Narra Samuel
Llegamos a casa aun algo confundidos por lo que sucedió camino a la parada del autobús. La verdad es que ese chico me había dejado preocupado. Él era muy misterioso en todo desde que llego. Sé muy pocas cosas de él, tampoco es que este hace mucho tiempo, pero siento que lo conozco, curiosamente aun no me puedo explicar esa extraña sensación de aquella vez. Era un calor tan agradable tan reconfortante, podría vivir ese momento una y otra vez solo para renacer esa sensación… ¿Qué clase de cosas estoy pensando?. Removí mi cabeza negando e intentando quitarme aquellos pensamientos de la cabeza
-¿te pasa algo Samuel?- pregunto Frank, seguramente me vio negar
-no es nada tranquilo- dije sentándome en el sofá. Tome el mando de la play y se lo ofrecí. Él sonrió mientras se acercaba a recibir el control para jugar. Estuvimos jugando un buen rato hasta que llego Tamara la cual como siempre se pego a mí como chicle, lo que termino por incomodar a Frank, el cual dijo que ya era algo tarde y se fue. Al cerrar la puerta principal mire a Tamara algo molesto
-¿por que eres así?- cuestione
-¿así como?- dijo haciéndose la desentendida
-así, tan cargante, sabes que es incomodo- dije mientras veía como se acercaba a mi
-¿Qué tengo que hacer para enamorarte?- pregunto Tamara en un susurro mientras pasaba sus brazos alrededor de mi cuello acortando la distancia de nuestros rostros considerablemente
-Tamara- alcance a decir para luego sentir sus labios contra los míos, al principio me deje llevar, nunca nos habíamos besado antes. Vi hacia la puerta y vi a Guillermo mirando la escena con ojos cristalinos. Al verlo volví en mí y me separe rápidamente de Tamara. Por alguna razón sentía que estaba haciendo la peor de las aberraciones
-lo siento- dijo Guillermo en un hilo de voz y enseguida cerro la puerta principal sin cuidado alguno. Mire a Tamara molesto y ella solo me miro triste
-¿Por qué hiciste eso?- pregunte
-Samuel, yo… lo siento- dijo ella triste
-Tamara, sabes que lo nuestro es un arregló de mis padres, yo no siento nada parecido al amor, te quiero y te aprecio es cierto pero yo… no te amo- dije para luego salir por la puerta sin esperar una respuesta, aunque no pude evitar escuchar sus ligeros sollozos –lo siento- dije antes de cerrar la puerta principal dejando atrás a quien en unos meses seria mi esposa. Sentí el frio aire marino acariciar mi rostro haciéndome estremecer. Comencé a caminar sin ningún rumbo aparente, por alguna razón quería seguir los pasos de Guillermo, quería encontrarlo, me sentía con el ridículo deber de explicarle la situación… pero ¿por que?, no lograba entender esa necesidad que me impulsaba a buscarlo para explicarle que yo no quería besarla. Aunque es cierto que me deje llevar y que en el momento en que sus labios impactaron contra los míos, mi mente quedo totalmente en blanco, en un trance en el que ningún sentimiento mas que la confusión acaparo todo mi ser. Lo correspondí por mera inercia hasta que la puerta se abrió, rebelándome el rostro de Guillermo con aquellos ojos cristalinos que generaron la sensación de que era el peor monstro de la historia. ¿Por qué, por que me sentí de esa manera?, cuestionaba mientras avanzaba por los pasajes.
Sin darme cuenta llegue al centro de la ciudad. Mi estomago rugió indicándome que ya era hora de cenar. ¿Cuánto tiempo estuve vagando?, me percate que el cielo estaba ya totalmente oscuro. Vi un restaurant a lo lejos y decidí comer ahí. Camine a paso lento aun cuestionándome miles de cosas que pasan por mi mente y entre distraído al restaurante y me senté en una mesa solitaria que estaba hasta al fondo para así poder aclarar mi mente mientras comía. El camarero me atendió rápido y en unos minutos trajo mi orden. Comencé a comer pensativo mientras veía a la gente salir y entrar. Quede helado cuando vi a entrar a Frank con Guillermo. ¿Eran amigos?,¿Desde cuando?. Pasaron y se sentaron en una mesa algo lejos de la mía, veía como Guille sonreía con lo que contaba Frank. Sentí una extraña opresión en el pecho y no supe que hacer. Al parecer ellos no me habían visto. Ordenaron y no paraban de hablar, hasta que algo llamo enormemente mi atención, Frank dijo algo que hizo sonrojar a Guillermo y que una risa nerviosa comenzara en él. Sentí el dolor de mi pecho crecer con aquello y lo único que pasó por mi mente era que quería salir de allí lo más rápido posible. Deje el dinero de la comida y la propina en la mesa y Salí lo mas rápido que pude sin volver a mirarlos. Me aleje lo mas que pude del lugar sintiendo algo que no sabia definir, era parecido a la rabia, pero se sentía un poco diferente
-¿Qué rayos me pasa?- me dije en un suspiro, intentando relajarme para poder volver a casa.
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Guille-neko (wigetta)
Roman d'amourun pequeño gatito se enamora de un humano. Resignado por que creía que su amor nunca podría ser, le llega una ayuda dándole esperanzas. ¿cuanto sera capaz de dar este gatito por amor? y ¿que tan lejos llegara? --Escrito por Ative--