—¡Imposible! —anunció con frustración el rey Kane dándole un sonoro golpe a la mesa central.
—Mi señor, es toda la información que tenemos sobre dicha rebelión —dijo suave un noble caballero del rey.
—¡Pues investiguen más, no los tengo aquí para me se queden viendo mi cara todo el día! —dijo él todavía molesto.
—Cariño deberías calmarte un poco...
—¡No mujer! ¡Esto no se puede tomar a la ligera, esos rebeldes creen que podrán salirse con la suya! —le vociferó el rey a su mujer provocando que la servidumbre presente se asustara incluyendo a su esposa la reina.
El rey, quien estaba de pie se tranquilizó un poco y volvió a sentarse en su fino trono de oro y con almohadilla de cuero. Este se llevó la mano al puente de la nariz y soltó un suspiro de frustración.
Desde hacía casi dos años, el reino de la familia real, estaba siendo saboteado y amenazado ante plebeyos y pueblerinos que yacían dentro y fuera de las murallas del reino, pero más que todo era causado por los que yacían fuera, debido a que aquel reino estaba divido en dos partes; la primera la cual era dentro de las murallas, solo habitaban los pueblerinos que estaban destinados a ejercer en su debido tiempo algún puesto de la servidumbre o que ejerciera algún tipo de bien para el rey, mientras que la segunda parte que estaba distanciada con un puente de piedra y que daba de plano con un bosque, donde a varios metros solo habitaban aquellos quienes habían sido desterrados por actos impuros o irrespetuosos hacia la familia real o gente de la alta sociedad, según el rey, sin embargo esto no significaba que no fuesen parte del reino, más bien era como un castigo que podría conllevar varios años y que solo podía ser librado a quienes demostraran carácter o destreza en alguna habilidad que fuese beneficiosa para su soberano o para el reino mismo.
Aquellos saboteadores que el rey tanto detestaba, no eran todos, sino más bien una minoría que había estado incrementando poco a poco desde que las cosas en el castillo se volvieron estrictas cuando llegó al mandato el ahora rey, Marcus Kane, quien su manera de reinar disgustaba a muchos, pero poco podrían hacer ante el poder supremo que ejercía la realeza, es por esto que entre los pueblerinos, aquellos que sí tuvieron las agallas de protestar por sus derechos y por lo que creían correcto decidieron unirse en un grupo formando una rebelión, que aunque muchos sabían de su existencia nadie sabía exactamente quién era su líder ni quiénes eran sus integrantes, era esto lo que más le molestaba al rey, no saber ni el paradero ni los rostros de la gente que atentaba contra su reino.
Aquella mañana nada más despertar, el rey se había llevado la abrupta noticia con que el carruaje que designó para enviar reservas de comida al rey de su aliado castillo, fue totalmente saboteado por alguien quien despistó a los guardias que lo escoltaban fuera de las murallas e hizo derribar las ruedas de madera de la carroza. Todos los pueblerinos hambrientos y algunos que apenas tenían con qué vestir, al ver la comida siendo esparcida por todo el suelo no desaprovecharon la oportunidad y cogieron manzanas, bananas y sandías que rodaban por el suelo rocoso de aquel camino. Los guardias al ver el caos cogieron sus látigos y comenzaron a pegarles a los aprovechados sin piedad alguna. Hubo uno que quiso revelarse más de la cuenta y corrió con la mala suerte de ser detenido y llevado al calabozo, lugar al cual eran sometidos todos aquellos que osaran revelarse contra su monarca. Lugar el cual solo podrías salir dependiendo tu condena, condena que para este pueblerino que solo quiso un bocado de la comida, consistía en más ni menos que sesenta días en paupérrimas condiciones y solo una comida al día, al menos no había corrido la suerte de ser exiliado.
El rey Kane a diferencia de sus súbditos creía que hacía lo mejor para su pueblo al tratarlos de esa manera, creía que con torturas y masacres de todos aquellos rebeldes era lo mejor para así dar ejemplo y librarse de toda la peste que se escondía en su pueblo enseñándoles a ser leales ante sus superiores. Hubo una época en donde mató a varias personas inocentes que vivían fuera de las murallas del castillo solo porque protestaban por una mejor vida y por querer al menos una mejor seguridad. La gente que vivía fuera de las murallas cada día y cada noche era expuesta a los grandes peligros de la naturaleza que los rodeaba, y se ponía peor cuando el pequeño pueblo abastecido a varios metros dentro del bosque se desolaba en las noches, en estas condiciones los lobos forasteros y otros depredadores hambrientos asechaban por los alrededores mientras que los habitantes sin ninguna protección tendrían que hacerle frente de una u otra forma. Para ese entonces estas personas simplemente se posaron de manera pacífica delante de las enormes puertas, y el rey al escuchar las "insolencias" de aquellas, dio la orden de apuntarles con sus ballestas y cazarlas a la vez que corrían para asesinarlas mientras se escuchaban sus plegarias. Este acto había ocurrido mucho antes de que la princesa fuera mayor de edad, más bien cuando ella tenía tan solo seis años y es por esto que también había sido acallado, quien hablara del tema o lo esparciera, estaría acabado.
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La realeza [Clexa AU]
FanfictieEsta historia está ambientada en una época medieval en la que un par de desconocidas como lo son; una pueblerina y una princesa, se cruzan y se dan la oportunidad de conocerse, pero una de ellas esconde un enorme secreto mientras que la otra vive en...