Silhouette [1] ➳ Fred Weasley

ii. xi

❝Why couldn't I fall in love with you?❞

Hace unos días atrás un paquete de gran tamaño se encontraba sobre la cama en la habitación de Nina, la sorpresa y la confusión se apoderaron de su cuerpo al no entender cómo llegó aquel objeto, su dedo recorrió la superficie negra de la caja; un pequeño moño adornaba su exterior, sus manos tomaron los bordes de la caja para abrirlo y encontrarse con una tarjeta blanca donde podía leer con claridad las letras impresas en ella.

Si hace unos segundos estaba sorprendida al ver quién fue el remitente de aquel regalo la puso peor, sus manos quitaron el papel para ver la tela roja de un vestido, pero no fue hasta aquella noche del baile cuando pudo apreciar por completo la prenda.

— Gracias pulgoso. —susurró al ver su reflejo en el espejo de la habitación, sus manos acariciaron lentamente la tela roja con pequeñas decoraciones en su cintura.

— Niko... ¡Estás hermosa! —chilló Caitlin emocionada al ver a su amiga, Eva apareció detrás de Caitlin y también chilló— Luces como una princesa. ¿Dónde lo conseguiste? —preguntó mientras con su mano le ordenaba que girara— Que hermoso.

— Fue un regalo. —respondió con una sonrisa— ¿Qué ibas a decir?

— Cierto, Nikolina tu cita está aquí.

La rubia salió corriendo antes de que la mencionada pudiera decir algo, Nina solo pudo rodar sus ojos y caminar hacia la sala común que para aquel momento ya empezaba vaciarse, tan solo unas pocas personas quedaban ahí, entre ellas estaba Caitlin quién convenció a Luca para ir en parejas.

Las piernas de Nina lentamente se movieron hacia la entrada de su casa, un suspiro salió de entre sus labios para luego encarar a la persona al otro lado. Tenía suerte de que el búlgaro haya aceptado la invitación que ella le hizo luego de rechazarlo.

— Te ves bellísima. —dijo Aleksandar besando la mano de la castaña.

— Hice lo mejor que pude. —susurró.

— No necesitas hacer lo mejor, siempre estás bellísima. —recalcó tomando de su mano y guiándola hacia la pareja a unos pasos de ellos.

La sonrisa en el rostro de Luca creció aún más cuando vio a su amiga reír ante un comentario que el búlgaro hizo, desde hace unos días su estado de ánimo decayó, la sonrisa desapareció y solo los cercanos sabían la razón de su manera de comportarse, por lo que verla de esa manera fue reconfortante después de días grises.

Al llegar a las escaleras que conducían al gran comedor, Nina sintió como el agarre de Aleksandar disminuyo al ver quién estaba escalera abajo, la sonrisa de ella creció cuando él le dijo que se acercara, bajó las escaleras lentamente, los pocos que estaban afuera no podían evitar observarla y eso solo la hizo reír en voz baja. Antes de llegar a los últimos escalones la mano de Cedric Diggory se alzó para ayudarla a bajar.