16. La venda cae de mis ojos.

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Muy buenas tardes, hoy les traigo otro capítulo, veo que hay poca gente que la sigue, y me da mucha pena, ya que le tengo un cariño especial a esta historia, además desvela muchas cosas que se quedaron por resolver en el anterior libro. Preguntas cómo: ¿Qué pasó con Angy? ¿Qué significa el tatuaje que Rogger tiene en su brazo? ¿Por qué Abby le puso Zoe a su hija? ¿Por qué Rogger y Abby no querían enamorarse? Y muchas más, sobre todo muchas más cosas sobre el pasado de Rogger y Abby.

No sean malos y denles una oportunidad a Rogger y Camile, les va a gustar, se los aseguro!!

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Era otra persona distinta cuando desperté al día siguiente, ya no era la lastimada Camile, lo supe tan pronto como me miré en el espejo y sonreí hacia mi reflejo. Emma era quién me devolvía la mirada.

Aquella mañana fui a comprar ropa, no había nada mejor que eso para desconectar. Me compré ropa realmente sexy, ropa que jamás en mi sano juicio me habría puesto, ropa que tan sólo me pondría si volviese a ser Emma. Ella tenía un estilo muy diferente al mío, al que yo fingía tener.

Terminé mi travesía, con la tarjeta temblando, y las manos repletas de bolsas. Sonreí maliciosa, sonriendo hacia el reflejo que se veía en el escaparate. Estaba plenamente despampanante, y no pensaba quedarme a llorar en la cama nunca más, no después de haber visto aquella foto.

Me di la vuelta y caminé calle abajo, pues al final de esta se encontraba el coche con chófer que mis padres me habían obligado a usar, por precaución. Estaban muy preocupados por mi comportamiento de la noche anterior, y no era para menos... aún pensaban que aquellos malnacidos podían hacerme daño, yo por el contrario, me sentía a salvo en la ciudad.

Mi corazón se detuvo tan pronto como vio a Kat saliendo de un hotel, pero Emma controló la situación, sonrió con malicia y caminó hacia ella como si nada.

- Hola Kat – la llamé, haciendo que esta me mirase sorprendida de verme tan entera, mientras yo masticaba el chicle de forma exagerada - ¿no esperabas encontrarme aquí? – pregunté, divertida, enseñándole mi dentadura completa al sonreírle – he venido a hacer unas compras – ella volvió a observarme, de arriba abajo, con la boca abierta, como si no pudiese dar crédito a lo que tenía delante. Un tipo llegó hasta ella, saliendo del mismo hotel, agarrándola del brazo de malas maneras para atraerla hacia ella, mientras mi corazón volvía a doler. Él parecía no haberse dado cuenta de mi presencia.

- Dile una palabra de esta mierda a alguien y te juro que... - comenzó, haciéndome sonreír, al darme cuenta de que aquel idiota estaba preocupado de que se le descubriese la farsa. No era nada, tan sólo era basura. Todo lo que dijo o hizo por mí, para que le creyese, en aquel momento no valía nada, pues con todo aquello tan sólo estaba dándole la razón a todas las personas que me dijeron que él era un mal tipo, que me haría daño. Justo resultó de esa manera, pero jamás dejaría que él se diese cuenta de ello.

- Ella ya lo sabe – respondió Kat, haciendo que él la mirase sin comprender, al mismo tiempo que ella ladeaba la cabeza para mirarme. La soltó tan pronto como se dio cuenta de mi presencia, pero algo había cambiado, yo no parecía ser la misma – le envié una foto anoche.

- ¡Puta loca! – se quejó, dándole un empujón, mientras yo lo empujaba a él – Cami, no es lo que piensas, te lo juro – me reí al escuchar aquello, miré hacia Kat un momento y luego le crucé la cara sin miramientos, dejándole algo perdido.

- ¿No leíste el mensaje que te escribí anoche? – pregunté, mientras él se encogía de hombros, sacando el teléfono, poniendo gran atención al mensaje – has caído de lleno en la trampa, Rogger – le dije, levantando la mano para acariciar su mejilla. Aquello fue un error, pues una parte de mí despertó y sintió algo, un terrible dolor que me atravesaba el pecho, pero conseguí fingir que no había sucedido nada, con éxito.

Oscuro, pero no tanto | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora