Dormir acurrucada en su pecho, oír como late su corazón, como se
acelera cuando pronuncias su nombre.
Despertar y saber que está allí, que no se ha marchado, que cuida de ti.
Acariciar su rostro, y tararear vuestra canción.
Poner tus dedos entre su cabello, oler el aroma que desprende su ropa.
Notar como sus ojos se humedecen de alegría, contemplar su sonrisa.
Bailar descalza y sobre sus pies.
Superar el dolor y la tristeza, avanzar con el tiempo.