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Solo tuvieron que pasar un par de horas para que el pequeño estado volviera a su hogar, o mejor dicho llegara a las casa de uno de sus hermanos, el "favorito" de papa, La ciudad de México, era normal, aquí siempre se llevaban las juntas con todos sus hermanos y hoy no sería la excepción, este dio un largo suspiró al bajar del avión, tomó con firmeza sus maletas y camino con rapidez hacia su destino, daba gracias que el baño del avión era enorme, lo suficiente para darse una ducha rápida y estar presentable ante sus hermanos, como todos los años y como siempre lo hacían, estos se colocaban sus trajes típicos, en este caso Yucatán iba vestido con la representación de su gente, debía admitir que amaba ver a sus hermanos vestidos de esa forma, sobretodo los que llevaban los trajes más coloridos como lo eran Tabasco, Chiapas o hasta Jalisco, era divertido verlos bailar.

Este sonrió en sus adentros y decidió acelerar el paso a medida que se hacercaba la hora de la junta realmente no tenía muchas ganas de asistir, habían pasado muchas cosa desde que salió de su territorio que realmente solo deseaba estar en su casa aunque como siempre su responsabilidad nunca la dejaba de lado, por lo cual ahora se encontraba a pocas calles de la casa de su hermano.

Al llegar al lugar tocó un par de veces  la puerta escuchando los gritos e insultos de sus hermanos, el pequeño negó con un suspiro y decidió entrar con cautela ya que la última vez recibió el "chanclaso" de uno de sus hermanos. Cuando por fin ingresó pudo ver como tanto Tabasco, Sinaloa, y Veracruz discutían de algo que realmente no lograba comprender, por otro lado, Morelos, Jalisco y Durango trataban de calmar a los antes mencionados ya que parecía que en cualquier momento alguien se agarrara a golpes.

Por otro lado los más tranquilos que eran Campeche, Colima y Oaxaca miraban la situación con total indiferencia hasta se podía decir que con cierta gracia, a lado de ellos estaba CDMX y Edomex ambos sentados analizando algunos papales y justo detrás de ellos estaban el resto de sus hermanos quienes sino se encontraban platicando entre ellos comían alguna comida que se encontraba por allí.

El más pequeño de todos se dio cuenta al entrar que era el único que faltaba así que luego de analizar que ninguno de ellos lo había visto decidió cerrar la puerta de un golpe un poco más fuerte de lo normal para que vieran su precencia, lo cual logro en un instante ya que la mayoría sí no es que todos dirigieron su vista hacia su hermano mayor.

-Lamento llegar tarde, tuve un contratiempo-

Ningún hermano dijo nada realmente Yucatán no era muy querido por los hermanos del norte y los del centro apenas lo soportaban, los únicos que parecerían alegrarle su presencia eran los sureños, los cuales luego de unos segundos dejaron lo que hacían para acercarsele a él, este les mostró una sonrisa tranquila y luego de intercambiar un par de palabras CDMX intervino.

-Bien, ahora que estamos todos es hora de la junta-

Nadie dijo nada simplemente como siempre se colocaron en sus asientos donde justamente decían sus nombres, esta vez se sentaría junto a su hermano Veracruz y a su derecha Quintana Roo.

-Yuca', ¿me podrías ayudar con un problemita de mi estado?-

-De acuerdo Quintana Roo pero hablaremos luego de ello, ¿si?-

El chico asintió con una sonrisa y presto atención de lo que decía su otro hermano, el cual por cierto, se encontraba parado mientras sostenia unos papeles.

-Como sabrán tenemos algunas cosas de que hablar, como siempre la seguridad, iniciaremos con que Quintana Roo, Zacatecas y Baja california Sur lamento informales que en cuanto a seguridad deben de mejorar ya que son los peores hasta ahora, pero bueno me alegra que por lo menos nuestros hermanos Nuevo Leon, Campeche y Yucatán hayan sido los mejores-

-CDMX no tienes que decirlo, que Yucatán el perfecto se le subirán los humos-

-Durango no tienes que-

-¡¿Que?! No tengo que, hermano, ¡sabes que el siempre aspira a ser el mejor!, ¿pero sabes que Yucatán?, yo se que solamente estas podrido~-

-¡Es suficiente hermano!, sabes que Yucatán es el que siempre nos apoya-

-¿siempre?, ¿te debo recordar lo que pasó hace muchos años?-

Después de eso Yucatán no pudo soportarlo más, y de un fuerte chirrido se levantó de su silla con la atenta mirada de todos sus hermanos, algunos con preocupación y otros más con rostros que mostraban su sorpresa y molestia, el chico suspiro y junto sus manos de un modo tranquilo y profecional, sabía que pasaría esto, todas las juntas lo hacían, por eso no quería venir.

- El 20 se septiembre se selebrara con mi gente el premio nobel de la paz, están todos cordialmente invitados si gustan asistir, con respecto al resto de la junta no se preocupen, Campeche me hará el favor de comunicarme lo que haga falta, ahora si mi precencia no es requerida en este momento me retiraré-

El pequeño estado no espero que alguien contestara simplemente se dio la media vuelta y salió del lugar a toda prisa, el se encontraba algo afligido, desde la última junta sus hermanos aprovechaban para restregarle en cara que era el chico perfecto, lo cual sabía que era una total mentira, pero esta vez prefería no discutir, no como la última junta donde Tabasco y Sonora se habían agarrado a madrasos, esta vez había tomado la ruta más tranquila y lo agradecía ya que parecía que la mayoría en ese lugar lo odiaban.

El tricolor miró sus pies por un segundo preguntandose si lo que hacía estaba bien, luego de un par de segundos su teléfono empezó a sonar, este extrañado contestó con tranquilidad ya que al mirar el nombre sabía que era su hermano.

-Hermano sólo quería recordarte que tendrás que llevar un invitado contigo a tu celebración de la paz-

-¿Eh? Edomex nunca me dijo que debía llevar a alguien-

-Si te lo dijo solo que no le prestaste atención, y más te vale que lleves a alguien por que el resto de nosotros ya estan consiguiendo pareja para esa noche-

- E-esta bien, ya veré que haré, adiós hermano y gracias por recordarmelo-

Este colgó una vez finalizada la conversación su voz del pequeño parecía preocupada, y vaya que lo estaba, ¿a quién carajo llevaría?, los únicos que eran sus amigos eran sus hermanos pero conociéndolos ya estarían casi listos por llevar a sus parejas o mejores amigos a ella, necesitaba a alguien.

-Ah... Esto no puede mejorar...-

Murmuro con irritación y justo después de sus palabras una suave lluvia callo por el lugar mojando lo al instante, este miró al cielo y con toda la rabia que tenía dentro de su alma grito.

-¡¡¡QUE CHINGUE A SU MADRE EL AMÉRICA!!!-

"YUCATÁN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora