Silhouette [1] ➳ Fred Weasley

ii. v

❝We will be prepared.❞

El aire cálido que emanaba la chimenea podía ser reconfortante para cualquiera, excepto para Nina Thompson. Francis Bonnaire y Nina fueron a buscar lo más rápido que podían a los padres del primero, recorrieron gran parte del lugar hasta hallarlos, pero era muy tarde, las personas comenzaron a correr hacia ellos en su intento de escapar del alboroto que estaban causando los hombres encapuchados.

Gregory le dio la orden de sacar a Nina de aquel lugar, quién se negaba a irse sin su hermano o los Weasley, pero Francis la ignoró completamente y comenzó a correr, con ella siendo arrastrada. Antes de desaparecer de aquel lugar ambos pudieron observar como la marca tenebrosa se expandía en el cielo.

La joven bruja no sabía cuánto tiempo pasó en la misma posición y de no ser por el sonido de alguien apareciendo por la chimenea detrás se habría mantenido de la misma manera.

— ¿Nina?

— Mamá. —exclamó siendo recibida por los brazos de su madre y luego de su hermano— ¿Están bien?

— Pudimos usar el transportador antes de que ellos llegaran a la carpa. —respondió la mujer mientras colocaba sus manos y buscaba alguna herida— ¿Cómo lo supiste? ¿Estás bien?

— Tranquila, lo estoy, Francis me ayudó. —respondió observando al castaño recargado en la pared— Vengo viendo esto desde principios del verano, pero jamás puede ver más allá de lo debido.

— Ninguna estaba segura de que significaba. —explicó Joshepine mientras entraba junto un elfo doméstico— Sus sentidos recién están comenzando a desarrollarse con mayor intensidad, aun así, Dumbledore fue notificado de la marca, pero no podía hacer nada si no teníamos algo más concreto, le costará un poco hasta que pueda ser todo más claro

— La marca tenebrosa no puede significar nada bueno. —murmuró Ella— ¿Quizás viste algo más que pueda ayudar?

— Nada, lo siento. —susurró Nina.

— ¿Significa que él volvió? —preguntó Francis atrayendo la mirada de todos.

— Todavía no lo sabemos, pero estaremos preparados.

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— No puedo creer que no hayas estado con ningún francés lindo. —murmuró con clara indignación en su voz. Nina rodó los ojos ante los regaños que había estado recibiendo por parte de Caitlin en gran parte del viaje.

La rubia fue la primera en atacar a Nina con preguntas acerca de su estadía con la familia Bonnaire, preguntas que intento responder sin ningún problema hasta que la curiosidad por saber si conoció a algún chico salió. Luca y Ezra, que fueron sus acompañantes en el viaje solo rieron al ver la cara de susto que colocó Nina cuando el primer sermón comenzó.