Hola! Hola! Este es un capítulo especial que no tiene nada que ver con lo que está sucediendo en este momento en la trama de la novela. Sino que lo escribo como una especie de "descanso", por así decirlo. Lo que quiero decir es que este capítulo no afecta en nada la trama, en otras palabras, que no es obligatorio leerlo para comprender lo que sigue. Eso sí, aquí Lee nos va a contar uno de los momentos más lindos al comienzo de su noviazgo con Hayami.
Hace poco más de dos meses...
Lee:
Revisé la lista por quinta, no, sexta vez:
1. Hacer la reserva ✔
2. Recoger el traje en la tintorería ✔
3. Comprar las flores ✔Todo estaba en orden. Todo debía salir perfecto.
¿Qué era lo que estaba haciendo? Pues preparando una cita inolvidable para mi enana.
¿Por qué lo estaba haciendo? Pues fácil, resulta que hace una semana Hayami y yo fuimos al cine en una cita doble con Ethan y Sarah.
Vimos una película de la cual no recuerdo el nombre ni tampoco me interesa recordarlo, el problema es que había una escena en la que el protagonista le prepara una cita súper romántica a la protagonista y en lo que Ethan dormía y yo luchaba por no terminar como él, escuché a las chicas suspirando, Sarah le preguntaba a Hayami si no le gustaría una cita así, a lo que mi novia respondió, y cito: "No sé, la verdad no me imagino a Lee haciendo algo así".
Y eso, damas y caballeros, es a lo que yo llamo una provocación, sí, una provocación. Por tanto en ese mismo momento tomé la decisión de prepararle a Hayami la mejor cita de la historia.
Desafortunadamente yo no tenía idea de cómo hacerlo, pero conocía a alguien que sí, la cosa es que ese alguien también era el padre de mi novia: Kyle Ressler.
-¿Quieres mi ayuda para qué? -me preguntó cuando fui a buscarlo-
-Para preparar la cita perfecta para Hayami -repetí por enésima vez-
-¿Y por qué crees que yo te puedo ayudar? Chaval.
-Pues porque eres un guionista que ha escrito una gran cantidad de películas y novelas. O sea, que de tu cabeza brotan ideas.
-¿Sabes qué? -me dijo después de pensarlo un rato- me gusta que te quieras esforzar por hacer algo lindo para mi hija. Te estás ganando mi aprobación.
-Pensé que ya la tenía.
-Que todavía no haya puesto una bomba en tu coche y haga estallar tus sesos no quiere decir que me caigas bien.
Y luego de esa pequeña, pero productiva conversación me orientó sobre qué cosas hacer, a qué tipo de restaurante ir, qué ropa ponerme, y esas cosas.
Lo cual nos trae de regreso aquí, al presente. Tenía todo lo de la lista hecho e incluso ya estaba preparado. Traía un ramo de flores precioso, me monté en el coche y conducí hacia su casa.
Pero en el transcurso del viaje serias dudas invadieron mi mente. Yo quería que Hayami tuviera una cita única que no olvidara nunca en su vida. Sin embargo le había preparado la cita romántica típica, el cliché que salía en todas las novelas.
Esto no se parecía en nado a lo que quería.
Aparqué el coche y miré mi reloj, tenía media hora para arreglar todo esto, así que marqué el número de Sarah en mi teléfono.
-Diga.
-Sarah, soy Lee, necesito tu ayuda.
******
Llamé a la puerta y Hayami abrió. Estaba preciosa, con un vestido rojo de flores y el cabello suelto.
Yo por mi parte me había aflojado la corbata, quitado la chaqueta y remangado las mangas hasta los codos.
-Estás hermosa -le dije sincero-
-Gracias -se sonrojó un poco-
Me adelanté y le abrí la puerta del coche.
-¿Qué estás planeando? -me miró de reojo-
-¿Quién?¿Yo? -me hice el despistado, aunque sobreactué un poco- ¿es que acaso uno no puede ser un poco caballeroso con su novia?
Ella no se lo tragó pero asintió.
El viaje nos llevó unos minutos que pasamos en silencio, pero no el tipo de silencio incómodo sino todo lo contrario. Su sola presencia a mi lado me hacía sentir bien.
Finalmente llegamos, el aire de la playa azotó nuestras caras y pude ver en su rostro la expresión que tanto andaba buscando.
-Lee, esto es perfecto -dijo sin retirar los ojos del lugar-
Seguí su mirada, en el medio de la playa, Sarah había adornado cuatro postes con luces blancas y azules, y había colgado otras más entre ellos. En el medio había colocado una mesa con dos sillas.
No tenía idea de cómo se las había apañado esa chica para decorar todo aquello, pero le estaría agradecido de por vida.
Me quité los zapatos y los metí en el coche e indiqué a Hayami que hiciera lo mismo. Luego entrelacé nuestros dedos y la llevé a la mesa.
En ella reposaba una corona de flores hecha del ramo que antes había comprado. La tomé y se la coloqué en la cabeza a mi enana.
-Esto originalmente era un ramo de flores -le confesé- quería prepararte una cita especial, que fuera inovidable, pero terminé preparando el típico cliché: restaurante caro, esmóquin, un ramo de flores. Gracias a Dios recapacité a tiempo -reí- ¿te gusta?
-Viendo con el corazón que lo hiciste para mí, hasta ver una peli en casa comiendo comida china me hubiera encantado. Pero esto, ya te lo dije antes, es perfecto.
Terminó de decir esas palabras y me regaló una sonrisa que le devolví, miré sus labios, oh Dios, tenía que besarla, era ahora.
Me acerqué a ella y deposité en sus labios un beso rápido, fugaz, pero que me estremeció, y di un paso atrás. Siempre me estaba diciendo que sabía kárate y yo no quería comprobarlo ahora.
Me observó por un minuto como decidiendo qué hacer conmigo cuando se puso de pie y caminó hacia mí.
-Es no es mi fin ¿verdad? -le pregunté-
-No -dijo sujetando mi corbata- es sólo el comienzo.
Jaló de ella y unió nuestros labios en el beso que tanto estaba esperando, ese fue nuestro primer beso como pareja.
-Aquí está la comida -la voz de Sarah nos interrumpió-
-Sabía que no habías podido organizar todo esto tú sólo -me dijo mi novia-
-Admito que tuve que pedir ayuda.
-Cariño -le dijo Ethan a Sarah- creo que debemos dejarlos.
-Yo también lo creo -dijo esta y ambos se marcharon-
-¿Comemos? -le pregunté a mi enana-
-Mejor más tarde.
-Esperaba que dijeras eso -confesé para volver a capturar sus labios-
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Adopción. [✔Serie: Significado✔]
SpiritualitéDiferentes circunstancias... Diferentes orígenes... Diferentes secuelas... Pero el mismo problema. Diferentes trayectorias... Diferentes experiencias... Diferentes sentimientos... Pero el mismo vacío. La misma salida... La misma solución... La misma...