Ya ha pasado una semana desde que Peter y yo hablamos.
Ayer llegó a la casa una citación de tribunales, decía que Peter tenía que ir en una semana, yo también quiero ir pero Peter me dijo que sería mejor si me quedara en casa.
Hace tres días salí con Mark, lo pasamos súper bien, fuimos a cenar a un restaurante, se veía muy fino y elegante. Noté a Mark un poco nervioso, como si quisiera decirme algo pero no se atrevía. Después de eso me vino a dejar a mi casa y se fue.
También he hablado con Carla por Skype y la he dejado al tanto de las cosas que han pasado.
Me ha contado que está saliendo con Mathías y que está muy contenta con su nueva relación amorosa.
Voy a la habitación de Peter y lo encuentro acostado encima de la cama mirando la televisión, me ve y me hace señas para que me acueste al lado de él. Pasa su brazo por mis hombros quedando mi cabeza en su musculoso pecho.
Vimos Telebasura por varias horas hasta que repentinamente, el apaga el televisor. Alzo mi cabeza para mirarlo, el mira fijamente la pared de en frente, su respiración se agita y siento como su corazón palpita más rápido.
— Jessy—dice y me mira a los ojos.
Nuestras cabezas están a poca distancia, me preocupa lo que me tiene que decir.
Peter se tensa, está nervioso, no quiero ni saber qué es lo que lo pone así.
— Jessy yo... yo te... ¡maldita sea! —maldice frunciendo el ceño fuertemente.
— yo te amo—dice.
<< Lástima que como a una jodida hija>>
— Lo sé Peter, yo también te amo—respondí, dándole una sonrisa tranquilizadora.
— ¡No!, ¡Mierda no Jessy! —se altera.
— No de esa forma en que tú crees—dice intentando relajarse.
— Que quieres decir—palidezco.
— Mira, eres una mujer hermosa, te pareces mucho a tu madre y... ¡joder! —Maldice—desde hace un tiempo te he dejado de mirar como una hija.
Mi boca y ojos se abren de golpe debido a la sorpresa, pero siento un pequeño toque de felicidad.
— Jessy, desde que me besaste... no pude olvidar tus labios... — mira a otro lado como recordando algo-— se que estas confundida, sé que esto no está bien pero.....
En un impulso mis labios se estrellaron contra los suyos en beso desesperado y fuerte. Lo agarré del pelo y él me sujetó fuertemente de las caderas. El cambia de posición quedando arriba mío, se aleja de mí unos cuantos centímetros, me mira fijo a los ojos...
— Eres hermosa— dice y vuelve a besarme más despacio.
Mis manos ahora recorren su torso lentamente, mientras él con una mano soporta su peso para no aplástame y la otra la posa sobre mi cuello y mejilla.
Quiero desabrochar su camisa pero me contengo, esto es genial pero también sé que está mal.
— Peter, para por favor—pido despacio
Él se aleja de mí, y comienza a caminar de un lado al otro agarrándose la cabeza con ambas manos.
— ¡¡Joder!! —grita y patea un mueble.
— Jessy te juro que esto nunca volverá a pasar—se sienta al lado mío y me agarra una mano.
— Peter, yo... yo también te amo, desde pequeña te encontraba guapo, fui creciendo y me di cuenta de que realmente te amaba, y esa ves que te besé me confirme a mi misma de que me gustas, sé que esto no está para nada bien pero yo no controlo mis sentimientos. Y lo que ha pasado hace cinco minutos para mí fue genial, no te sientas culpable de nada porque esto sucedió por mi culpa—dije mirando al piso.
— Ha sido culpa de los dos—dice, y sé que tiene razón.
Iba a hablar pero en ese momento suena el timbre.