Capitulo 2 - El encuentro

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Capitulo 2 “El encuentro”

Narra Astra:

Vi como Guillermo se fue a dormir, yo me quede esperando a Pandora que en los tres días no había llegado y ya empezaba a preocuparme demasiado. De repente la vi entrar como si nada
-Pandora, ¿por qué demoraste tanto?- dije apenas la vi, ella se sentó frente a mi
-Astra, hay un contratiempo, muy grande- maulló Pandora seria
-¿qué?, ¿qué pasa?- dije algo dudosa de querer saber en realidad la respuesta
-Guillermo tiene competencia- maulló pandora tristemente
-¿qué?, ¿estás segura?, ¿el chico muestra interés? - comencé a bombardear a Pandora con una serie de preguntas 
-tranquila, el chico no se ve realmente interesado en ella, pero la familia es muy costumbrista y se nota que quieren mucho a la muchacha, casi impulsan a que Samuel la quiera, pero él es diferente a sus padres, pero el hecho de que a sus padres les guste la chica como su novia está convenciendo a Samuel a tener una relación porque sus padres lo quieren así, el no ve perjuicios en nadie, pero sus padres si, ellos son muy conservados, Guillermo tiene una ligera posibilidad pero deberá esforzarse mucho- maulló pandora aclarando un poco mis dudas
-mmm… está bien y ¿que enseña la mamá de Samuel?
-es profesora de literatura- maulló 
-eso es bueno, a Guillermo se le da bien la literatura, leyó varios libros y los comprendió a la perfección- dije algo aliviada
-y ¿cómo pagara el alquiler de la habitación?- maulló Pandora
-es cierto no había pensado eso… ¡ya se!, le conseguiré un puesto en la pastelería de tía Ágata, ella es muy buena y como es hechicera le puedo contar la historia de Guillermo para que no le exija demasiado y le enseñe de apoco, además así podre estar en contacto con él y así me cuente como va y si necesita ayuda, ayudarlo- dije convencida del plan y se me escapo un bostezo
-vamos a dormir- sugirió pandora, yo asentí con la cabeza, apagamos las luces y nos acostamos, me dormí enseguida.

Narra Guillermo:

Desperté por los suaves rayos del sol que se colaban por la cortina de la habitación. Hoy era el día, el día en que me encontraría con Samuel. Me levante y me mire al espejo que estaba en la habitación, mis orejas y mi cola ya no estaban, me sentí realmente emocionado, no podía esperar. Salí del cuarto de invitados y fui a la habitación de Astra 

