You Are Not Alone || BangChan

• C a t o r c e •

Narrador omnisciente

14 Febrero 2019.
Seúl, Corea del Sur.

—Sabes, lo peor no ha sido eso. —contesta el compañero de pecas a la chica— Lo peor es que tengas un padre infiel a tu madre a vida abierta, aún cuando ella todavía le ama. —él suspira con algo de pesar— Es triste ver como mendiga amor, pero ella no quiere entender.

La pelicorta de lentes no se lo creía, aquel chico pecoso parecía muy feliz a pesar de tener aparentes problemas familiares.

—No sé que decirte Felix. —la chica dice insegura.

—No te preocupes, tengo ya mucho tiempo lidiando con esto, te lo digo solo para desahogarme ya que tengo que hacerlo con alguien, es como una rutina con mis amigos que me ayuda a sentirme mejor. —dice sonriente como si no acabaran de hablar de un tema desastroso hace una milésima de segundo.

En serio le agradaba la actitud hacia los problemas de ese chico, le gustaba bastante la manera sencilla de decir sus problemas, sin miedo a que alguien quiera romper su dulce corazón.

Otra cosa que le llamaba la atención es que le llamó amiga indirectamente, ya que él solo contaba su vida a sus amigos, era algo lógico.

—¿Y tú? Nunca nos has dicho algo íntimo. —dijo mientras mordisqueaba su paleta de dulce como niño de preescolar.

Él no sabía que estaba haciendo entrar a la chica en pánico pero él era dulce, no lo hacía con malas intenciones.

—Hmmm... Pues... —empezaba a dudar

—No tienes porqué decirlo si no te sientes cómoda, el día llegará, estaremos para escucharte, para eso tienes nuevos amigos. —dijo él para calmar sus nervios, era un chico listo después de todo. Codeo ligeramente su costado en forma de apoyo y ánimo, en definitiva este chico podría ser demasiado afectuoso para su gusto, pero era dulce y comprensivo. Su personalidad lo grita a lo lejos.

Ella asintió sintiéndose algo aliviada. Nunca en su vida había deseado tanto que los demás llegarán a la mesa.

A los minutos llegó una Garin con la cara de un perro por alguna razón, se tiró al asiento frente a sus compañeros ganando su atención.

—Estoy harta. —fue la expresión que dijo la compañera.

—Se nota. —dijo en tono burlesco el pecoso— ¿No te hizo caso Hyunjin?

Ella le miro fulminante. —Eso no es gracioso Felix.

Lily todavía continuaba confundida en qué se traían Hyunjin y Garin, seguro más tarde le preguntaría.

—¡Mi padre me ha buscado una madrastra! —dice con gran disgusto y casi gritando a los cuatro vientos.

—Dios mío Garin, merece ser feliz —dice Felix con la intención de ayudarle.

—¡¿Y qué con mi madre?! —dice algo más alterada.

—No quiero sonar cruel, pero murió hace ya seis años Garin.

Esto le había caído como balde de agua helada a la pecosa que observaba.

—Joder, al parecer nadie aquí tiene una vida feliz o libre de problemas—fue el pensamiento de la pecosa.

Garin se quedó callada solo pensando en la respuesta dolorosa de su amigo.

—Garin, no es un anciano y estoy seguro que quiere volver a sentir como su corazón late rápido al vivir un amorío con alguna mujer. —este chico era bastante sabio— Ya no eres una bebé, él quiere tu apoyo.