Oscuro, pero no tanto | COMPLETA |

6. La loca.

¡Hola chic@s!

Espero que estén disfrutando de la historia. El capítulo de hoy va a ser breve, pero aún así espero que les guste, comenten y voten :D

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Me senté sobre la cama, sin tan siquiera haberme quitado el vestido aún, abanicándome con las manos.

¡Por Dios! ¿Por qué aquel hombre me ponía en aquel estado y se iba sin más? Más aún... ¿Por qué estaba así por ese tipo cuando debía estar llorando por las esquinas por haber sido traicionada? ¡Alex me había puesto los cuernos con otra mujer! ¿Por qué me daba igual? No se suponía que debía de ser así, se suponía que ...

Agarré mi teléfono y llamé a Tony, el tardó largo rato en cogerlo, pero cuando lo hizo me acribilló a preguntas.

- ¿Cómo qué se ha cancelado la boda? ¿Cómo está tu padre? ¿Qué es eso de que el novio te ha puesto los cuernos?

- Algo me pasa, Tony – me quejé, tocándome el pecho, preocupada. Él era mi confesor, siempre lo había sido, incluso me dio consejos para conquistar a Alex – tienes que venir a la casa de mis padres en seguida, estoy muy rallada.

- ¡Por supuesto que estás mal – insistió él - ¡Tu prometido se ha largado con otra y te ha dejado tirada en el altar! – gritaba, haciendo que su chico le mirase con cara de pocos amigos, mientras él le hacía señas para que diese la vuelta al coche y continuase en dirección contraria – vamos a casa de Cam.

Era eso lo que me pasaba. Estaba mal por lo de Alex y por eso estaba deseando ser poseída por Rogger. ¿Era eso?

- A la mierda con Alex – me quejé, dejando a Tony bastante sorprendido, pues se suponía que yo estaba muy pillada por él, entonces... ¿por qué no podía quitarme a su amigo de la cabeza? – estoy rallada por otro chico.

- ¿Qué chico? – preguntó, histérico, mientras su pareja intentaba que bajase la voz – perdona, perdona – se disculpaba con él para luego darle un beso en la mejilla - ¿de qué chico me hablas, nena?

- Rogger – declaré, haciendo que el otro pegase un gritito histérico de los suyos, haciéndome reír – deja el drama, Tony.

- Tienes que ponerme al día, nena – insistió - ¿ha pasado algo?

- No – le calmé, aunque al recordar sus dedos en mi piel me di cuenta de que sí que había pasado – bueno... no nos hemos besado ni nada, pero ... Estoy echa un lío, Tony.

- No te muevas de ahí, nena, llegamos en un segundo – aseguró, para luego colgar el teléfono.

- Nena, ¿estás ahí? – preguntó la voz de Tony, haciéndome volver a la realidad, dándome cuenta de que lo había imaginado todo, no le había contado nada sobre Rogger. Era más que obvio que no podía hacerlo, sabía de sobra que esa sería su reacción.

- No hace falta que vengas, estoy bien, tan sólo necesito descansar un poco – le tranquilicé, mientras él le explicaba esto a su esposo, y ponían rumbo en la dirección contraria.

- Hoy no hay quién te entienda - me regañó - primero me dices que estás rallada y me necesitas, luego que no - insistía - Estás terriblemente bipolar.

Me quité el vestido de novia y me puse algo más cómodo, una falda y una camiseta, para luego acicalarme un poco el cabello. Mi teléfono comenzó a sonar, pero no sabía quién era, jamás había visto ese número. Lo descolgué sin esperar demasiado.

- ¿quién es? – pregunté, escuchando la risa de una chica al otro lado.

- Veo que has recibido mis fotos – me dijo, haciendo que me hirviese la sangre al darme cuenta de que había sido ella la que le había provocado el infarto a mi padre.

- ¡Eres una zorra, mi padre ha estado a punto de morir por culpa de esas putas fotos! – espeté, molesta.

- ¡Vaya, vaya! Pero si eres más mal hablada de lo que me había dicho Alex – bromeó. ¿De qué conocía aquella arpía a mi ex prometido? Eso era lo que me preguntaba en aquel momento – Pero aun así eres menos rival de lo que lo es Abby.

- ¿Quién es Abby? – pregunté, recordando aquel nombre, pues había escuchado a Rogger hablar sobre ella con Alex.

- No te enteras, ¿eh? es la tipa de las fotos – aseguró, dejándome noqueada, pues recién sabía el nombre de aquella tipa, aunque... eso sólo quería decir una cosa, Rogger también la conocía, y por cómo hablaba de ella parecía importante para él – aléjate de Alex, él no es para ti – me dijo, dejándome sorprendida por el odio con el que decía aquellas palabras – y de Rogger, él es demasiado para ti - Colgó el teléfono antes de que pudiese haber dicho una sola palabra.