-¡¡Astra!! ¡¡¡ ya no están!!!- grite mientras entraba a su habitación y me lanzaba a abrazarla a su cama
-Guillermo- dijo quejándose Astra -es temprano aun- continuo quejándose y se tapo la cabeza con las sabanas
-lo sé pero no puedo esperar- vamos Astra hoy es mi última lección, en donde me explicaras…
-como hacer para llegar alado de Samuel- dijo Astra interrumpiéndome
-así es- dije animado -venga levántate- dije moviéndola para que se levantara
-¡¡AAHG!!, ya si ya me levanto- dijo destapándose la cara y haciendo una señal de que saliera del cuarto, yo obedecí y al poco rato vi a Astra  ya vestida y arreglada
-ven vamos a desayunar hay te explicare todo- dijo Astra en medio de un bostezo y comenzando a caminar a la cocina. Ella siempre cocinaba y lo hacía muy bien, sus padres siempre estaban fuera por el trabajo y solo se veían un poco por las noches, el resto del día Astra estaba sola con Pandora en casa
-me encanta tu desayuno- dije animado mientas comía
-jajaja, gracias- dijo Astra feliz -bien te explico, cómo ya sabrás por lo ensayos lo que deberás hacer, le pedirás que te enseñe y hospedaje a la madre de Samuel, le dirás que no eres de por aquí y que no encuentras ningún lugar en donde quedarte, le pagaras la renta del cuarto y los estudios con el dinero que ganaras en la pastelería de mi tía Ágata, ella es hechicera como yo asique estará consciente de que eres un gato y no un humano, por eso te enseñara de apoco, debes hacerle caso, ella es muy buena y ahora después del desayuno iremos a comprarte ropa por que la que tienes es de hechizo y cuando te alejes de nuestra magia desaparecerá, ¡ha! y la mama de Samuel enseña literatura- me explico Astra 
-esta bien, ¿dónde iremos?- pregunte terminando de desayunar
-iremos a un centro comercial que esta cera de aquí- dijo Astra levantándose, compraremos todo lo necesario, conseguí mucho dinero de la ultima clienta, porque me pidió una pócima muy rara- dijo Astra explicándome de donde era el dinero para eso. Salimos de la casa en dirección al centro comercial, yo nunca había estado en uno, eran increíbles, habían muchas cosas y había un piso entero ¡solo con comida!, definitivamente me gustaba mucho el centro comercial, compramos ropa para mí y  una maleta, paramos un poco para comer helado, son deliciosos, los humanos tienen cosas muy ricas
-¡Astra que bueno esta!- exclame
-Shhh- me dijo entre risas Astra -es solo un helado, disimula un poco Guillermo- dijo mientras reía algo bajo
-em, lo siento- dije avergonzado -Astra, ¿cuánto tiempo me diste con forma humana?-pregunte ya que en los tres días no lo hice
-un año, creo que será suficiente, porque si no tenderas que esperar otro año entero para volver a intentarlo- dijo ella seriamente, luego de eso y de comer un rico helado, seguimos comprando hasta tenerlo todo. Astra también me compro, cuadernos, lápices y una mochila, me dijo que era para estudiar con la mama de Samuel, en fin salimos del centro comercial y pasamos por la pastelería de su tía Ágata. Ella me recibió bien y me deseo suerte con mi deseo, luego volvimos a casa de Astra, hay ordenamos todo y me dio un mapa de cómo llegar a la casa de Samuel. Yo salí con la maleta en la mano mirando el mapa, Astra me deseo suerte y vio como me alejab. Llegue a una avenida y comencé a seguir el mapa tratando de comprenderlo del todo, mire a mi alrededor, había mucha gente pero no me atrevía a hablarle a nadie para pedir indicaciones, iba mirando el mapa distraído y siento que choco con alguien bruscamente, ambos caímos al suelo, yo algo desorientado busque enseguida el mapa que se me había caído sin eso jamás llegaría a la casa de Samuel, 
-fíjate imbécil, dijo el sujeto con el que me choque y se paro dejándome hay buscando el mapa,
-estas bien-….esa voz…era la de Samuel
-si, gracias- él me ayudo a pararme y me dio mi maleta
-enzima te empuja,  te vota y te insulta, que se a creído ese tipo- dijo Samuel cabreado
-emm, no te preocupes estoy bien, gracias- dije algo avergonzado, 
-y ¿qué buscabas tan distraído?- pregunto 
-em la casa de la profesora Martha, pero he perdido el mapa- dije desanimado
-pues estas de suerte porque yo soy Samuel, su hijo- dijo feliz, al parecer le había caído bien, aun que no era la primera impresión que quería darle como humano
-yo soy Guillermo, un gusto- dije sonriendo
-sígueme, te llevare donde mi madre- dijo Samuel de buena gana
-esta bien, gracias- dije comenzando a seguirlo con la maleta en la mano
-hombre, no hay de que, además hay algo en ti que me agrada, ¿no nos hemos visto en alguna parte?- dijo curioso
-eh., no, no lo creo- conteste nervioso, entonces ¿me reconocía como el gato de la calle?, mientas caminamos a su casa nos presentamos, pero no me conto más de lo que ya sabía, pero aun así lo escuche atentamente, le conté que estaría trabajando en una pastelería, omití cualquier cosa de Astra o Pandora, cuando llegamos no había nadie ni su madre, ni su padre
