Derrotar al enemigo de toda la humanidad, y al final, ser arrastrado por el...
Creer que todo esta perdido, y ya no poder volver a ver tu familia...pero la vida, o más bien, un ser de gran poder, te da una segunda oportunidad, y así poder conseguir...
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--Palacio Real--
El silencio, esa acción que expresa miedo o paz dependiendo de la situación, ese silencio que a muchos los puede llegar a marcar, pues eso era lo único que se apreciaba en un lugar.
Ningún ruido en absoluto se apreciaba, era silencio puro... Bueno, si no fuera por el grito de un ser pequeño.
¡Si!, he vuelto a ganar. -grito con emoción un ser pequeño, quien era Zeno-sama.
Jeje, me volviste a ganar querido hermano. -felicitó con tranquilidad un ser humanoide, con un cuerpo hecho de materia y energía pura de color púrpura.
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Ne ne, ¿vamos a jugar otro juego?. -preguntaba Zeno-sama con emoción.
Lo siento hermano, pero tengo que seguir vigilando a mis elegidos. -decía el ser púrpura con tranquilidad.
¿Enserió tienes que hacerlo?, quédate otro rato hermano. -respondía zeno sama con tristeza.
No puedo hermano, pero recuerda que tenemos un juego pendiente, es por eso que tengo que seguir vigilando a mis elegidos, al igual que tu. -contestó el ser púrpura con su misma tranquilidad.
¡Esta bien, está bien, ya quiero que empiece nuestro juego!. -decía Zeno-sama con emoción recuperando la felicidad.
Bueno hermano, antes de irme iré con Daishinkan, adiós. -dijo por último el ser púrpura antes de desaparecer.
Hecho eso, al estar solo el pequeño Zeno-sama, el solo se dispuso a jugar con unas esferas de cristal en donde se veían galaxias y planetas...
Y cuando el ser púrpura se despidió de su hermano, aparecío a las espaldas de Daishinkan.
Dime, ¿como vas Daishinkan?. -preguntaba el ser con tranquilidad.
Muy bien, todo va como lo planeo su hermano menor. -respondía Daishinkan con tranquilidad y una ligera sonrisa.
