Veo veo

Viaje Sorpresa

Cómo contador, Park debía realizar algunos viajes dentro del año. Algunos de un par de días como otros de una semana o dos. Hace unos años debió ir a China, una reunión de inversiones en la que debía estar él junto a otros miembros importantes de la compañía. No resultó como querían pero habían logrado algo bueno con el gran asiático.
Este año correspondía viajar Tokyo, Japón, también una semana pero se iba a dividir en dos, durante tres días le iban a dar un paseo por la ciudad y los otros cuatro se iban a concentrar en reuniones. Con este inversionista debía ir les excelente.
El problema: dejar solo a JongDae.

— ¿¡En serio me vas a dejar solo una semana!? — Aquí vamos otra vez.

— JongDae. Te dije, ya he realizado estos viajes durante nuestra relación. No se puede aplazar, cancelar o no puedo no ir. — ChanYeol arreglaba su maleta mientras explicaba la situación, otra vez, a JongDae. Pantalón, camisa, ropa interior, zapatos y ropa un poco más cómoda para andar. De todas formas solía traer más ropa o regalos de sus viajes.

— Pero esta es la primera vez desde que me vine a vivir contigo. No puedes hacerme esto. — Para llamar la atención del mayor, JongDae se tiró sobre la ropa que había en la cama, así ChanYeol no tendría en qué distraerse.
ChanYeol suspiró profundo y cerró los ojos, se iba mañana en la noche, no estaba tan apresurado con sus cosas pero tener que explicarle a JongDae con peras y manzanas a veces era agotador.
— Amor, ya. Debo viajar, sabes lo importante que soy para la compañía, debo estar ahí. — Al mismo tiempo se fue recostando sobre el menor, cubriendo su cuerpo por completo. Ambas manos a los lados de la cabeza, presionando el colchón bajo sus manos.
Se agachó un poco para dejar un camino de besos desde la frente a los labios del menor. — Y la discusión queda hasta aquí. — Selló sus palabras con un beso en sus finos labios. En cuanto se alejo se rio de su pequeño novio. JongDae con un puchero y brazos cruzados era demasiado adorable.

— Ya verás, palo andante. — Amenazó el más chico y eso solo causó más risas en el contador que terminó por salirse de encima para continuar ordenando la maleta. Mientras, JongDae ya tenía todo planeado. Tomó su celular y salió de la pieza, dejando a su pareja solo.

Había llegado el día que debía viajar, todo listo. Como no era un gran viaje JongDae no lo había ido a dejar, además que este tenía que hacer muchas cosas.

Chanyeol tomó asiento, agradecía que el vuelo fuera de noche, a la madrugada para ser exactos, por lo que había escogido un asiento lejos de sus colegas. Quería dormir un poco antes de pasar una semana completa con ellos.

Cerró los ojos y dio un profundo suspiro, a esa misma hora podría estar entre las sábanas con JongDae a su lado, acurrucados, aún sin pensar en un sin fin de cosas que debían hacer durante el día. Iba a extrañar mucho a su pareja.

— Disculpe, ¿se le ofrece algún bocadillo? — No puede ser. Chanyeol abrió los ojos y se giró para ver a la persona, encontrándose con un JongDae sonriente, el cabello un poco revuelto y con una bolsa de papas fritas en la mano. — Fue mala idea darme las contraseñas de algunas de tus cuentas, amor.

Como si nada, Jong tomó asiento al lado del mayor y dejó la bolsa en las piernas del contador, quien aún no salía de su asombro. Cerró los ojos por unos segundos y los volvió a abrir, JongDae no desaparecía. — Tú deberías estar durmiendo. — Alzó su mano y tocó la mejilla del menor, sin creer aún que este fuera el plan que se traia el chico.

— Debería, pero aquí estamos. Rumbo a Japón. Será una bonita luna de miel, sumamente adelanta. — Dae bromeo, una reacción así no se esperó pero era muy temprano. Tal vez su pareja aún no procesaba todo. Tomó la mano de este y besó la palma, acomodándose en el asiento para dormir.  — Solo cierra los ojos, Chan. En cuanto lleguemos te explico.

Y así lo hizo, se acomodó otra vez y cerró los ojos. Una leve sonrisa apareció en sus labios, al menos tendría a Dae más cerca durante esa semana. — Veo veo a alguien que deberá aprender japonés.

— Ups.