Justin colocó la botella de cerveza que tenía en mano en la barra, en un golpe. Lo cual hizo que él lo viera. Yo solo lo vi fijamente, apretó el envase de vidrio fuertemente, mientras no quitaba la vista de él ¡No, Bieber! No lo asustes. Tenía que terminar con esta… incómoda escena y lo primero que dije fue.
—Claro—
Sonreí aceptando, tomé su mano y lo alejé de la barra, alejándolo de aquel demente que si fuera por él, lo asesinaría con la mirada. Sentí la mirada de Justin en nosotros, eso… es siempre que estaba con otro chico, que no fuera él. A sí que estaba acostumbrada. Lo llevé a la pista de baile y una melodía electro-pop empezó a sonar.
—¿Cuál es tu nombre, hermosa? —gritó para que lo pudiera escuchar—
—_____—
Contesté de la misma forma, él sonrió. Primero no sabía cómo bailar aquel ritmo, pero observé a los de mi alrededor y por lo que vi ellos tampoco, solo se divertían así que podía hacer lo mismo. Ambos nos movimos al ritmo de la música, esto sí que era divertido.
Tomé mi cabello con una mano y lo sujete mientras daba una vuelta en mi lugar, me sentía tan sexy haciéndolo. Todos empezaron a saltar ya que el ritmo era muy contagioso. Él tomó mi mano e hizo que diera una vuelta yo solo reí.
—¿Cuál es tu nombre, hermoso? —
Pregunté, aun bailando. Él sonrió de lado y yo le guiñé un ojo. Mientras movía mis caderas, amaba aquella mezcla, me hacía moverme como nunca.
—David—susurró en mi oído, lo cual hizo que me estremeciera—
—Es un placer, David—
Estiré mi mano, él la tomó y la sacudió para luego dar un leve jalón y apegarme a él. Colocó su mano en mi espalda y la acarició. Me vio fijamente y no sabía qué hacer, solo… sonreír. Me aleje de él, bailando. Eso sí fue incómodo. Aunque con unas cervezas en mí, no sabía que era lo que hacía.
Me dio vuelta y me rodeo con sus brazos haciendo que nos moviéramos de lado con la música. Sentí su amiguito en mi trasero y eso fue gracioso. Colocó su rostro en mi cuello y besó mi oreja. Me separé de él y seguí bailando, saltaba y gritaba, quien me viera diría que estaba loca. Pero no, loca, no. Ebria, se podría decir que si.
El rio, mi cabello quedaba en mi rostro impidiéndome la vista. Pero no impedía que bailara, hacía uno que otro puchero, giré en mi lugar moviendo mis caderas sensualmente. Para luego soltar un grito.
—Me gustan las chicas como tú ¿Cómo es que no te vi por aquí, antes? —gritó—
—Por qué, no soy de aquí—reí—Vamos, caballito—
Dije, Él me vio confundido, le hice un seña con mi dedo para que se diera la vuelta y él lo hizo, el giró a verme y yo solo llevé mis manos a mis caderas, esperando a que se volteara.
—Vamos—
Alargué. Hice un puchero, eso debía funcionar, el rio y lo hizo, yo retrocedí tomando vuelo y salté en su espalda. Él me sujetó de las piernas y yo saltaba, moviendo mi cabeza y mano al ritmo de la música, el recorrió el lugar conmigo encima. Mientras yo gritaba, como una loca. Él hizo lo mismo. Me llevó hasta la barra y me ayudó a subir en ella y empecé a bailar. Aunque me faltaba equilibrio.
Todos me observaban pero yo solo me divertía, le estiré la mano e hice que se subiera conmigo. Empezamos a bailar y todos nos rodeaban haciendo que bailáramos con más ganas, tomó mi mano y me dio una vuelta, la mayoría de los mañosos empezaron a gritar, esperé a que la música sonara, en el ritmo que quería y… llevé una mano a mi barbilla y otra a mi cadera moviéndolas de lado a lado.
Él imitó mi accionar. Hicimos el mimo paso mientras girábamos, y cuando estuvimos de espaldas todos gritaron con más ganas ¡Hombres! Reí. Él me tomo de la cintura y me apegó más a su pecho, besó ambas mejillas y yo solo reí, él tenía una sonrisa de oreja a oreja, me aleje un poco de él, para cuando la música llegaba al final todos gritaron y él me tomó de la cintura y me apegó más a su pecho, tomó mi rostro y me besó.
¡Mi.er.da! Esto no era bueno. Giré a ver a Bieber, quien se acercaba a nosotros. Esto no terminará bien… lo sé. Tenía una mirada de odio, quería matarlo. Giré a ver a David y solo negué espantada. La música terminó y Bieber estaba frente a nosotros, tomó mi mano y me bajó de la barra de un jalón.
—Hey, Hey tranquilo. No puedes tratarla así—exclamó David—
—Yo la trato como quiero ¿Oíste? —gruñó—
—Pero yo no te dejaré, así que ella se queda conmigo—
Dijo tomando mi mano derecha ya que Bieber tenía la izquierda. Tenía la respiración agitada, Bieber tomó aire y giro a verlo para luego lanzarle un puñete ¡Mi.er.da! Bieber ¿Qué acabas de hacer? Él se levantó del suelo y lo tumbó, yo me hice a un lado. David no era débil. También tenía la misma fuerza de Bieber. Se podrían matar. Mis gritos no eran nada ante sus golpes.
Bieber lo tomó del cuello e impacto la cara de este en la barra. David gruñía, pero no podía hacer nada. Ya que Bieber tenía las manos de él sujetas con la suyas, y su codo hundía la cara de David en la barra.
—Mira pedazo de Mi.er.da. Dejé que bailaras con mi chica. Pero no dejaré que tus asquerosas manos la toquen y mucho menos que tu pu.ta lengua este en su boca ¿OISTE? —
