Naruto DEMONIO O ALGO MAS " EL Kuro shippu " (huracán negro )

capitulo 198

Alianzas

El grupo de ninjas de refuerzo estaba impactado ante lo que se hallaba frente a ellos, un gran cráter con el suelo ligeramente quemado, aunque no por medio de fuego, en el fondo un cuerpo hecho trizas d un sujeto ya muerto, mas allá una piscina aun sin enfriar de lava candente restos de cristal por todos lados incluso algunos jurarían haber visto algo de hielo regado por el suelo y un poco mas allá el otro cuerpo ese sin cabeza y con una enorme mancha se sangre esparcida por el suelo, mas de uno de los presentes sintió algo de nauseas ante la visión de los restos de masa encefálica regados por ahí, -llegaron tarde no creen- todo mundo volteo y pudieron ver al rubio sentado tranquilamente sobre una roca solamente viendo el paisaje eso si con algunos golpes y sucio por la tremenda lucha que libro.

-Naruto_kun ¿Qué paso aquí?- pregunto Tsunade dando un paso al frente mientras el rubio se incorporaba estirando un poco sus músculos para relajarse

-me tope con un par de akatsukis que tuve que eliminar eso es todo- lo dijo con una sencillez total y absoluta mientras mas de uno se le quedaba viendo incrédulo.

Semejante destrucción, todo el poder que lograron sentir, todo el chakra que sin duda gasto y para colmo ese último jutsu que apenas lograron ver y el lo decía como si no fuera nada es mas ni cansado se veía fuera del sudor que cubría su frente aunque ese mas que nada era por el sol que en este momento golpeaba con toda su fuerza sobre la rocosa llanura, sin duda el rubio era alguien muy interésate –espera un segundo tu solo te enfrentaste contra dos ninjas rango "s" y no solo ganaste sino que además lo dices como si fuera la cosa mas sencilla del mundo- dijo Kurotsuchi mirando al rubio fijamente mientras este asentía a cada una de sus palabras –eso es lo que digo Kurotsuchi_chan fue una buena pelea pero yo habría esperado mas de ese par de "inmortales"- los ojos de los ninjas de la roca se abrían como platos habían escuchado rumores sobre esos ninjas que se suponía eran casi invencibles ya que sin importar el daño que se les hiciera estos simplemente se volvían a levantar para seguir luchando hasta vencer y ahora mismo esos dos grandes enemigos estaban en el suelo muertos bajo el poder de ese ninja rubio al que casi atacan para matar, una sola idea cruzo la mente de los sujetos de la roca "nunca provocar a Naruto" y era sin duda una muy buena idea ya que Kakusu era ahora un fiel testigo de lo que le pasaba a quien hacia enojar al rubio –y como esta el tsuchikage- pregunto Naruto recibido de respuesta una gran sonrisa de la pelinegra mientras este miraba fijamente a la ojimiel que sonreía orgullosa –se salvara no por nada lo atendió la mejor medico del mundo- sus palabras sin duda eran un reflejo de su estado actual sumamente seguro y lleno de alegría –un gran trabajo Tsunade_chan- y sin decir mas el ojiazul la tomo de la cintura mientras plasmaba en los labios de la ojimiel un intenso y apasionado beso todo bajo las miradas en shock y ciertamente envidiosas de los demás varones mientras la pelinegra se sentía sumamente triste al ver la relación existente entre los dos rubios, una mano en su hombro la hizo voltear solo para toparse con la cara serena de Guren –el debe fundar su clan, tiene permiso de tener varias esposas- dijo sencilla y tranquila para acercarse el rubio que también le dio un beso suave y tranquilo mientras la envidia de los demás hombres solo aumentaba y Kurotsuchi tenia ideas relacionadas con cierto libro donde el protagonista disponía de su propio harem personal –(no solo se parece a Naguto también tiene un harem como el)- pensaba la pelinegra como siempre divagando entre escenas no aptas para menores, desde que empezó a leer ese libro por culpa del reto de un compañero tenia esas ideas aunque la mayoría eran fantasías de ella siendo una de las mujeres de protagonista aunque claro el no existía en realidad, si solo lo supiera.

De regreso a Konoha el Sandaime estaba revisando como siempre sus documentos y demás papeleo mientras su secretaria cuidaba de su hijo -¡vuelve aquí no hullas!- gritaba la pobre mujer a la distancia mientras el terrible niño huía de ella tras derramar un vaso de leche sobre ella, el Sandaime sonrió ante la persecución francamente le divertía verla sufrir mas que nada porque nunca detenía al rubio y este siempre lo atrapaba en situaciones amorosas con su esposa que hablando de ella en este momento preparaba algo de te que servia en humeantes tazas de porcelana, el rostro de Sarutobi se puso algo serio mientras una sonrisa un tanto burlista y celosa cruzaba su rejuvenecida cara -¿Qué encontraste Saru_kun?- pregunto Koharu mientras el hokage le extendía un viejo pergamino que la mujer leía detenidamente antes de mirar fijamente a Sarutobi –así que ya llego el día de concretar la alianza eh crees que Naruto se oponga- cuestiono la mujer mientras el kage miraba sutilmente por la ventana meditando la respuesta que a estas alturas era mucho mas que obvia –lo dudo mas bien creo que estarán felices ambos aunque puede que apresurarla sea molesto aun así les agradara la noticia- dijo el hombre para ponerse de pie y mirara tranquilo por el gran ventanal de su oficina –es verdad supongo que les gustara por cierto los hermanos vendrán a la boda no? Si es así hay que reforzar seguridad no todos los días se casa la hermana de un kage y este viene a la boda- era cierto en el viejo pergamino se trazaban los términos de la alianza entre Suna y la hoja en los que se especificaba que la rubia hermana de Gaara debería contraer matrimonio tras cumplir 19 años y claramente como su candidato era el rubio estos debieron esperar mucho para que las edades legales y estipuladas se alcanzaran, pero ahora era un hecho la alianza seria sellada de manera definitiva y permanente con el matrimonio de esos dos y eso alegraba al kage –Saru_kun deja de trabajar un rato y relájate- dijo una sensual Koharu mientras Sarutobi se daba la vuelta para verla con esa sonrisa sugerente en sus labios mientras su ropa entreabierta llamaba al hombre –te he dicho que te adoro Koharu_chan- y se acerco a su esposa mientras los abu en el techo trataban por todos los medio de no mirar pero les era imposible esos dos no eran para nada discretos, de no ser por el sello de la puerta que solo el rubio podía abrir ellos abrir sido atrapado en mas de una ocasión por mas personas.