Indeleble ©✔︎ (SGL1) [Cristiana]

Capítulo 7: El sobre ༄

Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Juan 3:19-21

El pasillo estaba vacío cuando Liz llegó. Caminó con millones de preguntas en la cabeza. Tantos pensamientos llenaban su cabeza que ésta dolía de la multitud que se agolpaban en su cerebro. A veces deseaba poder borrar alguno de ellos, le hubiera gustado olvidar. Irse. Pero aquel joven detuvo lo que creía su único medio de escape. La muerte.

Todas las taquillas estaban pintadas, decoradas o esculpidas en su exterior. Y seguramente también en su interior. Algunas incluso tenían diseños 3D impresionantes como en el caso de los alumnos de bellas artes. Conocía cada diseño y el lugar en el que se ubicaban a pesar de ser cientos de taquillas.

No había nadie debido a lo pronto que había entrado a la universidad. Liz se fijó en unas letras escritas con una caligrafía hermosa. Leyó el escrito : Dios tiene un plan que lleva tu nombre

La había visto varias veces pero esta vez decidió detenerse. Observarlo un par de minutos. El diseño le parecía espectacular y aunque no creía lo que decía la frase no podía negar que le gustaba.

—Dios te bendiga —saludó la chica. Era la taquilla de Li Maylin.

—Gracias—respondió.

—¿Te gusta mi taquilla? -preguntó la joven asiática. Veía colores a su alrededor y los recordaba pero no le inspiraban ningún sentimiento.

—Sí -la taquilla tenía filigranas de color verde con pequeñas florecitas amarillas y naranjas llenando todo el espacio de belleza. En cada esquina había una flor de loto dibujaba por una mano experta.

—Estuve a punto de pagarle a Sam que estudia bellas artes para que me la decorase pero oré al señor Jesús y me di cuenta que era miedo a fracasar. Que podía hacerlo y ésto fue lo que salió. ¿Sabes qué? Creo que las taquillas son como nuestras vidas. Lo que reflejamos en ella es cómo nos sentimos. Yo me sentía muy temerosa pero me dí cuenta de que podía lograrlo. Sé que parece algo insignificante. Cuando tengo miedo de hacer algo pienso en lo que dice la frase : Dios tiene un plan que lleva tu nombre — terminó.

Liz afirmó con la cabeza, no quería contradecir a la chica, le gustaba mucho su forma pausada de hablar y la convicción con la que expresaba lo que sentía.Finalmente dijo:

—Está bonita

Liz vió su propia taquilla, era una noche totalmente negra con alguna que otra nube que la adornaba y la luna como centro. No era tan hermosa como la de Li pero  reflejaba su interior. Intentando brillar cómo la luna en una noche totalmente oscura y sin vida.

Abrió su taquilla, en ella habían pegadas dos fotografía. Una de un bebé en blanco y negro; otra de un hombre abrazando a dos niños.

—¿Quienes son? —preguntó Li mientras dejaba los libros dentro.
Liz no supo que contestar, por ahora prefería no decir nada sobre su vida.

—Familia— resumió.

Li no preguntó nada más, procuraba comprender a los demás así que le dejó espacio.Despidiéndose brevemente dijo que esperaba verla en el comedor más tarde.

Liz encontró en su taquilla un sobre blanco sin remitente. El corazón le dió un vuelco. Miró a su alrededor. Ya muchos alumnos habían llegado. Podría haber sido cualquiera, podría habérselo dejado después de clase el día anterior o esa misma mañana.