—Te extrañe.
Y antes de que supiera quién era, ya estaba envuelta en sus brazos.
—Hola...Sebastián —estaba sorprendida de verlo— pensé que me ibas a llamar.
—Sí, pero no puede esperar.
—Pasa —me aleje de él intentando sonreír y me hice a un lado para dejarlo pasar.
—Sí—dijo con su sonrisa llena de amor.Entrelazo los dedos de nuestras manos y entro.
— ¿Cómo te la pasaste?
Suspiró y volvió a sonreír.
—Estaba muriendo pero cuando llego la Srta. Eung Sung todo fue más rápido.
—Ella es alguien comprometida con lo que hace—dije sonriendo.
—Sin duda, lo es.Estábamos sentados en el sofá y me sentí muy mal, al pensar en que ayer estaba muy feliz en brazos de Onew en el mismo lugar y ahora estaba con Sebastián intentando olvidar lo de ayer.
— ¿Y todo está mejor ahora?
—Sí.
— ¿Qué era lo que ibas a decirme?
—Oh, son dos cosas. Aceptaré lo que venga. —se notaba nervioso.
—Me asustas.
—Lo siento —dijo mirándome fijamente— estuve a punto de engañarte —me sorprendí.
—Oh...
—Con la Srta. Eun Sung.
—Entiendo...—no iba a grita como loca, no iba a ponerme histeria, porque yo si lo engañe.
—Ella me detuvo.
—No sé que deba decir o hacer.
—Puedes maldecirme, golpearme e incluso si te no deseas verme de nuevo, puedes pedírmelo.
—No creo ser la persona indicada para decidir eso ¿qué quieres tú?
—Se que fui un idiota, y no sé que me pasó, bueno si lo sé, y por eso me odio pero no quiero terminar y de verdad lo s...—lo interrumpí.
—No pasa nada. Está bien. Queda olvidado.
— ¿Segura? —tomo mis manos.
—No te voy a negar que me sorprendí, —pero no me sentí tan mal; Pensé— pero no te voy a juzgar.
—Te prometo que nunca lo volveré a hacer.
—Esta bien —Sonreí...él era capaz de decírmelo pero yo no podía— ¿Qué es lo otro?
—Necesito que te bañes, te relajes, te pongas algo de lindo, pasaré por ti en una hora.
— ¿No vas a decirme lo segundo?
—Aquí no —me sonrió— ¿Quieres venir?
—De acuerdo. —correspondí a su sonrisa.
—Gracia —me beso en la mejilla— Regresó en una hora —asentí leve.Me quede en el sofá con las manos en el rostro, la puerta se abrió y no levanté la vista.
—Al parecer ya llegó tu galán —era la voz de Alinee y de pronto se quedo en silencio y volvió a hablar— ¿Qué pasó, Vicky?
No levante la vista, sentía las lagrimas recorrer mis mejillas.
—Sebastián estuvo a punto de engañarme —dije.
—Ese hijo de s...—la tomé de la mano.
—Pero yo si lo engañe con Onew.SILENCIO…
—Oh...—escuche y el sofá se hundió a mi lado— No voy a preguntar como estas, porque noto que estas muy mal.
—Soy tan despreciable —dije mientras dejaba caer mi cabeza en sus piernas.
—No lo eres, no digas eso. —empezó a acariciar mi cabello.
—Es que, Sebastián tuvo el valor para decírmelo, para pedir perdón y yo que también tuve esa oportunidad me lo callé, me lo guarde.
—Vicky, sé que esto es lo menos que necesitas ahora, pero…entiendo que amas a dos hombres, pero yo creo que solo existe el amor verdadero y el falso ¿a quién amas de verdad?
—Se que es lo correcto, y sé a quién amo. Pero no quiero arruinar su trabajo por algo como esto. —me senté y seque mis ojos.
— ¿El CEO está de acuerdo? —la miré.
—Le dije ayer que lo dejáramos.
— ¿Está de acuerdo?
—No lo estoy —contesto una voz por mí— le dije que iba a luchar —las dos levantamos la vista hacia él.
— ¿Cómo entraste? —Preguntó Eun Sung y él me miró a mí— Entiendo. No es el mejor momento para que te quedes, Sr CEO. —Onew no quitaba la vista de mí — Vete —le ordeno Alinee— hablen después pero ahora déjala pensar, Jin Ki.
—De acuerdo —dijo él sin apartar la vista de mí y luego salió.
—Tal vez esto se va a poner muy interesante.
—Iré a arreglarme.
— ¿Para qué?—me levanté y ella conmigo.
—Sebastián va a pasar en 40 minutos.
— ¿Van a salir?
—Tiene algo que decirme.