37. Primer día en un lugar diferente.

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Capítulo 37. Primer día en un lugar diferente.

Aquel día fue duro, no sólo porque estaba cansada del viaje, el jet lag me abrumaba, y mis zapatos me hacían rozadura. También era por su familia, que me acribilló a preguntas tan pronto como nos vieron aparecer en el aeropuerto.

- Eres mona – comenzó Jenni, una vez me hubo preparado la habitación que antaño pertenecía a Abby – pero no eres ni por asomo el tipo de mi hermano – insistía, dándome cuenta de que ella me odiaba, parecía que alguien la había puesto en mi contra, y sabía perfectamente quién era esa persona – Si intentas hacer algo para destruir la felicidad de mi hermana...

- ¿Por qué crees que yo...? – empecé, pero ni siquiera pude terminar, pues ella me empujó. Para ser una cría tenía fuerza, me recordó a mí cuando tenía su edad.

- Alex y ella son felices – espetó – así que ni se te ocurra meterte en medio – insistía, mientras yo tragaba saliva y miraba hacia el suelo. Quizás no había sido tan buena idea venir aquí, quizás... debería haberme quedado en Londres junto a mi familia y amigos – sé que toda esta relación con mi hermano es mentira, le conozco bien, él no es de los que se enamoran.

Se suponía que debía quedarme callada, era Camile Dunst, no Emma Dawson, pero terminé haciendo otra cosa bien distinta a lo que debía.

- Mira niña – la llamé, dejándola algo sorprendida, pues no esperaba aquello, Abby y Alex me describieron como una tipa sencilla, simple e inocente – no quiero problemas. Se que Rogger te quiere mucho, y sólo por eso voy a intentar hacer borrón y cuenta nueva – explicaba, acortando las distancias entre ambas, en tono amenazante – pero si vuelves a acusarme de alguna de estas mierdas más, juro que no te lo perdonaré – espeté, para luego coger el pijama de mi maleta y salir hacia el baño, dejándola bastante confundida.

Cuando volví a la habitación, esta estaba desierta, y sobre la mesilla de noche había una disculpa en un posit:

"Siento el malentendido. No pretendía incomodarte. Prometo no volver a hablar de más"

Sonreí y me metí en la cama, mientras un mensaje llegaba a mi teléfono.

El semental.

"Siento toda esta mierda, no pensé que mi padre nos obligase a dormir separados. De todas formas, es algo temporal, hasta que encontremos lugar en el que vivir"

Yo:

"No importa, está bien. Así puedo conocer a tu familia"

El semental:

"Están un poco locos, no me lo tengas en cuenta"

Desayunábamos en el salón, el desayuno propio americano, tortitas con sirope de arce y mantequilla de cacahuete.

Su familia aún dormía, era fin de semana, así que era completamente normal.

Reí divertida tan pronto como bromeó sobre todo lo que quería hacerme antes de que los demás despertasen, mientras metía un trozo de tortita en mi boca. Lo cierto es que no me gustaba nada la mantequilla de cacahuete, así que me las comía sólo con sirope de arce.

- Eres un desastre – le dije, admirando como se había llenad toda la cara con sirope de arce, y en aquel momento la tenía pegajosa. Me acerqué a él, acortando las distancias entre ambos y lamí su mejilla, mientras él me observaba. Sabía que él quería besarme después de eso, pero me eché hacia atrás, haciéndole la cobra, tan pronto como me percaté de que su familia podría salir en cualquier momento.

Oscuro, pero no tanto | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora