Hayaro:
Volví a repasar los papeles que tenía sobre mi escritorio, no podía creerlo, Aoki era el topo.
Desde que la policía había hecho redadas en varios de nuestros almacenes y sitios de apuestas supe que algo iba mal, pero nunca pensé que uno de mis hombres de más confianza trabajara con la policía, o lo que no sé si es peor, sería un policía encubierto.
Si fuera por mí lo dejara ir con una advertencia, pues realmente llegué a considerarlo un amigo. Pero el abuelo no estaría para nada contento, seguramente ya había enviado a alguien, probablemente Shinishi, para que se deshiciera de él.
Saqué el contenido del sobre naranja que tenía a mi lado y examiné una y otra vez las fotos que habían en él: mostraban a Aoki con una mujer y un niño de unos 5 años.
No pude aguantar las lágrimas, Aoki era padre y esposo. Dejaría a una mujer viuda y a un niño huérfano.
¿Acaso era estúpido?, pensé enojado, ¿cómo teniendo familia, pudo aceptar infiltrarse en el clan?
Golpee la mesa con rabia y me puse de pie, lanzando hacia el suelo todos los papeles y las fotos.
-¡¡¿¿QUÉ TENÍAS EN LA CABEZA, AOKI??!!
Me arrecosté a la pared y cerré los ojos, respiré hondo para intentar calmarme aunque sin mucho resultado.
Odiaba esto, yo estaba haciendo un trabajo que aborrecía para asegurar la libertad de mi hermana, y él se había ofrecido para hacer un trabajo que pondría en peligro a su familia.
Mi móvil sonó y al ver quién llamaba no dudé en responder.
-Hola, flor de loto -respondí con la voz un poco quebrada-
-Oniisan ¿pasa algo? -me preguntó preocupada, y como siempre, me abrí a ella-
-Aoki, él... -intenté contener las lágrimas, pero simplemente no podía, estas eran el tipo de cosas que debía esconderle a mi abuelo, un líder yakuza no llora, y mucho menos por un traidor- es un policía infiltrado, seguramente el abuelo ya se deshizo de él.
-No, imposible -dijo contrariada-
-Yo tampoco lo creía, pero es la verdad -le dije- tiene mujer e hijo.
-¿Ellos están bien?
-No tengo idea -confesé- ¿sabes? Si lo hubiera descubierto antes que el abuelo, lo hubiera ayudado a escapar o a esconderse, era mi amigo Haya-chan, no importa si es policía, me cubrió las espaldas muchas veces, esto es mi culpa.
-Escúchame oniisan, esto no es tu culpa, no lo es. Ni tú ni yo somos culpables por haber nacido en la familia Akira, pero sí puedes intentar dejarlo.
-Ya hemos hablado de esto Hayami -dije tajante- no puedo dejarlo.
-Exacto -corroboró ella- sólo no, pero con Dios sí.
-Te dije que estoy feliz de que seas cristiana, pero nunca que yo quisiera serlo.
-Sí, esa es tu decisión, pero yo creo que Dios te puede ayudar a salir de ese hoyo en el que estás, si no es por ti, por mí. Y vuelvo y te lo repito, voy a orar para que Dios ponga delante de ti una salida.
-Flor de loto, la gente no deja la yakuza así como así, y menos sin consecuencias.
-Es verdad, y tampoco un corazón con miocardiopatía dilatada se transforma en un corazón sano, como el de un niño, por sí solo. No puede, pero Dios sí puede hacerlo.
-¿Qué estás diciendo?
-Lee está sano, oniisan -su voz se notaba desbordante de alegría-
-¿Cómo es posible?¿Recibió un transplante?
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Adopción. [✔Serie: Significado✔]
Tâm linhDiferentes circunstancias... Diferentes orígenes... Diferentes secuelas... Pero el mismo problema. Diferentes trayectorias... Diferentes experiencias... Diferentes sentimientos... Pero el mismo vacío. La misma salida... La misma solución... La misma...