❝Are the three of us again?❞
Los brazos de Aurore Baschet se aferraron al cuerpo de Nina por varios segundos que provocó la risa de Francis a su lado. El día en que los colegios invitados se irían llegó y todos los que desarrollaron un lazo amistoso con los estudiantes se encontraban despidiéndose de ellos antes de que subieran a su respectivo transporte.
La perteneciente a la casa de los leones salió del colegio hacia el patio cuando la francesa se lanzó para abrazarla mientras murmuraba lo contenta que había estado de poder conocerla.
— Ya déjala Aurore, la estás asfixiado. —dijo burlón el francés.
— Cállate. —dijeron ambas brujas dejando de abrazarse, Francis sonrió y se acercó para también abrazar a Nina.
— Espero que puedas ir a visitarnos en Francia, mamá cree que deberías ir unos días.
— Si mi padre me deja salir de casa estoy segura que iré.
— Recuerda que ya no necesitas permiso para irte. —habló Aurore con una sonrisa cómplice en el rostro.
— No le des ideas. —exclamó Caitlin apareciendo detrás de Nina— Seguramente luego se escapa y termina yendo con los de mi especie. —se burló haciendo referencia a las palabras que Garrett Thompson solía decir.
— ¿Qué te hace creer que voy a pasar tiempo con ustedes sangres sucias? —cuestionó con la voz gruesa, Caitlin le dio un leve golpe mientras reía.
— Voy a extrañarlos. —exclamó abrazando a los dos franceses al escuchar el llamado de la directora— Obligaré a Nina a que me lleve a visitarlos.
— Mi casa es tu casa. —dijo Francis con la sonrisa expandiéndose en su rostro, sus manos tomaron a Nina y la alejaron un poco— Mamá quería que te entregue esto antes de irme, dijo que es necesario que lo guardes y no dejes que nadie lo mire.
— ¿Qué es?
— Una precaución. —contestó para luego despeinar su cabello— No seas tan dura con una de las fotocopias.
— Sonaste como Malfoy. —murmuró con una mueca.
— Adoras al niño. —molestó entre risas mientras ella rodaba los ojos— Debo irme, pero quiero saber de ti en estas vacaciones. Adiós Nikolina.
— Adiós Francis.
Nina sonrió y se despidió con su mano, cada uno de los estudiantes se subió a su respectivo transporte dejando la sensación de que iban a hacer falta ver aquellas caras nuevas. Un pequeño pajarito voló hacia donde Nina estaba dejando una rosa amarilla en su mano para luego desaparecer en el aire, la mirada de ella se alzó y observó al búlgaro Aleksandar despedirse desde la lejanía, un extraño amigo se iba en aquel barco.
— Aleksandar es guapo, pero tu hermano tiene razón, da miedo.
— ¿Ahora le hacemos caso a Tyler?
— A veces. —contestó Caitlin.
─ ✦ ─
El tarareo de una canción que escuchó gracias a su hermano salió de entre los labios de Nina mientras bajaba las escaleras, todavía seguía dolida por lo que ocurrió, se podía verlo en los días que la veían con ojeras ante las pesadillas que la atormentaban en las noches, sin embargo, aquel día las pesadillas no llegaron y su cabeza no proyectaba ninguna imagen dejándola con una tranquilidad que no sentía en un largo tiempo, su rostro incluso se veía más relejado.
Al llegar a la sala común saludo a quienes estaban antes de dirigirse a la salida aun con la canción saliendo de entre sus labios, más el choque de ambos cuerpos la detuvo. La mirada de Nina se enfocó en el culpable de que su camino se haya irrumpido y sintió su cuerpo tensarse por unos segundos antes de volver a recobrar la compostura.
— Déjà vu. —dijo Nina— Hola. —saludó con una pequeña sonrisa en su rostro sorprendiendo por completo al pelirrojo.
— Hola.
— No hemos hablado en mucho tiempo.
— Si... Te has perdido de varias bromas. —comentó.
— Supuse que el cabello morado de Betty Sanders era su culpa, aunque algo me dice que fue un daño colateral.
— Lo es. —confirmó— ¿Cómo has estado?
— Bien, todavía es difícil saber que no estará por aquí, voy a extrañarlo, pero tuvo una buena vida y me alegro de que el último recuerdo que tengo de él sea una sonrisa en su rostro. —expresó— Mamá dice que es una buena manera de recordar a los que ya no están aquí.
— Y a él tampoco le hubiese gustado verte así.
— Exacto. ¿Quieres caminar? —preguntó y él asintió— ¿Cómo van las cosas con Angelina? —inquirió.
— Ella y yo... —negó con la cabeza— No, no es mi tipo. —respondió— ¿Qué hay de ti y Ezra?
— No sé si estoy lista para algo así, pero no me cierro a lo que pueda ser. —dijo en un murmullo pues desde el beso en la biblioteca ambos acordaron que querían hacer las cosas lentas, no apresurar nada porque Nina no quería arruinar la amistad que tenían si aquello no funcionaba y Ezra aceptó sabiendo que aquello sobre la amistad solo era un pretexto para decir que todavía no podía sacar al pelirrojo de su cabeza.
— Eso es bueno.
— Sí, creo que sí. —sonrió y ambos se quedaron en silencio mientras caminaban por los pasillos llenos de estudiantes listos para regresar a sus casas.
— Nina yo quería....
— No importa. —interrumpió mientras negaba con la cabeza y se detenía— Somos amigos, ¿no?
— S-sí, lo somos.
— Excelente, porque de verdad extrañaba quien traficara mis tortas de chocolate. —Fred sonrió— Supe que Harry les obsequió el dinero que ganó en el torneo, ¿Es el comienzo de Sortilegios Weasley acaso?
— Lo es. —dijo y ella alzó los brazos emocionada.
— Después de ser su conejillo de indias todo este tiempo es lo mínimo que esperaba. —exclamó— Soy su sello de calidad, es una suerte que no esté calva por su culpa.
Fred rio. — Decidimos no intentarlo.
— ¡Fred! —chilló dejando un golpe en su brazo, la risa de Fred fue más fuerte luego del golpe.
— ¡Aquí están mis niños! —exclamó George pasando sus brazos por sobre los hombros de ambos para atraerlos en un abrazo rápido— Había extrañado esto, ¿somos los tres otra vez?
— Si. —respondió su hermano.
— Genial. —sonrió soltando a su gemelo para solo abrazar a Nina— Es muy molesto tener solo a Fred y a Jordan, nos hace falta el cerebro de la operación, así que no te atrevas a irte otra vez.
— No lo haré, Georgie.
➴➶
End of the second act.
➴➶
ESTÁS LEYENDO
Silhouette [1] ➳ Fred Weasley
Fanfiction❝ Nos hemos convertido en ecos, pero en ecos que se desvanecen.❞ Fred Weasley Fanfic El prisionero de Azkaban - Las reliquias de la muerte Todos los derechos reservados © 2016