cuentos pequeños

DIENTES

Estaba el grupo sentado en un semicírculo escuchando a su maestro, él les estaba enseñando sobre las ocupaciones que podían elegir cuando crecieran porque, a pesar de que todo lo imprescindible lo podían conseguir directo de la naturaleza, vivir tantos años sin tener ninguna ocupación no es sano para nadie.

En esta ocasión vino a verlos un recolector de dientes, relativamente joven, había empezado hace menos de un siglo, su cabello era de un castaño verdoso, tenía una incipiente barba y una nariz casi tan respingada como sus orejas. Él comenzó a explicarles como fueron sus comienzos en su trabajo, les contó sobre el entrenamiento al que tenían que someterse si es que querían hacer lo mismo pero lo que más les intereso a los duendecillos fue la historia que les contó.

Antiguamente eran las hadas quienes iban por los dientes de leche de los niños humanos, ya que machacados son muy útiles para crear pociones pero su magia ha mermado peligrosamente y ya no tienen la fuerza suficiente para cruzar al otro lado, ustedes son demasiado jóvenes para saberlo pero eso se debió a la desaparición de la reina Titania, yo muy pequeño cuando ocurrió.

Debido a esto empezaron a entrenar roedores para que las suplieran, de allí fue que los humanos crearon el concepto del ratón de los dientes, o ratón Pérez, pero con el tiempo la situación cambió, los humanos fueron cada vez más hostiles con los animales, por lo que fue demasiado peligroso seguir con ese sistema. Debido a este problema decidimos brindar nuestra ayuda. Nosotros somos seres mágicos, pero no magos de nacimiento por lo que, a cambio, ellas nos dan algo de su magia y nos enseñan sobre ella. Es de las pocas actividades actuales donde tenemos contacto con los humanos, aunque claro, hay reglas, las más importantes son:

1- Es ilegal mostrarse o hablarles a los humanos, es la regla menos respetada.

2- Por cada diente se deja una moneda, proporcionadas por los enanos.

3- Nunca se debe comer nada del otro mundo, es adictivo.

4- Por ningún motivo se puede hablar sobre nuestro mundo a los humanos, de ser así, corren riesgo de expulsión.

¿Alguna duda?