Len es un chico inteligente, demasiado calculador y frío por su parte Rin es una chica atlética y demasiado emocional.
Ambos forman parte de nuestra actualidad, son dos adolescentes normales que viven en Japón y desarrollan diferentes habilidades.
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12 horas del viaje en el tiempo de Rin y Len.
-Revisen el lugar-hablo un oficial a través de su woki toki- ese hombre no pudo ir tan lejos-decía esto mientras corría por los pasillos del museo a altas horas de la madrugada.
Algo realmente extraño es que a pesar de que corría por aquellos pasillos no lograba dar con él y sentía que solo daba vueltas en un solo lugar.
-Me da un poco de pena el ver, que jamás podrá alcanzar mi velocidad-habló una voz masculina, que saltó del techo y desmayo al guardia que se encontraba cuidado el lugar.
El hombre comenzó a caminar con mayor tranquilidad por los pasillos, entró sin problemas a la cámara donde había desaparecido Rin y Len. Observó con tranquilidad toda la atmósfera del lugar. Hasta que paró en el lugar donde estaban los dos collares que necesitaba entregarle a su alumna y el compañero que le faltaba encontrar.
-Mierda-susurro molesto mientras pisaba con fuerza y chasqueaba la lengua.
-Hola, Zoro-san-hablo un pelinegro que caminaba con tranquilidad saliendo de las penumbras.
-Eriol-habló en un tono monótono, mientras giraba la mitad de su cuerpo- también tenías curiosidad? -hablo esto mientras comenzaba a caminar al otro lado de la sala. Justo donde decía "el mejor espadachin".
-Claro que la tenía, son mis alumnos y llegué desde mucho tiempo antes que tú, para saber que estaban bien, cuidarlos y protegerlos de cualquier mal-dijo esto mientras caminaba lentamente al otro lado de la sala donde decía "mago oscuro"- y tú?, ¿Qué haces aquí? -finalizó mientras tomaba el báculo dorado que le pertenecía en su respectiva época.
-Yo vine por ellos, para llevarlos sanos y salvo. Explicarles que tenían que hacer-dijo esto mientras tomaba las tres katanas que eran de él y dejaba allí las que tomó prestadas del club de esgrima- pero todo se salió de control por tu dichosa "visita al museo"-dijo esto mientras se colocaba sus armas respectivamente a cada costado.
-Bueno, yo solo pensaba hacer un recorrido de campo, para ver si les sonaba algo-hizo una pequeña pausa mientras se colocaba enfrente de Zoro- claro que no contaba con que él, estuviera aquí y nos jugará una mala pasada...-dijo esto mientras una mueca se posaba en su rostro- espero que se encuentren bien, son nuestra última esperanza-finalizó mientras tomaba su báculo y comenzaba a recitar unas palabras para retroceder en el tiempo y buscar a sus alumnos.
Zoro solo podía pensar en algo - que los reyes comprendan la situación y se apiaden de ellos. -finalizó su pensamiento dando luz a un nuevo lugar. Un hermoso castillo blanco se posaba en la vista de ambos hombres.
