Cuarenta & Siete

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No me agradaba la idea de verlo junta a esa maldita zorra. La sangre me hervía más de lo normal. Se miraban tan bien ¡mierda! Javiera se colocó en mi delante, creo que también notó la presencia de ellos. 

—Matías está aquí—susurró—

—¿Qué? ¿Dónde? —

Pregunté nerviosa, ya que no lo llamé en el tiempo que estuve en Londres y mucho menos le conté que había regresado con Justin. 

—Hermosa—

Susurraron en mi oído. Giré rápidamente y le dediqué una sonrisa. Se veía diferente, el terno si que le quedaba muy bien. 

—Mati—

—¿Por qué no llamaste, eh? Quiero una explicación sobre eso—

—Emm… Matías debo decirte algo—

—Shhh… No digas nada. Ven vayamos a bailar—indicó mientras me llevaba a la pista de baile—

—¿Y Javiera? No pienso dejarla parada allí—

—Ya se encargará de conseguir una pareja—sonrió—

—¿Por qué mejor no la sacas a bailar? Estará más que feliz, yo realmente estoy cansada. Además necesito ir al tocador—mentí—

—Pero…—

—Por mí—

—Mmm…—

—Vamos, vamos di que sí Mati—

Hice un puchero, el sonrió. Sabía que funcionaría. Caminamos nuevamente hacia Javiera y yo fingí toser ya que Matías no decía nada. Se suponía que debía invitarla a bailar.

—Emm… ¿Javiera quieres bailar? —

—Si, claro que sí—

Sonrió. Ella tomó la mano de él y se dirigieron a la pista de baile. Ahora mi plan, apartar a Justin de la perra de Madisson, acomodé mi cabello y arreglé mi vestido. Caminé hacia el tocador, pero antes pasando unos pasos por delante de ellos. Quería que se dieran cuenta de que ya había llegado. Madisson enarcó una ceja al verme, se que no le agrado ver mi presencia en la fiesta de su querida prima. Traté de ser lo más sensual que podía, quería a Justin, solo para mí. 

—¿Qué hace esa puta aquí? —le protestó a Rodrigo—

—No lo sé, pero la puta está más buena. ¡Dios! Me volverá loco, desearía follármela—contestó en un susurro, para que Bieber no lo escuchara—

—Lástima, no le llamas la atención ni a ella ni a nadie—rio—

—Algún día me la tiraré, y te quedaras con la boca callada—sonrió—

—Mi amo… ¿Justin? —preguntó al darse cuenta que él no se encontraba—¿Dónde estás? —

—____, ____ ¿Qué tratas de hacer? —

Susurraron a mis espaldas. Giré rápidamente y era él. Sabía que no te resistirías Bieber. Coloqué lápiz labial en mis labios, ignorando su pregunta y sonreí al verme en el espejo. Caminé hacia la salida, pero él se opuso. Me observó de pies a cabeza. Una sonrisa maliciosa se apareció en su rostro.

—¿Qué pasa Bieber? ¿Acaso no te gusta como luzco? —

—Me gusta como luces y más como resalta ese vestido tu trasero—sonrió—

—A mí también y creo que a todos los muchachos—sonreí—

—¿Acaso debo preocuparme de que mi mujer este con algo tan… corto? —

—Dependiendo de quién hablas. ¿De Madisson o de mí? —reí—

—¿Acaso quieres jugar? —enarcó una ceja—Te recuerdo que sé jugar mejor que tú—sonrió—

—¿Estás seguro de eso? —

Pregunté acercándome a él. Sería mejor provocarlo. 

—¿Cuánto quieres perder? —

—¿Cuánto quieres tú perder? —sonreí—
—¿Te gustaría perder el vestido, ____?—

—Dependiendo a quien sea la persona que quiera quitármelo—reí—

—Veo que el viaje te hizo bien—sonrió—

—No solo el viaje Bieber—

Sonreí, mientras llevaba mi mano a su miembro y daba un apretón, el soltó un leve gemido. ¡Dios! Ni yo sabía que era lo que hacía. Pero creo que él sí. Y noté que tenía algo en mente. Tranquilo Bieber, que esta vez jugaré yo.

¿Amor o Obsesión? Justin Bieber {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora