Narra ocho:
Me desperté, pero no era mi habitación, estaba en una sala blanca, no había nada.
- ¿Hola? -Pregunté al aire, aunque era inútil, ya que no había nadie- ¿Cuatro? ¿Papá? ¿Cinco? ¿ALGUIEN? -grité- Por favor... -susurré.
No era de asustarse fácil, pero, es mi mayor miedo, la soledad. Siempre le tuve temor a eso, algún día quedarme sola, sin salida, me aterraba.
Me senté en el medio de esa sala, me di cuenta de que no tenía la ropa de la Academia, sino, un jean blanco, zapatillas blancas, remera blanca que me quedaba grande, y mi pelo era blanco.
- ¿Q-qué? -susurré- no por favor, no de nuevo -algunas lágrimas empezaron a salir.
Siempre tenía la misma pesadilla, que venían unos hombres con máscaras, y yo tenía que enfrentarlos sola. Nunca logré vencerlos, siempre me mataban y me arrojaban por un barranco. Es muy raro, y da miedo.
De repente escuchó como se abre una puerta a mis espaldas. No me voltee. Me tocaron el hombro, sacudiendome.
Desperté.
Abrí los ojos y vi que era Uno. Me senté en la cama.
- Ocho, ¿Estás bien? -se le oía preocupado.
- ¿Qué quieres, Uno? -pregunté secamente. Él era la última persona a la que quería ver.
- ¿Qué te hizo?
- Vete de mi cuarto. -me levanté de la cama y me vi en el espejo, daba asco- En serio, Uno. Largo -le di la espalda, llevando mi vista a mi guitarra.
- Yo... Ocho, de verdad lo siento. Discúlpame -Iba a seguir hasta que lo interrumpí.
- ¿¡Qué no entiendes!? -Me di la vuelta sobre mi propio eje, haciendo que cosas caigan de mi repisa- ¡QUE TE VAYAS! -Grité furiosa.
Uno sin rechistar se fue, volviendo a dejarme sola. Suspiré, cerré la puerta con traba y me dediqué a juntar mis cosas, odiaba cuando esto pasaba.
- ¿Por qué esto a mi? -susurré y alcé un collar que me había regalado Cuatro por navidad, lo puse en su lugar.
Una campana comenzó a sonar, dando a entender que era hora de ir a cenar. Dejé lo que estaba haciendo y subí hasta la cocina, me puse al lado de mi silla. Cuatro me sonrió, yo sólo lo miré y volví a mirar en frente mío, seria. Reginald llegó y ordenó que nos sentemos. Empezamos a comer.
13 de julio de 2001
Narrador Omniscente:
Reporteros, policías, gente, se encontraban afuera de un banco que estaba siendo asaltado.
- 5, 4, 3, 2... -Empezó a hablar un reportero- Aquí Jim Helerman informando en vivo para el canal 2 desde el banco capital. Un grupo de hombres armados ingresó al banco hace menos de tres horas y tomó una cantidad incierta de rehenes.
- Oigan -habló un hombre con una radio en la mano dentro del banco- llevenlos atrás del mostrador. Ahora me pusieron en una posición en la que no quiero, tengo que hacer algo que no quiero hacer.
Klaus, Cinco, Allison y _____ habían entrado por el techo, escondiéndose detrás de una pared. Tres avanzó hasta el hombre de antes.
- Mierda -se percató de que Allison estaba al lado de él- Oye, vuelve con los otros -señala-
- Oí un rumor... -Empezó a hablar Allison-
- ¿Qué dijiste? -se acerca a Tres. Esta se acerca a su oído-
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¿En serio, Cinco?《Número cinco y tú》© CANCELADA
Fiksi Penggemar- Puedes estar bajo mi sombrilla - ¿Bajo tu sombrilla? - Sí, porque te dije que aquí estaré, dije que siempre sería tu amiga . . . . . . . . Los personajes (excepto algunos personajes q son de invención propia) le pertenece a la increíble imaginació...