Capitulo 16 - Efectos

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Narra Samuel

Después de un extraño sueño, que no podía recordar, desperté y al ver a mí alrededor note que me encontraba en el apartado. Me senté en la cama mirando el lugar y tratando de acordarme como termine aquí. Vi a Guillermo en el suelo tapado vanamente y con una notoria mueca de incomodidad, fue entonces cuando recordé lo que sucedió. Me había desmallado en el patio y seguramente Guillermo me trajo hasta su habitación, lo que lo obligo a dormir en el suelo. Aun estaba obscuro, mire la mesita de noche que estaba a un lado y descubrí un reloj que estaba en ella, el cual indicaba que eran las 4:21 de la mañana. Mi vista se volvió a fijar en Guillermo, que dormía abrazando la manta que debería taparlo, por lo que su cuerpo comenzó a temblar. Cuando lo note me levanté rápido y lo tome entre mis brazos con delicadeza, para luego posarlo en la cama, después de todo era suya y por mi culpa ahora dormía en el piso. Vi como el chico se acurrucaba en la cama buscando calor en donde yo antes había estado. Me quede embobado viéndolo dormir plácidamente, no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mi rostro al verlo sonreír entre sueños
-¿Qué tanto sueñas?- susurre mientras me sentaba en la cama, el aun dormido y tal vez atraído por mi calor, se acurruco cerca mío. En ese momento, parecía que todo había desaparecido, sentía una paz y tranquilidad enormes. Acaricie su cabello mientras me tumbaba a su lado aun admirado su tierno rostro al dormir
-¿Quién eres en realidad?- pregunte nuevamente en un susurro, a sabiendas que mi pregunta no seria respondida. Mi mirada estaba fija en su rostro y en su expresión tranquila al dormir
-¿Cómo es que me haces sentir así?- pregunte otra vez a sabiendas de que no obtendría respuesta alguna de Guillermo -¿me explicas por que mi corazón late tan fuerte con solo tu presencia?- volví a preguntar en un susurro que se perdió en las paredes del apartado. Cerré mis ojos soltando un suspiro involuntario al sentir su cercanía
-¿acaso esto podría ser…?- dije como un vago susurro que de seguro no llego a sus oídos. Sentí como el cansancio y la comodidad me llevaba devuelta al mundo de los sueños.

Narra Guillermo

Abrí los ojos obligado por los tenues rayos de sol que se filtraban por la ventana, para dar de lleno en mi cara. Mire desconcertado a mi lado encontrándome a Samuel profundamente dormido. Ambos estábamos en mi cama, sentí que mi rostro enrojeció y como unos pinchazos en mi cabeza me recordaban los efectos segundarios del hechizo. Me lleve las manos a la cabeza para descubrir que en ella estaban mis orejas de gato. Mi nerviosismo comenzó a crecer más y más. No sabia que hacer, debía levantarme lo más rápido que pudiera sin despertar a Samuel y calmarme para que las orejas desaparecieran de nuevo. Trague saliva pesadamente y con cuidado me levante, por suerte el no despertó. Vi que la manta con la que me había tapado anoche ahora estaba a los pies de la cama. La quite con cuidado, pero vi como Samuel despertaba, por lo que en un rápido y nervoso movimiento me cubrí la cabeza con la manta haciéndome el desentendió y sentándome en el escritorio
-¿Guille?- dijo Samuel mientras se sentaba en la cama restregándose el ojo con la mano. Volver a escuchar como me decía “Guille” hizo que mi corazón diera un vuelco y sentí el mismo pinchado que antes había pasado en la cabeza ahora en el coxis. Eso solo podía significar una cosa. Mi cola también había aparecido. Vi como me miraba, atento a cualquiera de mis movimientos
-¿como llegue aquí?- pregunto algo desorientado
-te desmayaste en el patio y te traje aquí- conteste intentando camuflar mi nerviosismo, es que ahora lo pienso, como es que yo había llegado a la cama, ¿él me había puesto en ella y se recostó a mi lado?, pero si había despertado, ¿Por qué no se fue a su habitación?. Todas aquellas preguntas se formulaban en mi mente, mientras Samuel me miraba, como tratando de adivinar que tanto pensaba
-me duele un poco la cabeza, no recuerdo nada de anoche- dijo Samuel algo perdido mientras se levantaba con dirección a la puerta. Por alguna razón tuve el impulso de detenerlo
-si te sucede algo, puedes confiar en mi- dije mirándolo tratando de saber por que estaba así, pero lo que mas se me pasaba por la mente es que esto era a causa del hechizo
 -tranquilo estaré bien- dijo regalándome una sonrisa sincera y saliendo del apartado. Vi como la puerta se cerró y trate de encontrar una respuesta a todas las preguntas que se agolpaban en mi cabeza. Deje caer la manta que me cubría, revelando mis orejas y cola. El armario por dentro tenia un espejo por lo que camine hacia el y me mire en este. Moví mis orejas de atrás a adelante y vi como mi cola se meneaba. Calmate, me dije mientras respiraba profundo. Mi corazón aun no iba al ritmo normal, pero es que ¿Cómo quedar bien si he despertado a su lado?.

Guille-neko (wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora