Habían fotos mías, con Javiera, amigos y mis padres. Incluso antes de que lo conociera ¿Qué mierda es esto? Tomé una la cual me llamó mucho la atención, Estaba con Javiera y Matías, fue cuando terminé con él y empecé mi relación con Matías. ¿Pero cómo tomó esta foto? ¿Cómo no lo vi? Recuerdo esto, estábamos en la playa, me encontraba en los hombros de Matias y el me sujetaba de las piernas.
#Flash Black#
—Matías bájame o me caeré—dije asustada—
—No, no lo haré— rió—
—Javiera.
Grité, pero ella solo rio.
—¿Una carrera?—
Dijo divertida, Matias asintió, mala idea en que acepté subirme a los hombros de él.
—¿Carrera? ¿Están locos?
Exclamé, ellos solo rieron.
—Quien llegue primero a la alberca/Piscina gana.
Indicó Javiera, tenía los pelos de punta ¿Estos que querían matarme?
—A sus marcas, listo… YA.
Rió, cuando escuche el ‘YA’ de Javiera me agarré, fuertemente de Matías, más bien que no estábamos tan lejos de la alberca, Javiera salto al igual que Matías, yo solo me hundí y salí rápidamente a la superficie por aire.
—Esto no fue nada gracioso
Dije un poco agitada.
—Claro que si—rio Matías—
—Maldita hora que acepte venir con ustedes—
Exclamé saliendo de la alberca/Piscina, ellos hicieron lo mismo.
—Vamos _____ fue divertido—sonrió—
—No, para mí no lo fue. Saben muy bien que no me gustan esos juegos—indiqué—
—¿Nos disculpas?—preguntó Javiera—
—No—contesté—
—Entonces… te haré cosquillas…—
Rio Matías, yo tan solo lo fulminé con la mirada.
—Vamos no te enojes, solo fue un juego, ya no volveremos a hacerlo—río nuevamente—
—¿Lo prometen?—
Pregunté, ellos asintieron al mismo tiempo.
—Bien, pero antes…
Me acerqué a ellos, y empujé a cada uno, aprovechando que estaban cerca del borde de esta, ambos cayeron de espaldas y yo tan solo reí.
—La venganza es dulce.
Sonreí mientras corría, para que no me alcanzasen
#Fin del Flash Back#
Dejé la foto a un lado y tomé un papel, el cual estaba impreso. Había muchas cosas de mi familia como mías, como lo que me gustaba, en lo que era buena o sea nada. Bueno solo en lo que era gimnasia, Deje el papel encima de la cama y seguí revisando foto por foto. La boca se me abrió y las manos empezaron a sudarme, lágrimas sin control recorrieron mis mejillas. El sonido de la puerta se escuchó, miré la hora en el despertador y era la una. Ya había pasado una hora desde que Justin se fue y por lo visto regresó, rápidamente me fijé en las demás y… ¡Esto no podía ser cierto! Mierda, claro que no.
Levanté la vista y él estaba perplejo en la puerta de nuestra habitación, el cabello despeinado y la ropa arrugada, tal vez este así después de follar. Pero su mirada estaba fija en la caja que tenía en mis manos. Dio un paso hacia adelante y me levanté de golpe, negué y me encerré en el baño. No quería verle, no quería saber nada de él. Nunca más. Eché el pestillo a la puerta y me coloqué de espaldas ante esta, apegué mis rodillas a mis pechos y hundí mi cabeza en ellas, llorando. Esto no podía ser cierto, él no podía haberlo hecho. ¿Pero que más pruebas quieres? Ahí están las fotos ¿Qué demente tomaría fotos a la persona que viola? ¿Qué tenía en la cabeza? ¿Mierda? Dudo que haya un cerebro.
—¡Joder! ¡Te dije que no metieras tus narices en donde no debías, _______!
Exclamó, golpeando la puerta. Sollocé más, pero estaba vez de miedo, estaba molesto. Ahora con mucha más razón no querías verle, no quería que me golpeara.
—¡Abre la puerta!
—Vete… por favor.
—¡Abre la puta puerta ______!
Gritó, dando una patada a esta, di un leve salto ante el acto de este. Cubrí mis oídos tratando de no escuchar lo que decía, quería tan solo desaparecer.
—No me hagas romper la estúpida puerta.
Advirtió, me estremecí ante su amenaza.
—Déjame… por favor…
—¡Mierda!
Levantó la voz, dando un golpe a la puerta. La cual no aguanto el golpe y por poco hacía un hueco en ella. Levanté la vista y los pelos se me pusieron de puntas, otro golpe más resonó y la madera empezaba a cuartarse, me levanté y me hice a un lado apegándome a la pared. Otra vez golpeó la puerta y esta se abrió por la fuerza que usó. Hice mis manos hacia adelante cubriéndome de esta, ya que por casi me golpeaba por estar detrás.
Escuché la pisada de Bieber, se asomó y aproveché para salir corriendo pero su mano me tomó de la cintura impidiéndomelo. Golpeaba su brazo pero él me tomó de los cabellos haciendo que grité del dolor. Caminó hacia la cama y me tumbó en ella. Olía a alcohol ¿Acaso tomó? Tal vez fue antes de venir acá. Las piernas me temblaban, estaba con miedo. Justin estaba al frente mío, quitó su correa y la tiró a un lado. Llevó sus manos a su pecho y empezó a desabotonar su camisa. Joder, no.
—Tenías que abrir la puta puerta, ______.
—Fuiste tú…
—¡Me dejaste, por un carajo!
—¡Me violaste!
—No dejaría que ese gilipollas esté dentro, de algo que era mío ¿Oíste?
Indicó con la voz grave, tiró su camisa y bajó su pantalón rápidamente. Estaba solo en bóxer, me hice hacia atrás, recogiendo mis rodillas tratando de alejarme de él. Bieber se hizo hacia adelante y tomó mis tobillos, jalándome. Tomé fuertemente la sábana pero era imposible, se posicionó encima de mí y me vio por unos segundos, estaba llena de lágrimas. No quería revivir aquel momento, y más cuando sabía que era él.
—¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?
Sollocé, el rodó los ojos.
—Espero que consiente sea mejor.
—¿Qué?
—Solo quiero mi noche de bodas, ______.
—No.
—Lo haremos del modo difícil, entonces…
Ladeo la cabeza, cerré los ojos inmediatamente pero me di con la sorpresa de que me encontraba amarrada. Mis muñecas estaban atadas en la cabecera con unas hileras. Forcejeaba pero sentía como me apretaban, más. Como si me cortara la piel.
—¡No!
—¡Cállate por una mierda!
—Justin por favor…
—¿Sabes cómo he tenido que soportar no tocarte?
—¡Por favor!
—¡Que te calles!
Exclamó, dándome una bofetada.
—Está bien, pero… no me golpees. Por favor.
Supliqué entre lágrimas.
—Tú lo quisiste así.
—No, yo no quería que me violarás.
—¡Ibas a acostarte con Matías! ¡Eres una zorra!