-pues te tocara esperar- dijo Samuel -pero podemos jugar a algo en la play para pasar el tiempo ¿qué te parece?- pregunto Samuel entusiasmado
-si está bien-  dije algo nervioso aun, Samuel me mostro la sala y encendió la play dándome un control
-¿has jugado alguna vez a esto?- pregunto Samuel
-no, me enseñas- dije algo inocente y tímido, Samuel me quedo mirando un poco detenidamente lo que provoco que me pusiera más nervioso aun y el al parecer lo noto 
-claro!, yo te enseño- dijo Samuel sonriéndome, empezamos a jugar, él siempre me ganaba pero luego aprendí a jugar y ya no podía ganarme, estuvimos un buen rato jugando y riéndonos de cualquier cosa que se nos pasara por la cabeza
-oye con la tontería si que eres bueno- dijo Samuel entre risas
-ya ves- conteste ya con más confianza y soltando una risa, escuchamos la puerta abrirse y vi a una señora entrar, ella era delgada y tenia rasgos de la edad en el rostro, se notaba seria y exigente,
-Samuel, hijo ya llegue- dijo mirándome extrañada
-a hola mama, el es Guillermo- dijo Samuel presentándome
-hola señora, un gusto- dije educadamente como me había enseñado Astra
-a si hola- respondió ella desinteresada
-el viene por el aviso de el alquiler de la habitación y para que le enseñes mama- dijo Samuel rápidamente al ver el desinterés de esta
-así, pues déjanos a solas hijo que hablare con el de precios y estudios- dijo ordenándole prácticamente a Samuel que se fuera
-si mama- dijo el obediente, se acerco a mí y me susurro “suerte”, luego se fue a una habitación que supuse era la suya
-y bien Guillermo, dime de ¿dónde eres?- pregunto ella, con Astra antes habíamos ensayado múltiples escenas posibles de este momento, pero no podía creer que me tocara la que más me incomodo interpretar 
-vengo de Angusta, un pueblo muy pequeño- conteste 
-y dime Guillermo ¿cómo es tu pueblo?- dijo ella algo dudosa
-es un pequeño pueblo que está cerca del mar, igual que esta ciudad por eso la he elegido- dije ya sin tantos nervios
-oh!, es por la misma razón que yo me he quedado aquí, por su hermoso mar- dijo feliz mente y relajando un poco el ambiente de tención que ella misma había creado. Ella acepto que me alojara en su casa, me dijo los costos y me preguntó en donde trabajaba. Le conteste todo sinceramente y luego de eso llamo a Samuel
-hijo llévalo a la el apartado que está afuera- dijo ella
-sígueme -dijo Samuel, yo pedí permiso, le di las gracias a la señora y seguí a Samuel. Él salió por la puerta trasera y subió por unas escaleras a un cuarto que tenía una cocina a leña muy antigua, una mesa cuadrada pequeña una alfombra de un verde pasto y una cama en un rincón, 
-deberás limpiarla un poco- dijo Samuel viendo el cuarto, detenidamente como si no lo conociera
-no vienes mucho a este lugar ¿verdad?- me anime a preguntar
-la verdad es que no, no me había fijado en la hermosa vista que tenia- dijo acercándose a la ventana y abriéndola permitiendo entrar una suave brisa marina, observé como miraba por la ventana y la luz del atardecer iluminaba su rostro. Sentí mi corazón latir fuertemente y mis mejillas sonrojarse, me acerque a la ventana para ver la vista al mar junto a él, él me miro un poco mientras yo tenía la vista en el mar que brillaba naranjo por la luz del atardecer
-¿de verdad no nos hemos visto antes?- pregunto Samuel mirándome
-no, de verdad que no- dije con una suave sonrisa y volteándome a verlo, el me miraba a los ojos como examinándome, yo me perdí en los suyos que me parecían inmensamente hermosos
-bueno el baño esta debajo de las escaleras- dijo alejándose hacia la puerta y con una risa nerviosa
-está bien, Gracias Samuel- dije aun con la misma sonrisa
-dime Samu, Guillermo- dijo él
-Guille- me apresure a corregir para que sintiera más confianza
-está bien Guille, te dejo instalarte- dijo sonriéndome y saliendo por la puerta sin dejar responderle. Yo estaba sonrojado a más no poder, observe mejor la habitación y vi que había un viejo armario de madera con tallados que mostraban a una chica en una puerta y a un chico en la otra, parecían que se miraban pero el fondo de la chica era una ciudad medieval y la del chico un frondoso bosque, como si fueran de mundos diferentes. La habitación si tenía mucho polvo pero sería fácil de limpiar ya que conservaba mi agilidad de gato. Limpie la habitación con unos trapos y una escoba que habían en la habitación y guarde la ropa que compre en el ropero, apile los libros que me dio Astra en un escritorio que estaba a un lado de la ventana y guarde lo dos o tres cuadernos en los cajones de este junto con los lápices, cansado me senté en la silla que estaba junto al escritorio y mire por la ventana el mar ya de noche y recordé el rostro de Samuel, mi corazón volvió a palpitar fuertemente, debo calmarme sino sospechara de mi.

Guille-neko (wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora