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—¿Cómo la dejaste escapar? —preguntaba nervioso el pelirojo.

—¡No la deje escapar!

Mientras que estos peleaban entre ellos mientras corrían llegaron a la salida, donde se encontraron con la mayoría de la Liga de Villanos. Toga sostenía a Uraraka.

—Hagamosla fácil y rápido —decía Toga— antes dijiste que la dejemos y que tu te entregabas —apuntaba a Uraraka con su navaja— entregate y la dejaremos libre.

Bakugou sabía perfectamente que era una mentira, que por más que se entregara no la dejarían, tampoco dejarían que sane. Pero pensaba en que no tenía otras alternativas.

—Primero sueltala y yo me iré con ustedes —dijo seriamente el rubio y Kirishima se había quedado sorprendido ante la respuesta, pero le negaba rotundamente a que se entregara.

—Así no son las cosas —amarró más a Uraraka contra ella y ésta se quejo— pobrecita, es débil y su héroe no es capaz de salvarla.

Bakugou estaba por crear una gran explosión pero primero pensó en que Uraraka estaba en medio y capaz podría empeorar su situación. Todas las alternativas que pensaba llevaban a que Uraraka saliera mal y no quería, en serio quería salvarla y ayudarla.

—Ya te he dicho que primero la sueltes —repitió Bakugou.

Toga se rió con algo de sarcasmo y no sacaba su navaja encima de la castaña. Y el rubio la miraba fijamente ya que veía que ésta le estaba haciendo señas con la mirada. Su mirada bajaba al suelo y éste la entendió al instante, aunque no estaba seguro en que la beneficiaba a ella.

Bakugou hizo caso a Uraraka y creo una gran explosión justo debajo de ellos, haciendo que estos perdieran la estabilidad, y sabía que saltarían hacia otro lado.

La idea de Uraraka que los demás se separaran así quedaría sólo ella con Toga.

En cuanto Toga saltó, Uraraka pega un cabezaso hacia atrás, haciendo que el reflejo del dolor soltara a Uraraka la cual uso su don en ellas dos para que ninguna de las dos cayera. Pero Toga no tenía piedad y seguía tratando de clavar su navaja sobre ella, la cual había llegado hasta su tobillo y legó a cortarlo. La castaña se quejo del dolor y Toga se burlaba de ella.

—Tranquila que cuidaré por ti al querido Bakugou —admitiendo que había ganado la pelea entre ellas— capaz teniéndolo cerca sea más sensible y abierto, ¿no crees? 

La rubia seguía enganchada hacia ella y Uraraka no tenía la fuerza suficiente como para sacarla de encima. Luego recordó que estaba usando su don con ella, y decidió sacarlo solo contra ella, pero su don había salido en ambas y cayeron directamente a un río que estaba cerca de un puente, el cual habían cruzado antes para llegar a las atracciones. "¿Donde estas Bakugou?" Se preguntaba mientras el río la llevaba lentamente. Trató de ir hacia la orilla, pero volvió a aparecer Toga tras ella, amarrándose de ella, tratando de ahogarla. La rubia veía todo como juego, ya que todo le hacía gracia.

—Eres hermosa —decía mientras tiraba de sus pelos para que volviera a la superficie, en eso la castaña aprovecha para recuperar el aire— no creo que merezcas alguien como él, ¿no? Creo que te dejó muchas veces sola, y te ha lastimado —y de repente parecería que perdiera más la cabeza, río más fuerte que de costumbre— ¡Por eso lo quiero para mí!

Mientras la castaña trataba de salirse de las manos, pero la tenía justamente donde más de dolía. Luego vio que su herida del hombro ardía y dolía mucho más que antes.

—¿Dejarás que muera aquí? —le preguntó Uraraka, quería ver hasta donde llegaba su maldad, su locura.

—¡No lo creo! Pero es tan divertido verte cuando sufres, eres tan vulnerable, más de como había mencionado Tokinari —ese nombre resonó en la cabeza de Uraraka y volvió su ira hacia ella, pero no podía hacer nada ya que su herida no le permitía moverse— si tu chico te quisiera ya estaría aquí sabiendo que estás con esa herida, pero no lo está.

Don't Leave Me {BakugouxUraraka}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora