Setenta & seis

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—No me siento bien, por favor.

Supliqué. No quería estar aquí ni un segundo más.

—Yo te llevo… si quieres.

¿Acaso no se cansaba? Yo solo negué. Pero mi padre asintió.

—¿Crees que podrás quedarte con ella hasta que vayamos? 

No me gustaría que se quedara sola.
Dijo mi padre. Rodrigo asintió con una sonrisa, él me brindó su brazo; el cual no tomé. Rodrigo hizo un gesto. Giré a ver a mi padre quien me guiñó un ojo. Yo solo puse los ojos en blanco. Tomé mi cartera de mano de la mesa y salí del salón.
Rodrigo conducía con una paciencia única. Y yo… bueno, con una incomodidad. Aún no entendía como Justin y Christian entraron. Ya que era una fiesta privada, todos estaban en lista. Excepto ellos dos.

—¿En qué piensas?

Preguntó Rodrigo sacándome de mis pensamientos.

—En nadie.
—Te pregunté en qué, no en quién ¡Wau! Sí que estás distraída, eh—rio—
—¿Podrías por una maldita vez en tu vida callarte? ¡Me exasperas! 

Indiqué molesta. Él solo rio, típico de Rodrigo se ríe en los momentos menos apropiados ¿Y si pasa una mosca también reirá?

—Me encanta acerté enojar…
—¡Agh!

Gruñí frustrante.



***



—Gracias y adiós.

Dije bajando del carro de este y entraba a casa. Estuve por cerrar la puerta pero él colocó su pie impidiéndomelo. Mierda.

—¿Ahora qué?
—Tus padres dijeron que me quedara contigo. Hasta que ellos llegaran.

—Corrección, mi padre. Porque mi madre no dijo nada. No sé por qué se empeña en juntarme contigo…

—Porque soy un buen partido.

Contestó con una sonrisa ¡Que egocéntrico! Yo asentí con un gesto. En modo de sarcasmo “Si, claro”

—Bien ¿Quieres quedarte? Hazlo. Hasta mañana.

Indiqué subiendo a mi pieza. Rodrigo estaba confundido ¿Qué creía? ¿Qué me quedaría con él abajo a hacerle compañía? Si, como no. Cerré la puerta detrás de mí y coloque el pestillo. Por si se le ocurre subir mientras duermo. 

De él se puede esperar cualquier cosa y como dicen “Mejor prevenir que lamentar” ¿No?
Busqué el interruptor con la palma de mi mano y la encendí. Un pequeño y suave grito salió de mí. No me imaginaba verlo aquí.

—¿Con quién viniste?

Preguntó serio. Tragué saliva antes de hablar.

—Rodrigo me trajo.

Contesté. Él solo apretó los labios.

—No pasó nada. Si es lo que te molesta.

Susurré, él levantó la vista buscando mi mirada.

—Te fuiste…

Dije con un hilo de voz. ¿Por qué? ¿Por qué no te quedaste?

—Echaron a Christian y me estaban buscando. Además no podía dejarlo solo afuera, debía regresar con él, ya sabes. Por el coche.

Respondió a mi pregunto no formulada. 

¿Amor o Obsesión? Justin Bieber {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora