Quimera

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Conocer a esa persona, a la persona que te hacer darte cuenta que inconscientemente has estado esperando durante toda tu vida conocer a alguien así. Que sin saberlo ni pensarlo, te das cuenta de que toda tu vida has estado esperando a una persona tal y como es ella, con sus virtudes y sus defectos, con sus cosas que te encantan y las que te ponen nervioso, que tú la vas a querer tal y como es sin importarte nada, con la que estar en los momentos felices, en los momentos especiales, en los momentos bonitos, pero sobretodo con la que pasar los momentos más difíciles, cuando parezca imposible, cuando no se vea final, estar a su lado y apoyarse mutuamente y tener la seguridad de que juntos todo es posible. Esa persona que te da un giro de 180º a tu vida, que la pone patas arriba. Que no te esperas y de repente te golpea de derechas y cuando aún te estás recuperando te golpea de revés. Y sin saber de donde ni cómo te han venido dos hostiones de la vida que en el momento de tu vida que pensabas que mejor estabas tú solo te pone en el medio de tu camino a esa persona que no puedes esquivar, que te es IMPOSIBLE pasar de largo, que sabes que es una oportunidad y no más y que no la puedes desperdiciar. Esa persona que te devuelve una sonrisa constante en la boca, que te hace feliz cuando estás a su lado, que la dejas en casa y sigues sonriendo durante todo el camino de vuelta a casa, que te pasas el día pensando en ella, no te la sacas de la cabeza. Y tú que pensabas que nada perturbaría tu idea de soltero sin pillarse de nadie, que no dejarías que ninguna chica entrase en tu interior y te robase el corazón, que lo tenías custodiado por 1.000 soldados armados hasta los dientes con orden de disparar sin preguntar, tú qué habías guardado el corazón bajo llave y te habías desecho de ella con la idea de que fuese inexpugnable la caja acorazada de tu cora destrozado, tú que confiabas en todas las barreras que habías puesto, te ves que nada de eso ha servido cuando la miras a los ojos y esos 1.000 soldados caen rendidos sin explicación, que la besas y la llave que habías tirado a la lava resurge entre llamas como el ave fénix, que la abrazas y caen todas las barreras que habías levantado. Tú que una vez confiaste en el amor y el amor te falló y prometiste no volver a depositar en el ni el más mínimo voto de confianza, ahora le rezas todas las noches para que esta vez sí que salga bien. Porque confías en él ahora mismo como el marinero se aferra al último rayo de sol antes de la tempestad de la cual sabe que quizás no salga vivo. Te aferras al amor confiando una última vez en que por fin Cupido a elegido bien, que esta vez se ha portado y no lanzó la flecha jugando con tus sentimientos, si no que esta vez estudió el plan, eligió a la víctima y se alió con el destino para poner cada pieza en el momento y el sitio adecuado para que todo fuese perfecto y todo coincidiese como ese puzzle de mil piezas nivel experto que solo los más apasionados consiguen lograr. Pero Cupido es un hijo de puta. Te lanza la flecha envenenada que te clava hasta el fondo en el corazón, te da el antídoto en sus labios, y cuando más lo necesitas te lo quiere quitar. Te pone una quimera. Que anhelas conseguir con todas tus fuerzas pero que cada vez ves más complicado a pesar de que lo luchas hasta el final y lo intentas todo. Porque para ti el amor lo vale todo, que viajarías por tierra, mar y aire, te recorrerías los 7 continentes, le bajarías la Luna si hiciese falta. Porque el amor está por encima de todo. El amor no lo eliges, no te viene cuando tú quieres, no espera tu mejor momento para aparecer, no espera que estés al 100% para llamar a la puerta, no es una pizza que ordenas por teléfono y en media hora la tienes llamando al timbre. El amor aparece cuando menos te lo esperas y sin llamar a la puerta, entra llevándose todo por delante sin importarle si estás mal contigo mismo o en un mal momento, si no te crees preparada o si estás cagada de sentir esas cosas nuevas. Pero es lo que tiene el amor, que a pesar de llegar cuando menos te lo esperas, cuando llega sientes que es el mejor momento, el momento adecuado, que da igual si estás mal o tienes miedo, que entre sus brazos esos sentimientos desaparecen y te sientes seguro, te sientes en una nube, te sientes feliz independiente de todo lo externo, solos tú y ella como si no existiese nada más en el mundo, no te hace falta más que te mire a los ojos y te diga: Estoy aquí, para ti, para lo que haga falta. Y que dejes abrazarte y simplemente sigáis juntos adelante, que de la mano todo es más fácil y junto a ella nada puede salir mal. Simplemente cuando el amor irrumpa en tu puerta no intentes echarlo, por mucho miedo que le tengas no cierres los ojos esperando a que se vaya porque no lo vas a conseguir, afróntalo, vívelo y disfrútalo. Porque el amor es lo más bonito que podrás encontrar jamás, quiere a esa persona como nunca antes has hecho con nadie, vive a su lado cosas que jamas te habrías imaginado, hazla feliz y verás lo feliz que te hace, mírala a los ojos y siente como se para el tiempo y todo a tu alrededor desaparece, afronta ese giro de 180º que ha dado a tu vida y que jamás volverá a ser como antes porque con ella todo es mejor, vive el momento sin pensar en el mañana y disfruta del amor porque por mucho miedo que le tengas te acabarás dando cuenta de lo bonito que es tenerlo y que enamorados todo saldrá bien. Nada podrá pararlo, arrasará con todo y aunque no te creas preparada o en el mejor momento no te preocupes, esto es cosa de dos y cuando te sientas en lo más hondo del pozo ahí tendrás a tu pareja para echarte una mano y sacarte de ahí, porque será la persona que incondicionalmente siempre tendrás para apoyarte y hacerte una mejor persona, para quererte,animarte y ayudarte y aprenderás a valorar a tener una persona así en tu vida que no permita el verte mal y no hacer nada al respecto. Quiérete, quiérele y quereos por encima de todo, que juntos, todo es mejor.

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