Adopción. [✔Serie: Significado✔]

Chapter #17: -¿Es una amenaza? -Tómalo como una advertencia.

Lee:

Si dijera que no estaba nervioso por mi cita con Hayami estaría mintiendo. Las manos me temblaban.

Sólo luego de que su hermano me sacara de allí me di cuenta de lo que había hecho. Pero no me arrepentía en nada.

Lo que me hizo despertar y pedirle salir fue verla con su hermano antes de saber que era su hermano.

Debo admitir que los celos me mataban y luego cuando lo conocí me sentí estúpido por ponerme celoso.

Y comprendí que eso me pasaba por esconder mis sentimientos y no intentar salir con ella.

-Hola enana -la saludé cuando se acercó pero la vi un poco acalorada como si acabara de discutir- ¿pasa algo?

-Sólo una pequeña discrepancia con Sarah, pero entiendo a qué se refiría y todo terminó bien entre nosotras.

-¿Y esa pequeña discrepancia tiene algo que ver conmigo?

-¿Cómo lo supiste? -me preguntó sorprendida-

-Tu cara es un poema, no me quisiste mirar a los ojos cuando te pregunté. He notado que ezquivas mi mirada cuando no quieres contarme algo que tiene que ver conmigo.

-¿Como cuándo hice eso? -preguntó-

-Como cuando te pregunté si me amabas.

Fue lindo ver sus mejillas ruborizadas. Nunca la había visto así.

-¿Y bien? -volví a decir- ¿cuál era esa discordancia? -como no respondía me senté en el primer banco que vi- si no me dices no salimos de aquí.

Aunque me presentaba valiente queriendo saber, la verdad era que tenía miedo de lo que mi enana pudiera decir. Creo que Sarah es una mujer con muy buen juicio y realmemte odiaría que ella estuviera en mi contra. Digamos que por mi obsesión por ser perfecto.

Sin embargo aunque con miedo quería saber, pues si algo aprendí viendo 10 temporadas de Smallville era que los secretos estropean las relaciones. Y contrario a lo que había pensado toda mi vida, quería una relación seria con Hayami.

Las relaciones serias implican abrirse con la persona y mostrarle quién eres realmente. Mostrarle que no eres perfecto, y eso no ligaba conmigo.

Pero de alguna manera quería que Hayami supiera que no soy perfecto, que viera mis imperfecciones.

Ella se sentó a mi lado, respiró hondo y comenzó a hablar.

-Lee, hace unos días acepté a Cristo. Sarah está preocupada de que salga dañada si empezamos una relación.

-Hayami, yo... te dije que un pastor evangélico prácticamente me crió. Yo iba a la iglesia de niño, mis problemas no se resolvieron y seguramente tuviste tus razones para aceptar a Jesús pero no creo en nada de eso.

En sus ojos pude ver la decepción, no podía perderla ahora así que se me ocurrió una idea.

-No tomes ahora mismo la decisión de si salir conmigo o no. Vamos a nuestra cita, te prometo que no haré ningún movimiento y si al final no quieres tener una relación romántica conmigo lo entenderé.

-Ok. Pero salgamos en plan amigos, y mi decisión la tomaré a solas con Dios.

-Está bien, sin presiones. Ga-neun mali gowa-ya oneun gop-da.

-Sabes que no hablo coreano ¿verdad? -inquirió-

-Significa: Trata a los demás como quieres que te traten. Supongo que si yo estuviera en tu situación querría que me dieran tiempo. Aunque eso nunca sucederá.

-¿Qué cosa?

-Que yo sea cristiano, jamás sucederá.

-Razón de más para que yo piense en esto con calma -se ubicó delante de mí- Lee, me gustas, es más, me encantas, y hasta me atrevería a decir que te amo. Sin embargo acabo de conocer un nuevo amor al cual no estoy dispuesta a fallarle, mi Dios -y con la misma facilidad con la que me dejó caer esa bomba cambió de tema- ¿Y bien? ¿A dónde vamos?

