Capítulo 15

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𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 15

LOS TENGO

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La comida habia salido con exito, ya habia vuelto a la mansión y por lo que vi no habia nadie en casa, asi que lo tome como un momento de ventaja para ir por ese testamento y poder terminar de una vez con todo esto, fui hasta el despacho y entre, movi el cuadro con mucho cuidado y efectivamente habia una caja de seguridad.

Teclee los números y la pequeña luz roja cambió a verde, abriéndose la puertita de inmediato. Tome el sobre con papeles y cerre la caja fuerte, tome el cuadro y lo coloque en su lugar.

 Ya iba a salir del despacho pero escuche la voz de Jessica acercarse, asi que rapidamente le puse seguro a la puerta y me escondi abajo del escritorio. Al parecer ella hablaba por telefono con alguien y le decia lo impotante que era encontrar el testamento antes de la boda, algunos minutos despues ella salio y cerro, y todo lo que escuche me habia una idea.

Sali del despacho y escondi los papeles bajo mi blusa para que nadie los viera y me dirigi directo a mi cuarto, los guarde muy bien en mi maleta, ya era hora de la cena, y yo aun tenia algo importante que hacer asi que fui con Peter para que me prestara su computadora.

Pasaron las horas y termine de hablar con Matt, me envio algunas cosas que le pedi y las imprimi, volvi a mi cuarto y tome una decision muy dificil que dependeria de mucho, sali de mi cuarto y fui al de mi padrino.

Toque la puerta y de inmediato el hombre me abrió con una amplia sonrisa, como si supiese de que se trataba mi llegada.

— Tío, te tengo una gran noticia— sonreí levemente.

Sus ojos se abrieron como dos lunetas gigantes.— ¿Los tienes?- preguntó emocionado.

Asentí.— Si asi es, aqui estan- le extendi un maletin mediano y no llamativo.

Note que su sonrisa y emoción, se tornaron a un semblante algo serio, al percatarse de la peculiaridad del maletin.

— ¿Como planeas que los vea si estan en un maletin con clave?— frunció el ceño

— No puedo darte la clave aun ya que cualqueira podria encontrarlos, asi que por lo pronto cuidalos bien— justifique— Si te doy la clave, alguien podría corromperte o hacer algo malo para sacarte la información.

— Esta bien, supongo que ya es todo y no estas atada a quedarte asi que si quieres ya puedes irte— dijo de una manera tranquila, pero apresurada.

Negué.— hay prisa, la verdad es que me gustaria estar presente en la boda.

— Esta bien pero mientras sigas aqui nadie debe de saber quien eres o tendras que irte— advirtió el hombre.

— Eso ya lo se, Tío— asegure asintiendo— Te dejo para que descanses. 

Sali de su habitacion y me dirigi a la mia, aun tenia dudas que resolver, y mil preguntas por hacer, es por eso que aun no podia retirarme de mi jugada, no cuando sabia que aun faltaba mucho, algo me decia que habia secretos que nadie sabia y que podria responder, solo necesitaba tener las piezas correctas.

Ya faltaba poco para la boda y ya pronto sabriamos quien era el misterioso esposo de Jessica, y aun tenia una duda sobre Henry, pero tendria que ir descubriendo todo poco a poco.

[...]

Estaba algo cansada y necesitaba relajarme, así que fui al Jacuzzi que estaba afuera de la casa. La familia había salido a un viaje cerca de la ciudad, del cual demorarian 2 días. Tom se había ido también con ellos, para resolver un par de asuntos legales, así que en teoría, la mansión se encontraba sola.

Antes de salir al Jacuzzi, fui a la cocina por una botella de vino y tomando mi toalla y mi bata, salí. Estaba algo fresco, pero no mucho, era soportable. Me quite la bata y me introduje en el Jacuzzi, el agua era caliente, pero a un punto tolerable. Tome el saca corcho que traje de la cocina y abri la botella para dar un trago.
Algun tiempo después, volví con otra botella, la abrí también y di otro gran trago.

— Vaya, quien diría que eres alcohólica— dijo una voz detras de mi, causando que casi se me cayera la botella.

Me gire un poco, viendo a Henry acercarce.— ¿No estabas en el viaje?.

— No, me aburre viajar con mi madre— dijo quitándose los zapatos y arremangando sus pantalones para sentarse en la orilla y meter los pies.

— Nadie te culpa— me encogí de hombros, di un sorbo al vino y le extendi la botella.

Henry la tomó y bebió un poco, para luego dejarla en un lado.

— ¿Porque no entras?— cureosie— Hace frío, y es mejor el agua caliente.

— No tengo traje de baño, Em— dijo mirandome obvio.

— Si, lo noto, no soy ciega— nade un poco hasta quedar frente a él— Pero eso tiene solución, ¿Porque no me dejas ayudarte?— puse mis manos mojadas sobre su pantalón— Oh, diablos, los moje, tendras que quitártelos o te enfermeras— comencé a acercar mis manos a la zona del elástico, pero Henry las detuvo.

— Emily, dijiste que...— interrumpi a Henry.

— Estoy medio ebria, y quiero que aproveches eso— dije mirándolo con una sonrisa.

El soltó mis manos, y volví a lo mío, comencé a jalar su pantalón olgado, y al bajarlo por completo y dejarlo tirado demtro del agua, note que Henry no tenía puesto ningún boxer.

— Yo me encargo— dije acercandome más a él.

Sali un poco del Jacuzzi, quedando más cerca de sus piernas y miembro, el cual ya se dejaba notar por una gran erección. Con una de mis manos mojadas, lo tome y comencé a moverla de arriba hacia abajo con una rapidez media. Henry pasó su mano por mi cabello llegando hasta detrás de mi nuca, se detuvo ahí. Movi un poco mi mirada, levantando la vista, fue ahí cuando pude ver esa expresión tan exhitante de lujuria en sus ojos.

Me veía con un inexplicable deseo, y me gustaba que fuera así.
Deje de hacer lo que hacía con mi mano, y poco a poco fui acercando mi boca, siendo también guiada por la mano de Henry. Introduje el pene de Henry en mi boca, comenzando a succionar y mover de arriba a abajo, el empujaba con delicadeza, haciendo que sintiera esa cosa tocar hasta mi campanilla.

— Es suficiente, quiero estar dentro de ti— dijo apartandome.

Se introdujo en el Jacuzzi y tomándome de la cintura, me sentó sobre el, estabamos cara a cara. Sonrei picaramente y lo besé, jugando con su lengua dentro de su boca, mientras el se encargaba de meter su miembro dentro de mi.

Cuando lo hizo, sus movimientos comenzaron lentos, poco a poco iban subiendo de intensidad, hasta que se volvieron bruscos y salvajes. Henry me tomó del cabello, jalandolo y moviéndose rápidamente, haciéndome jadear y gemir.

— ¿Te gusta?— preguntó pasando su mano libre por mi cuello.

— Si, sigue así— supliqué arañando su espalda.

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Fecha de publicación del capítulo:
21 de Enero de 2020

Fecha de edición del capítulo:
9 de Septiembre de 2023

𝐿𝑎 𝐻𝑒𝑟𝑒𝑑𝑒𝑟𝑎 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora