Hayami:
-¡¿Un parque de atracciones?! -le pregunté-
L sonrió con satisfacción.
Miré a mi alrededor, definitivamente esto era un parque de atracciones. Había puestos que vendían dulces, gente disfrazada de animales regalando globos, montaña rusa y demás atracciones, incluso habían carritos chocones.
Y sobre todo: niños. Pequeñas bolitas de suciedad corriendo y chillando por doquier. De todas las edades y todos los tamaños. Esto era una pesadilla.
No es que odie los parques de atracciones, en realidad me encanta subirme en todos esos cachivaches. Sólo que los parques de atracciones generalmente están llenos de niños.
Y tampoco es que odie los niños, no me mal entiendan. Digamos que ellos y yo no nos llevamos muy bien.
Cuando era niña siempre se burlaban de mí por ser "chinita" y ahora, bueno, ahora no los entiendo mucho, la verdad no sé cómo tratar con ellos. Además siempre van directo a arrancarme las gafas.
Esos pequeños monstruitos.
-Vamos -dijo jalándome hacia la montaña rusa-
-¿Por qué me trajiste a un parque de atracciones? -pregunté dudosa-
¿Habrá descubierto mi mala relación con los niños? ¿Me trajo para torturarme?
Lo miré recelosa –Quería venir a uno por lo menos una vez, es patético y triste venir solo -se limitó a decir-
Me quedé atónita
-¿Qué nunca antes habías visitado un parque de atracciones?
Pero mis palabras quedaron opacadas por los gritos de la gente cuando aquel aparato comenzó a avanzar.
¿Qué más da? Alcé las manos como todos en la montaña rusa y me dejé llevar por la adrenalina.
Wow fue fantástico. Dos horas después ya habíamos montado en todos y cada uno de los cachivaches.
L no paraba de molestarme o jalarme el pelo, sí, oyeron bien, jalarme el pelo, dentro de ese idiota hay todo un niño.
-¿Qué quieres hacer ahora? -me preguntó mientras nos sentábamos en una banca-
-Que bueno que al fin te dignas a preguntarme qué quiero hacer -su cara se puso roja de vergüenza al darse cuenta de que durante todo este tiempo sólo habíamos estado haciendo lo que él quería-
Me asombró ver la vergüenza en su rostro, no sé, pensé que él sería como esos chicos malos de Wattpad que no muestran sus sentimientos y están cerrados a todo el mundo.
Pero la verdad estaba equivocada, no voy a decir que L es un príncipe azul del tipo que toda chica sueña, no, para nada. El chico que tenía a mi lado podía ser idiota y cruel si se lo proponía.
Yo diría que es el tipo de chico cortés pero indiferente con las personas, de esos que no son buenos haciendo amigos, que crean a su alrededor un aire distante y condescendiente.
Entonces ¿Por qué estoy gastando mi tiempo con este chico? Ni siquiera yo misma lo sé, y eso me aterra.
-Chusuanmida -era la primera vez que lo oía hablar en su lengua materna-
No necesité que me lo tradujera, sus palabras significaban "lo siento". ¿Cómo lo sé? Pues debo admitir que soy un poco muy fanática a los doramas coreanos.
Pero dejando eso de lado pude notar que le era difícil decir esas palabras. Y no lo juzgaba, yo también era mala en decir "lo siento".
-Es que no estoy adaptado a tratar con la gente -me confesó- perdona por arrastrarte de aquí para allá sin siquiera preguntarte.
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Adopción. [✔Serie: Significado✔]
EspiritualDiferentes circunstancias... Diferentes orígenes... Diferentes secuelas... Pero el mismo problema. Diferentes trayectorias... Diferentes experiencias... Diferentes sentimientos... Pero el mismo vacío. La misma salida... La misma solución... La misma...