Caminamos hasta un parque muy pintoresco que se encontraba en frente de la universidad y allí tomamos un bus directo a nuestro destino. Cuando bajamos pude apreciar perfectamente la cara de estupefacción de la enana.

-Es increíble L.

-Una vez me dijiste que te gustaba el básquetbol. Y aquí estamos. Hoy tu equipo favorito va a jugar en esta cancha.

-Muchas gracias. Entremos.

No sé mucho acerca de este deporte por lo que tampoco sé decir si el juego fue bueno o malo. Sin embargo la cara de Hayami durante el partido gritaba que lo había disfrutado.

Hoy también descubrí algo sobre mi enana (a parte del hecho de que ahora es cristiana), al parecer Hayami se sabe de memoria el nombre de todos los integrantes de su equipo favorito.

En realidad se pasó el partido entero gritando cosas como "Vamos Mark", "Haz algo que sirva Luke" y "Así se hace Sanders".

Lo cual fue divertido y extraño. Divertido porque vi una cara de Hayami que nunca antes había visto, la de fan. Y extraño porque nunca había visto a una chica como Hayami tan emocionada por un deporte, y sé que hay muchas mujeres que aman los deportes en este mundo, sin embargo fue mi primera vez con una de ellas. Digamos que mi madre no es una gran aficionada al deporte y nunca me interesó conocer los gustos de mis "exnovias".

Fue un tiempo genial.

Luego de que acabara el juego fuimos a una heladería, pues otra de las cosas que sabía de Hayami era que le gustaba el helado, aunque no imaginaba hasta que punto.

-Uno de chocolate, otro de chocolate con almendras y otro de chocomenta -hizo su pedido-

-Wow. Eso es demasiado chocolate.

-Haz cometido un gran error al traerme aquí, Lee St.Clair. Tu billetera va a salir llorando -dijo entre risas-

-¿Es una amenaza?

-Tómalo como una advertencia.

-Entonces ¿cuál es tu historia sobre este lugar? -le pregunté curioso-

-No sobre este lugar, sino sobre las heladerías en general. El día que conocí a papá lo obligué a comprarme algo de comer y terminamos en una heladería -sonrió- pedí estos mismo sabores.

-¿Y cómo obligaste a un hombre del doble de tu tamaño?

-Bueno, él perdió al básquet conmigo. Creo que estaba un poco desorientado después del golpe en la cabeza que le di.

-¿Le diste un golpe en la cabeza el mismo día que lo conociste?

-En mi defensa fue sin querer.

-¿Como el chavo? "Sin querer queriendo" -no podía parar de reír con su historia-

-Sin querer no queriendo -me corrigió-

-Wow Hayami, nunca me habías hablado de tu adopción.

-Es una buena historia, quizás algún día te la cuente -y con esas palabras terminó de comer el último pote de helado- Creo que deberíamos salir de aquí.

Claramente me estaba dando evasivas, y no podía evitar pensar que era por su nueva condición de cristiana.

Indudablemente Dios no resolvía ningún problema en mi vida, sino que los ocacionaba.

Bueno, por lo menos eso era lo que yo pensaba en aquel entonces.

Caminamos por la calle en silencio, rumbo a la parada del autobus, cuando sentí que los latidos de mi corazón se aceleraban y que ya no tenía fuerzas para moverme por lo que me desplomé en media calle.

Mis párpados se sentían cansados y sin fuerzas también, así que fui cerrándolos lentamente mientras todo se volvía oscuridad.

-¡Lee! ¡Lee!

Podía escuchar la voz de Hayami a los lejos, sin embargo todo fue opacado cuando me sumergí completamente en las tinieblas.

El silencio me abrumó hasta que empecé a gritar cuando unas manos huesudas con garras me agarraban e intentaban arrastrarme con ellas.