1. La historia de la pareja que no podía vivir sin el otro

Parte XIV: No es tan fácil como el ABC

Este era el día en el que Arthit y Kongpob volarían de vuelta a Bangkok. Kongpob, con el cuerpo medio desnudo, seguía recostado sobre la cama, mirando al hombre que estaba aún durmiendo a su lado. Dejaría que Arthit se levantara cuando quisiera. No porque se hayan excedido la noche pasada, sino porque su vuelo era a las 4 pm y apenas eran las 9 am.

Para Kongpob, aunque su P'Arthit estuviera despierto o dormido, su rostro era tan angelical. Kongpob podría mirarlo todo el tiempo sin cansarse.

Después de casi 30 minutos de Kongpob mirándolo, Arthit empezó a despertar. Abrió los ojos con lentitud mientras se movía ligeramente. Escuchó el sonido de risas, así que echó un vistazo al dueño de la voz.

—¡Deja de verme! —Arthit puso su palma frente a los ojos de Kongpob para taparlos. Su voz estaba ronca.

—¿Por qué no puedo verte?

—No es la primera vez que me ves dormir a tu lado.

—Tampoco es la primera vez que te miro fijamente.

Arthit posó la mirada en su esposo luego de que este le respondiera. Arthit le mostró una mirada molesta que sólo hizo que Kongpob sonriera feliz.

Respirando para relajarse, Arthit volvió a cerrar los ojos.

—Te odio —murmuró.

Esas palabras no afectaron a Kongpob ni siquiera un poco. Se inclinó hacia adelante y robó un rápido beso de los labios de Arthit.

—¡También te amo! —respondió. Kongpob sabía que Arthit se molestaría por su acción y que se quejaría, así que Kongpob se levantó de inmediato mientras lo vacilaba.

—Es muy tarde como para pedir el desayuno —Kongpob cambió de tema mientras veía el menú en la mesa.

Arthit se olvidó del tema anterior y empezó a notar que estaba hambriento.

—¿Deberíamos bajar al restaurante?

—Uhmm —asintió Kongpob. —Aún debemos comprarles recuerdos —se refería al montón de amigos que dejaron en su ciudad. —Debes llevarle algo a Bright por el bien de la paz en nuestras vidas —Kongpob rio luego de decirlo.

Arthit dejó salir un suspiro. Salió de la cama y...

—Tomemos una ducha —tomó la mano de Kongpob y lo arrastró hacia la ducha.

No hubo tiempo para que Kongpob se sorprendiera. Le dio su cuerpo entero y alma a la persona más generosa (sólo para Kongpob) en el mundo.

Kongpob ayudó a Arthit a desvestirse antes de él. Arthit fue a preparar la ducha antes de que Kongpob lo siguiera dentro.

Luego de desvestirse, Kongpob fue a la ducha. Se puso de pie detrás de Arthit y se empapó bajo el agua.

Arthit giró su cuerpo hacia Kongpob. Revolvió el cabello húmedo de su esposo que caía en su frente.

—Te ves tan nerd —rio. —Me gusta.

Kongpob sonrió. Dejó que Arthit hiciera lo que quisiera. Kongpob abrazó a Arthit por la cintura.

—P'Arthit...

—¿Uhmm?

Cuando Kongpob movió su cabeza hacia adelante, Arthit no se acercó. Esperó a que Kongpob lo alcanzara.

Kongpob dio un besito a los labios de Arthit. Cuando retiró lentamente la cabeza hacia atrás, Arthit lo siguió y lo besó. La cabeza de Kongpob fue atraída de regreso por ese beso.

Kongpob empujó el cuerpo de Arthit contra la pared. Dejó que el agua cayera sobre ellos.

—Kongpob, ciérralas.