Estuvimos comiendo entretenidos en la plática de nuestros padres, pero no podía evitar sentirme inquieta cada vez que notaba que Jin Ki me miraba.
Estábamos en medio del postre cuando sonó el celular de Jonghyun, se levantó a contestar y después regresó.
— ¿Puedo retirarme? —pregunto sonriente a mis padres.
—Ah —mi padre lo miró y al parecer comprendió de lo que se trataba— Está bien, no llegues tarde a casa.
—Esta bien, padre —dijo feliz.
Se despidió de nosotros y salió como rayo. Estuvieron platicando y cada vez era más grande mi inquietud, quería irme ya, estaba distraída cuando escuche lo último que preguntaba mi madre
—...quieres ir?—la mire
— ¿A dónde? —pregunte y mi madre sonrió
—A casa —me dijo feliz.
— ¡Sí!
—Creo que no tiene inconveniente —dijo mi madre a Jin Ki.
La mire y luego a Jin Ki el cual sonreía... ¿Qué estaba pasando?
—Si no hay problema —dijo su padre— ¿Estás seguro hijo?
—Sí —les sonrió a sus padres— espero se diviertan —mientras se levantaba
—Gracias —dijo mi padre— es tarde, confiaremos en ti
—No se preocupe —dijo y lo mire aun confundida— la dejare en su casa, sana y a salvo
— ¿De qué hablas? —primera vez desde que lo vi sentado enfrente de mí, le hable.
—Hija —me miro mi madre— Te dije que Jin Ki te llevaría a casa o si bien querías venir con nosotros, pero que Jin Ki está dispuesto a llevarte ¿Quieres ir?
¡DIABLOS! No, no quiero ir con ellos, no se cuales sean sus planes pero no creo que me gusten y no quiero ir con el chico que más me gusta, porque sé que algo mal voy hacer, además de que no creo poder seguir más rato mirando esa sonrisa.
Pero mis padres son tan sobreprotectores que si no quiero ir con él, no me dejaran irme.
— ¡Ah! Claro, es una buena idea —sonreí a mi madre—Entonces los veo mañana —dije y me puse de pie— No lleguen tarde —les dije sonriendo
—Vallan con cuidado. —Dijo mi padre sonriendo
—Claro, Señora
—Anna—dijo mi madre
—Anna —dije Jin Ki sonriendo.
Caminamos hasta la salida del lugar, Jin Ki venía detrás de mí lo cual hacia más incomodo el momento, al final salimos me voltee y lo mire.
—Puedo ir sola.
—Lo sé —dijo y me sonrió— Pero eso no impide que quiera llevarte
—No entiendo el por qué deberías —dije— Ve a tu casa puedo llamar a MinHo, él puede...—me interrumpió.
—Le prometí a tus padres llevarte a salvo, soy alguien de palabra.
—Pues dame tu palabra que dejaras de mirarme —le dije pero no note cambio de expresión.
—No —dijo
— ¿Por qué?
— ¿Por qué? —Me sonrío y se acercó a mí a lo cual me sorprendí
— ¿Qu-que haces? —Pregunte nerviosa
—Porque si no te miro puede pasarte algo, prometí llevarte a salvo —dijo y se alejó— ¿Estas enferma? —Pregunto
