Después de contarles toda mi historia Luther habló.
- Es... el momento del funeral. -Salió hacia al patio, los demás lo siguieron.
Me fui a mi habitación no quería estar en ese maldito funeral, era un monstruo ese viejo, ni merece un velatorio. Vi en mi armario, sólo ropa de la Academia, suspiré y fui al cuarto de Allison. Allí conseguí un jean con dobladillo en la punta, una remera negra y una campera inflable naranja fluor, que era cortita; por lo que me quedaba bien.
Tenía hambre, así que salí de la Academia hacia mi lugar favorito en todo el mundo, "Griddy's Doughnuts", es una cafetería a la que veníamos con mis hermanos a escondidas de Reginald. Me senté afuera del local unos 15 minutos, disfrutando del atardecer, pero poco tiempo después comenzó a llover, por lo que entre al edificio y me senté en unas sillas pegadas al mostrador. Miré para todos lados apreciando el lugar, da asco. Toqué la campanita y enseguida vino una mujer de mayor edad, estaba vestida con un estúpido vestido rosado, un delantal y un tipo sombrero blanco. Sacó de su bolsillo una libreta y destapó su birome.
- Hola -Sonrío- ¿Qué se le ofrece?
- Agnes -Leí la placa que tenía a su lado izquierdo del pecho- Que... lindo nombre -En realidad era horrible. Esta soltó una pequeña risa.
- Gracias -Volvió a sonreír. Sonreí forzosamente.
- Quiero una dona rellena de chocolate, con unos waffles y un batido de frutilla -La miré.
- Parece que tienes hambre -Anotó en su libreta.
- Sirva el estúpido pedido, ¿Quiere?
- Claro -agacho la cabeza, me dio la dona, fue a hacer el batido y los waffles.
Le di un mordisco y saque un libro de Harry Potter de mi mochila, me dispuse a leer. La señora llegó con mi pedido, lo puso sobre el mostrador y se fue del lugar. Terminé la dona y comencé a comer el waffle.
Pasaron unos 15 minutos, ya habia acabado mi comida, escuché que alguien entraba a la cafetería y se sentaba al lado mio, ¿En serio teniendo tanto lugar se pone justo aquí?. Seguí leyendo, tape mi cara con el libro, la persona de mi lado tocó la campanita dos veces. Se volvió a escuchar la campana de la puerta abrirse.
La señora apareció.
- Perdón, se tapó el lavabo -soltó una pequeña risa- Bueno, ¿Qué les sirvo?
- Un boyo de chocolate -Por su voz pude saber que se trataba de un señor mayor. Miré por el reflejo del estante de donas.
- Bien, ¿Y al niño? ¿Le traigo un vaso de leche?
- El niño quiere café, negro -Me di cuenta de quien era, Cinco. La señora lo miró.
- Que lindo -Río mientras miraba al señor, este parecía confundido. El niño sonrío.
Mientras Agnes preparaba sus pedidos Número Cinco habló.
- No recordaba que este lugar fuera tan horrendo -Miró al señor. Yo tampoco- Solía venir cuando era niño, nos escabulliamos con mis hermanos y comíamos donas hasta vomitar -Ay si, que recuerdos- Tiempos más simples, ¿No? -Le preguntó al señor, este lo miraba confundido.
- Emm sí, si, supongo -Respondío. Agnes les dio su pedido- Yo le invito. -Le dio el dinero.
- Gracias -Dijo el menor- Tú debes conocer bien la ciudad.
- Espero, la recorro hace 20 años.
- Bien -Lo miró- Necesito que me de una dirección.
El señor anotó en una servilleta y se fue del lugar. Suspiré y seguí leyendo, Cinco miró mi libro.
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¿En serio, Cinco?《Número cinco y tú》© CANCELADA
Fanfic- Puedes estar bajo mi sombrilla - ¿Bajo tu sombrilla? - Sí, porque te dije que aquí estaré, dije que siempre sería tu amiga . . . . . . . . Los personajes (excepto algunos personajes q son de invención propia) le pertenece a la increíble imaginació...