¿En serio, Cinco?《Número cinco y tú》© CANCELADA

C A P Í T U L O U N O

23 de enero de 1994

5 años, hace 5 años he llegado a este lugar. A decir verdad es una extraña mansión, 42 habitaciones, 19 baños, pero eso no es lo raro, lo raro son las personas que viven aquí.

Me encontraba persiguiendo a Número 4 por toda el ala de las habitaciones, me había robado una de mis faldas de la Academia... otra vez.

-¡Ven aquí maldito mocoso! - Para tener 5 años corre demasiado rápido - ¡Devuelveme mi falda!

- Alcanzame si puedes, pequeña ocho -Dijo el niño con mi falda en su mano derecha- ¡Corres tan lento! -Volvió a decir mientras corría escaleras arriba para ir a la sala-

Lo iba a seguir hasta que tropiezo y caigo arriba de algo, más bien de alguien, ya que se escuchó un pequeño quejido.

Al ver de quien se trataba esa persona me levanté rápidamente.

-¡Oh Cinco! De verdad lo lamento, fue mi culpa, no vi por donde iba, cuatro me sac- iba a seguir hablando hasta que me fulminó la mirada del niño, seria, sin expresión- Claro, déjame ayudarte -Sonreí extendiendo mi pequeña mano-

- Siempre es tu culpa, Número ocho. No quiero tu ayuda -Se levanta solo y sacude sus shorts que se llenaron de tierra debido a la caída-

Al decir esas palabras se me borró la sonrisa. Abrí la boca para decir algo pero justo sonó una campana, era mamá, que llamaba para que vayamos a comer.

Cinco abandonó enseguida el lugar, como si alguien lo estuviera persiguiendo. En cambio, yo, subía las escaleras tan tranquila mientras pensaba en porque él me había hablado de esa forma.

Narrador omnisciente

Al llegar a la cocina, todos se pararon al lado de sus respectivas sillas, esperando a su padre, para que dé la orden de sentarse y así empezar a comer. A los minutos se encontraba Reginald en la punta de la mesa.

- Sientense -Dijo él señor multimillonario-

Todos hicieron caso, quedando así Ocho en medio de Número Dos y Cinco.

1 de octubre de 1996

Narra Ocho

Era nuestro cumpleaños número 7, lo que significaba que Sir Reginald nos regalaba lo que quisieramos. Número 1 pidió cómics, revistas, pósters sobre la luna. Número 2 pidió una tabla de dardos, para así poder seguir prácticando. Número 3 pidió bufandas, bolsos, maquillaje, pero papá le regalo solamente un bolso con brillos color rosados. Número 4... bueno, él pidió deshacerse de su poder, pero sólo le regalaron un juguete con forma de fantasma, irónico, no?. Número 5 pidió 2 libros, uno sobre el viaje en el tiempo y el otro sobre café. Número 6 no pidió nada, pero su padre le regalo un juguete que se transformaba de un pulpo a una persona, ¿este día es de la ironía o que?. Número 7 pidió clases particulares de violín, y un violín. Y por fin.. yo, Número 8 la segunda más madura de toda la casa... nah! es broma, si todavía me peleo con Número 4 a ver quien se come el pedazo de sandía más rápido. Bueno, yo pedí dos micrófonos, la verdad es que se me da muy bien cantar, pero, ¿Por qué pedí dos micrófonos? La sencilla razón... para poder cantar con Número seis.

Reginald les dio sus regalos y se marchó para su estudio, pasaba todo el tiempo allí, ¿Qué estará tramando?

Abrí mi regalo y se lo mostré a seis.

- ¡Seis, mira esto! -Dije contenta mostrandole los dos micrófonos- 

- Wow, a puesto a que se escuchan muy bien - dijo el pequeño con los ojos muy abiertos mientras formaba una pequeña "O" con sus labios, estaba sorprendido-

- Ven, ¡Vamos a probar! -Dije y enseguida agarré el brazo del niño azabache llevandolo a mi habitación- 

De repente ya nos encontrábamos  cantando a todo pulmón, amaba estar así con seis, se podría considerar mi mejor amigo.

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Bueno weones

Espero que les haya gustado el primer capítulo, cabe aclarar que los primeros capítulos van a ser así, cuando eran niños

Los próximos van a ser más largos uwu

Si les gustó comenten y voten, me ayudarían muchísimo :D