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–¡Doctor Jung!– Hoseok volteó a ver a Jimin que se acercaba corriendo hacia él.

–Jimin no deberías correr, podrías caerte y eso no sería bueno.

–Lo siento, pero camina muy rápido. – Tomaba aire mientras colocaba sus manos en las rodillas.– El jefe me asignó a su servicio esta noche.

– ¡¿En serio?! – Respondió el mayor con una sonrisa. – Me alegro de saber que no te despidieron, Ji.

– Yo también. –Contestó Jimin abrazándolo por sorpresa. – Aunque si se hace muy pesado con el embarazo, tendré que iniciar mi servicio de nuevo el próximo año.

– Te aseguro que eso no sucederá.– Hoseok observó su reloj y acomodó su bata. – Vamos, tenemos que hacer una ronda y después podemos ir a cenar algo.

Los dos médicos comenzaron a caminar por los solitarios pasillos del hospital. El silencio era un poco aterrador y la poca iluminación; debido a que la mayoría de los pacientes ya estaban durmiendo; les ponía la piel de gallina, aunque ninguno iba a aceptarlo.

– Que silencioso es este lugar por la noche.– Jimin trataba de caminar lo más cerca de su superior para calmar un poco su corazón. – ¿No le da miedo?

–¿Miedo?– Hoseok soltó una risa nerviosa.– Pfff ¡Claro que no!

Jimin se sintió un poco avergonzado por ser tan cobarde, así que guardó silencio. El tiempo transcurrió rápidamente mientras verificaban los signos vitales de cada persona. Cuando al fin terminaron su tarea, tomaron camino a la cafetería, pasando por los fríos pasillos, de repente Hoseok detuvo su andar cuando vio una sombra delante de él, haciendo que el menor chocara con su espalda.

–¡Ahhhhh!– El grito del doctor Jung fue todo menos masculino. – ¡DIOS ES MI PASTOR Y...! ¡Maldita sea, ya no recuerdo lo demás! ¡Atrás espíritu del demonio, tengo a Jimin y no dudaré en usarlo!

–¡Hoseok, cállate imbécil!

🙆Yoyo

¡Está Ocupadooo!  | YOONMIN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora