— ¿Qué intentas decir?
—Me pediste que escuchara para que no cometiera errores, es lo que hago.
—Pero estas diciendo algo incoherente
—No, no lo digo —me sonrío— Cuando yo tocaba el piano fuera una melodía hermosa o una triste, siempre puse mis sentimientos en ella.
—Yo hago lo mismo —dije irritada por lo que decía.
—Vicky —lo mire era la primera vez que decía mi nombre— Tal vez lo que digas es cierto, si pones tus sentimientos en ella, entonces me das a entender que estas muerta por dentro
— ¡Lee Jin Ki! —dije enojada
—Yo se que lo que digo se escucha tonto, pero tus melodía por más hermosa que sea, está apagada.
—Lee —lo mire furiosa— Yo siempre he amado este violín, yo quiero tocar siempre el violín, es lo que me apasiona y que ahora tu vienes y me dices que es mentira, que lo que hago está mal.
—Nunca dije que estaba mal —dijo serio.
—Es lo que uno puede interpretar con esas palabras
—Sólo dije la verdad
— ¿Tu que sabes de la música? —Dije enojada— ¡TU NO TOCAS! —me miro sorprendido.
—Es cierto —me sonrío— Ya no toco…—me di cuenta que me pase con mis palabras
—Jin Ki —dije suave
—Tengo otra clases, te veo después —dijo y se fue
¡¿Qué hice?! No debí decirle eso, no…ahora cuando que el intentaba conocerme, ahora yo lo alejaba, ahora que el sueño de que me sonriera se cumplió, lo hice que me mirara con tristeza.
Salí corriendo, no iba lejos cuando lo mire.
—Jin Ki —dije y se volteo
—De verdad tengo que llegar a mi clase —dijo sonriendo. No lo pensé sólo lo hice, lo abrace
—Lo siento —dije. Pasa un rato cuando sentí que correspondía mi abrazo.
—Yo lo siento.
—No —negué leve— Es cierto, han pasado años desde que no toco con mis sentimientos, el único sentimiento que tengo…es la soledad —dije con un poco de esfuerzo, pero lo hice.
—Déjame llenar el vacío —Negué leve
—Para eso tendría que dejar de hacer presentaciones y mis padres…—suspire—Es el único momento en el cual puedo estar con ellos, nunca los veo y cuando lo hago, es sólo para hablar de trabajo…—sentí su mano en mi barbilla y levanto mi rostro.
—Vicky, déjame conocerte —dijo mirándome directamente a los ojos
—Sí —dije y él sonrío. Me dio un beso en la frente y me sonroje
— ¡Oh! —dijo y toco mis mejillas— Estas de nuevo roja —me miro preocupado— ¿Fuiste al doctor? —lo miré extraño, ¿Era enserio?
— ¿Qué?
—Creo que tienes fiebre —dijo suave— debo llevarte a enfermería —dijo y me reí al parecer era un poco tonto sobre el tema.
—Estoy bien —le sonreí— Ahora iré por mi violín, te veo después.
—Te acompaño —me dijo rápido
—Según yo, tú tienes una clase a la cual debes llegar —dije recordándole lo de hace un rato, miro su reloj.