Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, el SEÑOR me recogerá.
Salmos 27:10 BLAEl sonido de sus pasos acelerado junto con el alboroto de la pelea detrás de una de las puertas era lo único que se escuchaba en el viejo edificio.
Liz subía las escaleras desgastadas con rapidez para llegar a su destino.
Cuando intentó abrir la puerta de la casa de Rosa no se sorprendió al descubrir que la misma llave era inservible. Era lógico que tras las palabras del otro día cambiase la cerradura.
Cómo otras veces, hizo uso de las técnicas aprendidas e intentó abrirla con una pinza y una tarjeta pero fue inútil.Sacó una navaja de su chaqueta y la movió en la cerradura pero no funcionaba. Probó de diversas formas con diferentes utensilios. Se seguían escuchando gritos en la lejanía.En ese instante la luz no titilaba.
Tras el intento de la navaja al ver que el nuevo cerrojo era muy seguro intentó llamar a Evan haciendo diferentes toques en la puerta. Tras varios minutos suspiró a punto de rendirse. Si se lo había llevado al iglú no podría hacer nada. Escuchó la voz del muchacho.
- ¿Lizzy?
-¡Evan! Ábreme la puerta
-No se dónde está la llave
-¿Rosa la cerró antes de salir ?
-Sí
-Como el cerrojo es nuevo tiene que traer consigo dos o tres llaves más. Deben estar en algún parte. Intenta pensar dónde las pudo dejar
-Voy a buscarlas
-Date prisa , no tenemos tiempo.
La chica contaba los minutos deseando que en verdad Kek hubiese podido distraer a esa mujer lo suficiente como para huir.
En cualquier otro momento hubiese sido más sencillo pero ahora Rosa estaba tomando precauciones para que no escapase. Ella sospechaba algo
Tras unos minutos volvió a oír la voz de Evan al otro lado.—Lizzy no se dónde está
La pelinegra se hizo un moño frustrada. Había intentado todo lo que sabía. Podría llamar a algún viejo conocido si el tiempo no corriese en su contra.
Unos pasos se oyeron en las desgastadas escaleras.
Alerta a cualquier sonido que la indicase peligro subió unos peldaños para observar quién subía. No quería meterse en problemas pero se defendería de quien intentase sobrepasarse, ya no era una adolescente.
El hombre del piso de abajo que solía ver con una bolsa de basura ,estaba frente a su piso. Miraba a ambos lados.-¿Chica? - la llamó mientras la buscaba. Le observó aún desde las escaleras, a ésta distancia podía distinguir su rostro demacrado pero el hombre no podía visualizarla.-Puedo ayudarte a sacar a tu hermano
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Indeleble ©✔︎ (SGL1) [Cristiana]
Spiritual«𝐓𝐚𝐧 𝐟𝐫𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐦𝐚𝐛𝐚, 𝐭𝐚𝐧 𝐫𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚𝐛𝐚.» Liz está al borde del abismo, atrapada en los dolorosos recuerdos que la persiguen día y noche. Su vida, marcada por las sombras de su pasado, parece dirigirse irremedia...