Jason me observó y yo asentí, él me bajó cuidadosamente y me sostuve de su cuello, mientras el rodeaba su mano por mi cintura. Mantuve todo mi peso en mi pierna izquierda. Justin frunció el ceño y me tomó del brazo jalándome hacia él. Hice un gesto de dolor, y Jason rápidamente dio un paso hacia adelante.
—¿Acaso no te das cuenta que está mal?
—Mira, pendejo. Conozco a los tíos como tú y solo quieres aprovecharte de ella.
—¿Pero qué mierda hablas?
Dijo molesto.
—No quiero verte cerca de ella ¿Oíste?
—Justin…
—¡Cállate!
Exclamó girando a verme. Yo solo bajé la mirada, estaba furioso. Mierda.
—Mira, no le hables así ¿Entendiste?
—Yo le hablo como quiera. Vámonos.
Ordenó mientras caminaba hacia mí, yo traté de avanzar. Pero cada vez que apoyaba el pie derecho me dolía.
—______ no lo hagas.
Indicó Jason tomando mi mano, para que dejara de caminar.
—Ya me harte.
Gritó Bieber. Lo tomó dela playera haciendo un puño y arrugándola por completo. Tomé su mano izquierda, y la sostuve. No quería que lo golpeara.
—No quiero que la toques, otra vez.
—¿Pero qué te pasa? Hablas como si hubiéramos hecho algo malo. Solo la cargué porque se dobló el tobillo.
—Y después ¿Qué planeabas? ¿Besarla?
—Claro que no, nunca lo haría.
—Si como no.
—No es mi tipo.
—¿Eh?
—Soy gay.
Exclamó, Justin giró a verme y yo abrí los ojos como plato. ¿Jason? ¿Gay? Bieber volvió su mirada hacia él, luego la bajó vio lo cerca que tenía el rostro de Jason, soltó la playera de este y le dio un leve empujón. Se giró hacia mí. Y me tomó en brazos.
—Gay…
Susurró.
—No lo sabía.
Dije.
—Por favor, no te enojes. No quiero pelearme contigo… no otra vez.
Susurré hundiendo mi cabeza en su cuello, mientras lo presionaba a mí. Él negó y besó mi frente. ¿Entonces estamos bien? Levanté mi rostro y acerqué mis labios a los suyos, pero él me esquivó. Mierda.
—¿Por qué te fuiste?
—Tú me dijiste…
—Estaba molesto, ______.
—Celoso.
Corregí, él bajó la mirada a mí y enarcó una ceja. ¿Por qué le es a veces aceptar sus celos? Tomé su rostro con ambas manos y lo atraje a mis labios, él me correspondió el beso. Uf, todo volvió a la normalidad…
*1 semana después*
—…Y quiero agradecer a los maestros, que sin su enseñanza y sus castigos…
—¿Ya me dirás?
Preguntó Justin en un susurró, no podía creer lo rápido que pasó el tiempo. La graduación y el viaje, todo. Todo era muy difícil, prometí decirle a Justin algo importante y el no dejó de insistirme hasta ahora. Yo solo negué, tratando de ignorarlo. Tomó mi mano y se la llevó a los labios besando mis nudillos.
Aplausos y más aplausos se escuchaban, todos nos encontrábamos lanzando nuestros birretes al aire. Abracé a Javiera, no podía creerlo aún. Mi padre aceptó hacer una pequeña fiesta en casa, así que tal vez pueda hablar con Bieber. Tal vez…
—Ya, déjate de misterios y dime.
—Cierra la puerta.
Ordené, el entró a mi pieza y cerró la puerta detrás de él. Le hice una seña para que se sentara al lado mío y lo hizo. Tomé su mano y la apreté fuerte.
—¿Prometes no hacer nada estúpido?
—Habla de una jodida vez, _______.
—Me voy.
—¿Qué?
Preguntó desconcertado.
—¿Cómo que te vas?
—Me voy a Europa.
—¿Me estás jodiendo?
Yo solo negué, soltó mi mano y se colocó en frente mío. Caminaba de un lado a otro. Mierda.
—Es una broma ¿No? Dime que lo es, ______.
Pero yo solo permanecí cabizbaja no podía verle a los ojos. Ya que me echaría a llorar y no quería, llorar. No ahora, y no cuando medio instituto está aquí.
—¡Tú no puedes dejarme!
—Yo no quiero…
—¿Entonces?
—Mi padre…
—Tú no te iras, no me dejarás. Eres mi mujer, ________. Nos iremos.
—¿Qué?
—Nos iremos de Canadá, los dos juntos. Viviremos como marido y mujer, tú lo dijiste ¿Te acuerdas? Querías que viviéramos, juntos.
—Me voy mañana.
—¡¿Por qué mierda no me lo dijiste antes?!
Exclamó furioso. No respondí. Me levanté y lo abracé, él solo parpadeó por unos segundos. No hizo nada por estrujarme contra su pecho. Sin darme cuenta lágrimas sin control recorrieron mis mejillas.
—No quiero dejarte.
—¿A qué hora sale tu vuelo?
Preguntó. Ignorando lo que acababa de decir, levanté la vista y él tenía la mirada fija en mí.
—En la madrugada.
—exactamente…
—A las cinco.
—Bien.
—¿Bien? ¿Acaso no te importa?
—Debo irme.
¿Irse? ¿Irse ahora? Yo solo quería un abrazo, un beso… un ‘Todo estará bien’ pero él parecía tan, tranquilo, pasivo. Si hace menos de tres minutos estaba hecho rabia. Dio un paso atrás y me dejó, allí parada como toda una idiota. Mierda. No quería saber nada de graduación, nada de fiesta, nada de novio, nada de viaje. Solo quería tumbarme en la cama y llorar hasta no poder más.
Para cuando desperté, sentí como los ojos me ardían. Tomé el despertador y eran las cuatro de la mañana. Decidí darme una ducha con agua tibia, y vestirme. Así ya estaría lista para… el viaje. Sequé mi cuerpo y cabello y vestí lo más cómoda que podía. Miré la hora y solo había pasado media hora, tocaron la puerta de mi pieza, y era mi padre. Solo me saludo con un ‘Buenos días’ y tomó mis maletas bajándolas a la primera planta. Bajé unos minutos después de él, y la casa estaba toda sucia, desordenada. Era un caos total.
—Antonia se encargará de limpiarlo.
Sonrió mi padre. ¿Antonia? ¿Quién era esa? A los segundos una mujer, de cierta edad apareció. Traía una falda realmente larga color gris y una blusa blanca. En la cintura llevaba un mantel amarrado, claro me largo y ellos contratan servicio.
Mi móvil sonó, o más bien vibró. Lo saqué del bolsillo, del short que llevaba puesto y era un mensaje, de… Justin. Lo abrí para luego leerlo.
>> ¿Estas lista? <<
No entendía a qué se refería, así que no le contesté. Guardé nuevamente mi móvil y mi padre interrumpió mis pensamientos.
