Narra Guillermo
No podía creer que Samuel se fuera a casar, era algo muy doloroso, ahora sí que no tenía esperanzas en nada pensé mientras intentaba secar mis lagrimas inútil mente, mis lagrimas no paraban de salir, me sentía destrozado decepcionado, yo…,yo nunca tuve posibilidad frente a Tamara, pensé llorando a más no poder,
-disculpa, ¿puedo ayudarte?- pregunto una suave voz femenina, levante la cabeza para ver a una linda chica sentándose a mi lado
-no creo que puedas, es un problema sentimental- dije sintiendo aun como las lagrimas caían por mis mejillas
-cuéntamelo, tal vez así te desahogues y lo olvides- dijo la chica sonriéndome amablemente
-esta bien, tal vez funcione- dije entre sollozos –veras la persona a la que amo… se casara, y aunque él diga que sus padres lo obligaron, no hay remedio, solo tendrá que hacerlo- dije abrazando a la chica que tenía enfrente y llorando desconsoladamente en su hombro
-tranquilo- dijo ella con una voz muy suave –dijiste que la obligaron asique ella debe de amarte a pesar de que se casara con otro su corazón es tuyo- dijo dándome ánimos
-no es ella, es él- dije alejándome un poco y tomando un pañuelo desechable para limpiarme la nariz
-¿él?… bueno es lo mismo , el amor es amor- dijo ella sonriendo cálidamente, agradecí su comprensión, después de todo Astra me había dicho que no todas las personas eran comprensivas cuando se trataba de ese tipo de cosas,
-por cierto, soy Guillermo- dije extendiendo mi mano en modo de saludo
-Vanessa- dijo ella imitando mi gesto, sonreí aun con lagrimas en mis ojos, pero es que a pesar de estar algo más calmado, la sensación de ya no tener esperanzas en nada me oprimía el pecho, no es lindo ver como tu mayor sueño se destruye en una simple frase, me puse la capucha del polerón que traía puesto, ya que un viento helado comenzaba a correr,
-bueno se hace tarde y debo irme, suerte con tu chico Guille- dijo la chica para luego levantarse,
-espera- dije deteniéndola ella solo volteo a verme esperando a que le respondiera –yo…estoy perdido- dije sintiéndome muy avergonzado
-¿no sabes volver?-pregunto ella dudosa, yo negué con la cabeza –y ¿te sabes la dirección por lo menos?- yo solo volví a negar con la cabeza –vaya lio- dijo suspirando -¿Qué tal si te quedas en mi casa por hoy?- ofreció sonriéndome
-esta bien- dije sin ánimos, la verdad era que si savia volver pero no quería ver a Samuel mucho menos a Tamara y de seguro ambos estaban juntos en la casa, las lagrimas aparecieron otra vez, la chica se acerco a mi tomando mi mano para guiarme, tomamos un auto-bus y cuando me di cuenta estábamos cerca de la casa de Astra,
-es por aquí- dijo Vanessa a lo que yo solo asentí, cuando llegamos me dijo que me pusiera cómodo, yo entre tímidamente en su hogar, ese maldito sentimiento aun aprisionaba mi corazón, pero es que ya no podre cumplir mi sueño, el deseó que me haría convertirme en humano para siempre y estar al lado de Samuel, las lagrimas aparecieron de nuevo, solo que esta vez acompañadas de un horrendo dolor de cabeza, un suspiro de cansancio salió de mis labios llamando la atención de Vanessa
-te ayudare Guille, cuenta conmigo en lo que necesites- dijo ella sentándose junto a mí en el sofá, yo levante la cabeza y sentí como la capucha se resbalaba y dejaba mi cabeza descubierta, la mirada estupefacta de Vanessa me llamo la atención, empalideció en el momento en que levanté la cabeza ¿Qué le sucedía?
-¿estas bien?- pregunte con un hilo de voz, me estaba poniendo nervioso su actitud
-ti…ti…ti tienes, ¡tienes orejas de gato!-grito de repente haciendo que yo me llevara la manos a la cabeza, y si, era verdad, tenia orejas de gato, vi como Vanessa se levantaba y se alejaba de mi
-espera, déjame explicarte- dije intentando calmarla
-eso , explícate- dijo ella tomando una escoba para protegerse
-veras, es una larga historia- dije para que se calmara y me escuchara atenta
-te escucho- dijo Vanessa bajando su guardia, le explique todo desde como conocía a Samuel hasta cuando estaba llorando en aquella plazoleta, le conté de Astra y me prometió que guardaría el secreto, de apoco mientras le explicaba cosas nos fuimos sentando nuevamente en el sofá, le conté de Benicia y de Tamara, ella solo me escucho atentamente –y eso es todo- dije finalizando
-eso es injusto, tu estas dando todo por ese chico, esa zorra no debería interponerse- dijo ella cabreada lo que me provocó una ligera sonrisa, por alguna razón esta chica me recodaba a mi hermana menor…Carol, ¿cómo están tu y mama?
-eh? ¿Guille, sigues aquí?- dijo Vanessa llamando mi atención,
-a si- dije distraído –lo siento me perdí en mis pensamientos, ¿qué decías?- dije disculpándome
-que quiero ayudarte Guillermo, y sé que las esperanzas no están perdidas, después de todo, Samuel se vio obligado a explicarte que el casamiento entre él y Tamara fue planeado por sus padres, dime, si él no sintiera nada por ti, ¿Por qué se molestaría en explicarte esas cosas?- dijo Vanessa logrando que un notorio sonrojo llegara a mis mejillas, es que veía tanta verdad en su palabras que sentía como todas las esperanzas llegaban a mi otra vez, solo que acompañadas de un gran y agudo dolor de cabeza, sentí mi cuerpo desfallecer y a Vanessa llamarme muy de lejos, mis ojos se serraban y todo se obscureció.
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Guille-neko (wigetta)
Romanceun pequeño gatito se enamora de un humano. Resignado por que creía que su amor nunca podría ser, le llega una ayuda dándole esperanzas. ¿cuanto sera capaz de dar este gatito por amor? y ¿que tan lejos llegara? --Escrito por Ative--