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Finalmente llegó la última noche antes de verse con Tokinari y su supuesta enamorada. Uraraka se sentía nerviosa, confundida. Pensaba que todo iba a estar bien. Pensaba en que todo se iba a ir de las manos. Pensaba que capaz Tokinari era una mala persona. Pensaba que estuvo fingiendo siempre. Pensaba y pensaba. "Esto es absurdo... ¿Por qué de repente pienso tanto? Tantas veces he ido a verlo y nunca había tenido estas cosas en mente...".

En la cena, todos a su al rededor estaban hablando un mismo tema en el cual ella no se podía concentrar ya que su mente sólo pensaba en que podía pasar al día siguiente.

—¿Qué sucede? —le pregunta una de sus compañeras, y ésta simplemente niega con la cabeza, y trata de seguir comiendo al mismo tiempo a que Bakugou la mira fijamente con una cara sería, como si supiera exactamente en qué estaba pensando.

Nuevamente dejaron pasar a Eiko y empezaron a hablar sobre un plan, en el cual estaba involucrada. A la castaña le irritaba la idea pero todos estaban de su lado, pero más le irritaba cuando ésta se tiraba encima de Bakugou cada tres palabras que decía. Se veía mayor pero con sus actitudes parecía una niña.

Cuando la castaña decidió ir a su habitación, se recosto mirando hacia la puerta, la había dejado medio abierta esperando... La castaña se había acostumbrado a que en las noches Bakugou se sentaba al lado de su cama y tenían conversaciones sobre ellos, aunque Bakugou era muy limitado al hablar sobre el mismo, pero algunas veces intentó abrirse. Le había contado travesuras que hacia de niño, le explicó como era su pensamiento acerca de su amistad con Deku el cual a ella le había sorprendido ya que nunca entendió por que le tenía como una especie de odio.

—Nunca me gustó ser opacado por nadie —explica— pensaba que ayudar y ser ayudado eran signos de ser débil —arruga el ceño— Deku era siempre quien estaba atrás mío, ayudando y apoyándome en lo que sea —se apoyó sobre sus rodillas— y eso me hacia sentir inferior a el, me hacia sentir un inútil —decía apretando sus manos sobre sus rodillas— pero ahora entiendo que simplemente era un amigo —trago saliva y luego pensó que la conversación había tornado muy sentimental— pero seguirá siendo mi rival principal —poniendo una sonrisa, siniestra pero después normal.

Uraraka lo había escuchado atentamente a todo lo que le había contado. Le hablo sobre su madre y que en un momento pensaba que no iba a ser querido en la escuela, pero a pesar de eso siempre estuvo apoyándolo, y también a pesar que tenía su mismo carácter.

Uraraka pensando se percata de que Bakugou ya estaba parado sobre su puerta.

—¿Bakugou? —pregunta ella desde la cama. Éste abre la puerta mirándola con una ceja levantanda— ¿que haces?

—Sólo vine a verte —decía apoyándose sobre el borde la puerta— últimamente pasábamos las noches juntos —dijo y luego pensó en lo que había dicho y éste puso una mueca de molesto y avergonzado dándose cuenta de lo que dijo. Uraraka lo miro apenada y con los ojos totalmente abiertos— que venía a vigilarte por las dudas...

—No te molestes —decía e hizo que sus ojos cayeran forzados— si quieres puedes ir a seguir escuchando a Eiko —y ésta también pensó en lo que dijo y se sintió mal, estaba histeriqueando mientras que el la estaba ayudando, la hacia sentir bien pero sus celos los cuales no podía reclamar seguían ahí— gracias por venir igualmente.

—Todos están hablando con ella —comenta el rubio— nadie la tomó como simplemente una loca.

—¿Y tú si?

—Después de lo que pasó nos seguimos viendo por que ella me forzaba —decía apretando los labios— pero simplemente me preguntaba como me sentía y me daba algunos consejos para controlar mi ira en algunos momentos —cambia de tema— ¿cómo te sientes para mañana?

—Pss... creo que bien —decía despreocupada— sigo con la idea de que Tokinari no es ninguna amenaza—decía con una sonrisa.

—Veremos.

Empezaron a hablar de otros temas como el entrenamiento y que se podían ayudar mutuamente, también pensaban en que si llegara a suceder algo como podían frenarlo.

—Aunque... ¿Qué nos podría hacer? El no tiene ningún don —analizaba Uraraka.

Bakugou la miro por un momento pensando en que podría tener razón, pero no quería fiarse de nada.

—No podemos tener esa seguridad —explicaba— mira si en todo este tiempo te mintió.

Uraraka quedó helada. "¿Podria ser?" Pensó ella como si fuera un puñal en la espalda.

Bakugou le dijo que mejor no pensara eso en ese momento, necesitaba que descanse y que al otro día este fresca y despierta. Ella le dio la razón y se acomodó más. El rubio se quedó ahí sentado hasta que Uraraka se quedó dormida, pero antes de irse se quedó mirándola un rato, como si la contemplara. En ese momento se sonrojo al ver que adoraba verla y que jamás se lo iba a decir, pensaba en cuanto quería protegerla. Éste se acercó más a ella y le corrió un mechón de pelo, mientras que en realidad lo que más quería era abrazarla.

Sus sentimientos lo hacían ponerse de mal carácter pensando en que jamás serían correspondidos.

Don't Leave Me {BakugouxUraraka}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora