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El pequeño Yucatán se encontraba administrando de manera muy rápida aquellos archivos para la fiesta que se daría en un par de días, tenía casi todo listo, desde su traje para la noche, hasta las decoraciones y comida que habría, sería una gran fiesta muy elegante y fina que deseaba por ofrecer.

Lamentablemente para el pequeño había un pequeño detalle que aún no resolvía, y este era el tener un compañero para esa noche, le había preguntado a su hermano Campeche pero este iría con otra persona, Quintana Roo muy arrepentido se disculpo por que ya le habían ofrecido ir a la fiesta y este había aceptado, lo mismo pasó con su hermano Tabasco, y el resto de sus hermanos del sur.

Era un poco triste pero sólo se llevaba bien o por lo menos no lo odiaban aquellos chicos, y no tenía muchos amigos, era poco sociable por lo que solo tenía un par de números, aunque suponía que aquellos ya tendrían pareja.

-Genial, soy el anfitrión y no tengo una pareja para la noche-

El pequeño suspiro frustrado, no tenía ni idea de que hacer, quisa le tendría que pedir a su hermano Quintana Roo si podría traer algún amigo que estuviera dispuesto a pasar aquella velada con el, eso sonaba imposible ya que bueno, era el. Nadie en su sano juicio se le acercaría, solo viéndolo de lejos podrías decir que era alguien aburrido y callado, no como sus hermanos.

Luego de unos minutos se le informó que Estados Unidos de América llegaría a su oficina, este algo sorprendido arreglo su escritorio, y luego de unos minutos pudo ver a un despreocupado americano sonreírle.

-No recordaba tu territorio little, sigue igual de caluroso como siempre-

El pequeño estado se rio un poco, su territorio era uno de los más calurosos en México por lo que temperaturas de más de 38 grados no eran nada para el.

-No sabía que vendrías, si lo hubiera sabido habría organizado algo para ti-

El país lo miró con una gran sonrisa y negó con una expresión de coqueto.

-¿Qué?, ¿me habrias invitado a una cita little?-

Yucatán tartamudeo por aquello, se notaba que ese comentario del mayor lo habia sorprendido, aunque realmente eso no estaba lejos de lo que USA quería, este estaba dispuesto a preguntarle si quería ir con él a su fiesta de la paz, sabía que él chico era timido por lo que seguramente no tendría algún compañero, y por eso el estaba allí.

Repentinamente el teléfono del yucateco espezo a sonar y con una mirada de culpa hacia el estadounidense lo levantó murmurando un "¿Hola?", la línea parecía vacía pero se escuchaba una lijera respiración por lo que dudo en colgar de inmediato pensando que era una broma, mietras tanto, USA miraba con una pequeña sonrisa aquellas tiernas expresiones del pequeño.

-여보세요- (Hola)

El pequeño abrió los ojos con sorpresa al escuchar su voz, este se acomodo mejor en su cómoda silla y luego de suspirar con nerviosismo respondió.

-좋은 오후입니다, 한국 씨 전화의 이유는 무엇입니까?- (Buenas tardes señor Corea, ¿a que se debe su llamada?)

El contrario rio por lo tierno y nervioso que se escuchaba el chico por la línea, se notaba que estaba haciendo un esfuerzo por hablar su idioma, por lo cual con una pequeña sonrisa respondió.

-Puedes decirme solo Corea, y respondiendo a tu pregunta, tengo algunas cosas que preguntarte-

-¿Habla español?-(murmuró con sorpresa)- d-digo claro, si usted me dice Yucatán, estaré encantado de llamarlo por su nombre-

-Por supuesto-

-Ah cierto, jajaja, ¿qué tenía que decirme?-

-Venía para preguntar si tenías algún compañero para la fiesta que se dará en tu territorio-

"YUCATÁN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora