17. ¿Hetero o Gay?

33 4 0
                                    



Estábamos en el coche de Mad, por supuesto conducía Eric, pues ella había bebido más de la cuenta, de camino a la discoteca, ya que queríamos seguir divirtiéndonos. Quería beber hasta desmayarme y olvidarme de mi propio nombre.

Y lo conseguí, no creáis que no. Pero entre medias hice muchas locuras, cómo bailar con Mike, y terminar vomitándole encima, llamar a Rogger borracha y mandarle a la mierda, ... La noche se me fue de las manos.

- Siento lo de tu camisa – me disculpé, cuando bailábamos una bonita canción, a altas horas de la noche. Él sonrió, quitándole importancia al asunto.

- Es una suerte que haya traído este chaleco por si refrescaba, si no ahora llevaría esa maloliente camisa – bromeó, haciéndome reír – ¿estás mejor?

- Menos borracha – le calmé, haciéndole sonreír.

- Esos idiotas no te merecen – comenzó, logrando que le observase, sorprendida – el prometido y el amigo idiota – explicó – eres agradable, simpática y muy guapa.

- ¿Estás intentando ligar conmigo justo ahora? – bromeé, haciéndole reír, divertido. Su risa era bonita, no os lo voy a negar.

- ¿Te molestaría si lo estuviese haciendo? – preguntó, sonreí, calmada, mientras seguíamos moviendo al ritmo de la canción.

- No – respondí, sorprendiéndonos a ambos, pero era cierto, no me molestaba. Se mordió el labio inferior, sin perder detalle de mis rasgos. Miré hacia ese punto, y me quedé sorprendida al darme cuenta de lo mucho que quería besarle.

Acarició mi mejilla con suavidad, sujetando un par de cabellos rebeldes de mi flequillo detrás de la oreja, mientras yo bajaba la mirada, avergonzada, y él besaba mi mejilla.

- ¿Eres tímida? – preguntó, sobresaltándome. Pensé en ello durante un momento. Lo cierto es que no, yo no era tímida, pero la fachada que mantenía, es decir, Camile si que lo era. Negué con la cabeza – pareces muy tímida, Camile.

- Supongo que las apariencias engañan – contesté, haciéndole reír, divertido.

Alguien entró en el club en ese justo instante, pidió una copa junto a la barra, mientras su amigo elegía su nueva presa, percatándose de algo ...

- ¿no es esa la tía que te llevaste a la cama el otro día? – preguntó, haciendo que su amigo dejase de prestar atención a la camarera y volviese la cabeza para mirar hacia la pista, donde una joven bailaba junto a un chico, y ambos se reían.

Su rostro cambió en ese justo instante, apretó los puños, furioso, y nos asesinó con la mirada. Porque sí, aquella chica que bailaba en la pista era yo, junto a Mike.

- Será mejor que quites esa cara de idiota – le espetaba su amigo, observándole con cara de malas pulgas – si Angy te ve de esa forma...

- ¡Me importa una mierda esa zorra! – se quejó, volviéndose hacia la camarera, pidiéndole una copa, que se bebió en menos de un minuto. Dejó el vaso vació sobre la barra, y luego volvió a mirar hacia ese punto, hacia esa mujer que lo había estropeado todo...

"Se encontraba en casa de su colega, escuchando rock, mientras este le servía un par de tragos, en el mini bar de la sala de estar, junto a la mesa de billar, cuando su teléfono comenzó a sonar. Lo sacó de su chaqueta y miró hacia ese número, sabía con exactitud quién era la persona que llamaba. Lo descolgó sin tan siquiera pararse a pensar si era buena idea hacerlo delante de su amigo.

Oscuro, pero no tanto | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora