técnicos en el sitio hoy. Intenta evitar interferir con su trabajo si es posible. Además, siéntase libre de preguntarles por qué todavía siguen ahí, y alentarlos a irse a casa. 

Michael se quedó pensando. Él había encomendado a esos dos técnicos bajar antes de que llegase su turno, y prepararle el escenario para cumplir su tarea. Pero algo había mal, ¿cómo que todavía seguían ahí? ¿Por qué no se habían ido si para esa hora ya deberían de haber hecho todo lo que tenían que hacer?

El ascensor se detuvo finalmente en el piso inferior, mientras una melodía dulce, y totalmente fuera de contexto, sonó por los altavoces, iniciando oficialmente la tétrica y misteriosa quinta noche. Las puertas se abrieron de par en par, como si se tratasen de las puertas del Infierno, y Michael se metió por el conducto de ventilación, hasta llegar al Módulo de Control Primario.

—Veamos a Ballora y asegurémonos de que está en su escenario. 

Michael se acercó al lado izquierdo de la habitación, al frío y oscuro panel de cristal. Apretó el botón azul del teclado, y observó a la distancia, esperando encontrarse el escenario vacío, pues Ballora había sido desmontada la noche pasada.

Lo que encontró, fue muy distinto. Michael soltó un grito ahogado, sentía unas náuseas que casi le tumban al suelo, aunque logró mantener la compostura, mientras no apartaba la mirada de la horrible escena que estaban contemplando sus ojos.