Adopción. [✔Serie: Significado✔]

Chapter #15: Bienvenida a la familia.

Sarah:

-Cariño como te extraño -me dijo la voz al otro lado del teléfono-

-Amor, pero tú eras el que quería ir de misión a Panamá -le respondí-

-Sí, es increíble cómo adoran a Dios aquí, pero aún te extraño mucho -se quejó- dime ¿y mis suegros queridos?

Solté una carcajada, Ethan amaba a mis padres, y el sentimiento era recíproco. Después de todo él había sido el instrumento utilizado por Dios para sacarme del poso en mi época más oscura.

-Mamá está durmiendo y papá está orando -le respondí-

-Ay ya tengo ganas de que pase que año y que finalmente nos casemos.

-Yo también amor.

Y sí que lo estaba. Acabábamos de cumplir 2 años de novios cuando Ethan me propuso matrimonio, obviamente acepté enseguida.

-Cariño tengo que colgar, mañana me espera un día de mucho trabajo.

-Ok. No estés triste. Pronto estaremos juntos otra vez. Recuerda que Dios mismo nos unió.

-Te amo siempre.

-Te amo siempre.

Entonces colgó. Me lancé de espaldas sobre la cama. Ethan era todo lo que le había pedido a Dios aún cuando ya no le pedía.

En ese momento llamaron a la puerta y no me quedó de otra que ir a responder.

-¿Quién será? -me pregunté preocupada, después de todo era medianoche-

Cuando abrí la puerta me encontré con la persona más necesitada de Dios que había visto en mi vida.

Hayami.

Yo nunca había tenido amigas inconversas, simplemente ya no congeniaba bien como para tener una relación profunda con personas que nocompartieran mis principios.

Sin embargo, cuando vi a Hayami por primera vez me embargó una sensación de amor inmensa, era el amor de Dios hacia ella.

Pero lo triste era que ella no lo sabía, mi amiga vivía sin saber lo que Dios sentía por ella.

Entonces decidí dar de lo que recibí, así como Ethan fue un instrumento utilizado por Dios para sacarme del barro, yo querí ser un instrumento en las manos del Padre para mostrarle a a Jesús a Hayami.

La chica tenía los ojos rojos e inchados de tanto llorar por lo que me preocupé.

-¿Qué te pasò? -le pregunté mientras la hacía entrar en la casa-

Llevaba un bestido negro corto de una sola manga, parecía que había ido a alguna fiesta.

-No estás ebria ¿verdad? -ya estaba un poco asustada-

-No, no estoy borracha.

-Entonces amiga, ¿qué pasa?

-Yo... realmente no te comprendo Sarah, tú... tú siempre estás sonriendo y aún cuando el profesor de Filosofía se burló de tu fe no vi odio en tus ojos. Siempre tienes paz, felicidad. Pareciera que sólo pasan cosas buenas en tu vida.

Sonreí y le indiqué que se sentara conmigo en el sofá.

-En mi vida no sólo pasan cosas buenas, en realidad es como la de todos, con altivajos. Sin embargo hace 2 años me sucedió una cosa muy buena, una que me cambió la vida -me llevé una mano al corazón- recibí a Jesús en mi corazón.

-¿Y me vas a decir que la vida se vuelve fácil cuando te haces cristiana? -se quejó-

-No, cuando eres cristiana la vida es cualquier cosa menos fácil. Sin embargo cuando aceptas a Jesús como tu Señor y Salvado su Espíritu viene a morar en ti y como dice la Palabra: por sus frutos los conoceréis. Y los componentes del fruto del Espíritu son paz, gozo y muchos más. Por eso no perdí el gozo cuando ese peofesor me ofendió, porque el gozo que yo tengo me lo dio Jesús, y nadie me lo puede quitar. Y te lo puede dar a ti también -no respondió nada, todavía no estaba lista para tomar esa decisión- Pero dime ¿qué te puso así?