Chapter #32: Y estoy oxidada, chicos.

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Hayami:

Si me preguntaran cómo me sentía en este momento podría decir muchas cosas, pero ahora mismo sólo una destacaba: impotencia.

Recordé la palabra sobre la cual el pastor había predicado hace algunos domingos en Isaías 30:15 "Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,"

Odiaba la sensación de no poder hacer nada, sin embargo sí había algo que podía hacer.

Podía descansar en Dios.

Maestro necesito de un milagro...
Transforma hoy mi vida, mi estado...
Hace tiempo que no veo la luz del día...
Están tratando de quitar mi alegría...
Intentan ver mis sueños cancelados...

Esa canción vino a mi mente como una oración, era una melodía que describía exactamente cómo me sentía y lo que quería.

Lázaro escuchó Tú voz cuando aquella piedra se movió...
Después de 4 días él revivió...
Maestro no hay otro que pueda hacer
Aquello que sólo Tu Nombre tiene poder
Necesito tanto de un milagro

Cada palabra salía directamente desde el fondo de mi corazón, yo era de esas personas a las que les gustaba actuar, y verme en una situación como esta, de la que no podía salir por mí misma, era algo con lo que simplemente la vieja Hayami no podría lidiar.

Remueve hoy mi piedra
Y llama por mi nombre
Muda mi historia
Resucita mis sueños
Transforma hoy mi vida
Y haz un milagro
En esta misma hora me llamas para afuera
Resucítame

Pero la nueva Hayami poseía algo que la vieja no. Poseía al Espíritu de Dios en su vida. Yo tenía a Dios de mi parte, y lo que para mí era imposible, para ÉL era posible.

Tú eres la propia vida
La fuerza que hay en mí
Eres el Hijo de Dios
Y me llevas a vencer
Señor de todo en mí
Escucho ya Tu voz
Llamándome a vivir
Una historia de poder

Comencé a cantar con más fuerza, como si mi vida dependiera de ello.

¡REMUEVE HOY MI PIEDRA!
¡Y LLAMA POR MI NOMBRE!
¡MUDA MI HISTORIA!
¡RESUCITA MIS SUEÑOS!
¡TRANSFORMA HOY MI VIDA!
¡¡SEÑOR!!
¡Y HAZ UN MILAGRO!

Nunca en mi vida había cantado una canción con tanta fe. Sabía, tenía la certeza, de que cuando llegara al final de la estrofa algo iba a suceder.

EN ESTA MISMA HORA ME LLAMAS PARA AFUERA...
¡¡¡RESUCÍTAME!!!

Comencé a temblar, pero no era yo, era la silla, era el suelo, era todo lo que me rodeaba, era la tierra.

Era un terremoto.

Una pequeña grieta apareció en el espejo encima de mí, y después otra, y otra, y todas empezaron a crecer hasta que el espejo estalló en mil pedazos a mi alrededor, pero a mí no me tocó.

Ni siquiera un rasguño, y el temblor se detuvo.

Miré a mi alrededor: la cámara de vigilancia que estaba en una esquina de la pared se había roto, lo que quería decir que ya no me miraban, y el suelo estaba cubierto por pedazos del espejo, pedazos con bordes afilados.

Adopción. [✔Serie: Significado✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora