Capítulo 1: Detente ༄

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Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes.» El Señor lo afirma.

Isaías 55:8-9 (Version DHH)

Allan no escuchaba el exterior

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Allan no escuchaba el exterior.

Era suficiente ruido la ebullición de su mente.

Corría sin detenerse.

Sus zancadas hacían eco pero aquello no callaba el ruido de sus pensamientos.

En los pasillos de la universidad ocean's wave reinaba el silencio. Las coloridas taquillas estaban cerradas, al igual que las puertas de cada clase, acababan de empezar. De vez en cuando se oían risas, murmullos lejanos y profesores hablando más alto de lo normal. En una de las aulas de la tercera planta se gestaba una discusión.

"Señor Jesús, por favor que no pase nada".

Oraba ya al final de las escaleras.

"Tengo que llegar".

Ella había subido hasta la quinta planta del edificio. Sabía que no debía intervenir pues no se hablaban. Sin embargo, algo lo alertó. Nunca había visto a nadie correr así.

Allan empezaba a cansarse, pero el mal presentimiento en su pecho, no menguaba. Así que caminó hasta el final del pasillo y miró hacia los lados. Sólo se le ocurría la azotea.

Llegó hasta la puerta. No se abría y el desespero aumentaba con cada segundo.

Allan no se angustiaba con facilidad, sin embargo, esto le superaba.No quería volver a vivir aquello, no de nuevo.

No cesaba de orar.

Empujó con todas sus fuerzas y logró abrir.

Miró de nuevo hacia ambos lados, la chica se encontraba de pie en el alféizar, sus brazos estaban extendidos. Allan gritó-: ¡Por favor no te tires! ¡

-¡Déjame! -gritó la joven totalmente fuera de sí. No podía verle el rostro, su cabello negro se movía impulsado por el viento. El ruido en su mente se hacia cada vez más intenso, voces la llamaban al abismo.

-Dios es real.Él te ama

Ella se dio la vuelta. Los pies apenas pisaban aquel pequeño espacio. El chico temió que cayese. Sus ojos estaban abiertos y lloraba.

-Por favor bájate de ahí -suplicó él, en un intento de acercarse.

-No te muevas. - advirtió ella.

- Elizabeth ¿Verdad?

-¿Qué te importa?- su tono era violento.

-Jesucristo puede cambiar tu vida.

Indeleble ©✔︎ (SGL1) [Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora